Parte 12

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Los meses pasaban, la relación estaba en buen camino, aunque Tony se guardaba algunas cosas a veces, sobre todo la duda de por qué Steve no dejaba que...fuera reciproco con las caricias, y bueno, uno de esos días en los que le daba amor, no pudo aguantar la incertidumbre mucho más.

—¡Ah Steve!—anunció Tony su culminación siempre intensa y satisfactoria, mientras enredaba sus manos en los cabellos del rubio y miraba hacia abajo, el mayor sonreía mientras una parte de su labio se teñia de color blanco, el castaño se sintio cansado de pronto, y como siempre, los brazos de Rogers lo rodearon mientras los arropaba a ambos para dormir.

—Descansa cariño—le susurró al oído el de ojos azules mientras le acariciaba el cabello, Tony mordió su labio y rodó sobre su eje para tenerlo de frente y alzo la vista para admirar su bello rostro, mientras con una mano buscaba algo entre las sabanas pero cuando lo halló una mano lo detuvo y sujeto fuerte.—¿Qué haces?

—Quiero hacerme cargo

—No harás nada, duerme.—le dijo no muy amablemente, Tony mordió su labio de nuevo, ¿Por qué nunca le dejaba tocarlo?, cerró los ojos y obedeció.

A la mañana siguiente no amaneció de buen humor como de costumbre, y Steve lo notaba, mucho.

—Regresa temprano y por favor comete el lunch.—le repetía antes de que el niño saliera del apartamento.

—¿Y después me duermo?—preguntó entre dientes sin ni siquiera mirar al soldado, este se quedo quieto cuando escucho aquella respuesta, Tony solo le arrebato la bolsa de carton con el almuerzo de su mano y salió azotando la puerta, dio un largo suspiro.

Steve manejaba por la ciudad, con el manos libres en el oído.

—Y estaba ahí, en medio de cinco hombres de mi misma complexión y los derribó todos, en serio viejo me enamoré de esa pelirroja—decía su amigo por el teléfono, Steve estaba seguro que hablaba de la misma chica de las ultimas dos conversaciones, pero esta vez no estaba poniendo mucha atención, todavía tenía en la cabeza la tonta discusión con Tony.

—¿Qué tan legal es el consentimiento de un menor?—preguntó de pronto.

—¿Disculpa?—Barnes le preguntó confundido por el cambio drástico de tema pero no tardo en captar.—Oh ya, bueno, legalmente todavía no tiene la capacidad de elegir, Steve tu ya...

—¡No!—le interrumpió rápidamente, James suspiró desde el otro lado de la línea.—Pero te juró Bucky que voy a morir pronto, el solo me tienta.

—Es un joven hormonal, obvio que te va a tentar, se fuerte, al menos un poco mas.—Steve asintió aunque sabia que el otro soldado no lo podía mirar, solo suspiró fuerte, "un poco mas", sonaba fácil.

Por su lado Tony seguía de pésimo humor y el pobre Bruce pagaba las consecuencias, durante el lunch en el patio debajo de un árbol escucha las quejas del pequeño Stark.

—¿soy tan repugnante?, ¿Crees que le doy asco?

—Tony por favor, dijimos que no hablaríamos de esto en la escuela—decía nervioso su amigo mirando hacia todos lados, desde que sabia la relación de su amigo con el hombre con quien vivía lo habia escuchado pero solo en casa, porque le habia advertido que eso no era permitido, el era un niño aun para los ojos de todos y meteria en problemas serios a su pareja.

—¿O es que adora tanto la ley que tiene miedo de romperla?

—Tony, si, tal vez es eso, ¿podrías bajar la voz?

—No entiendo a qué le teme, no hay cámaras del gobierno en casa, nadie se enteraría.

—Tal vez no teme a nadie más que a el mismo.—le dijo su amigo distraído mientras seguía preocupado mirando a todos lados, pero entonces aquello le aclaró las cosas a Stark, ¿eso era entonces?, sonrió y después la campana sonó.

Más tuyo que míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora