SOLO HAY UN DIA FELIZ

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Era lunes había esperado seis meses este día,hoy por fin me casaría,Mat era el hombre perfecto,cariñoso,atento, caballeroso y lo mejor de todo es que tiene una licenciatura en derecho.

Mi vestido cubría mi cuerpo marcando mis curvas,simplemente me veía muy bien.

Mi mejor amigo me entregaría en el altar,tenía 6 años desde que me fui a vivir con mi tía,ya era tarde pero el cambio fue bueno.

Había conocido a Mat a los 18 y llevábamos tres años de novios,cuando me pidió matrimonio jamás pensé que podría llegar averme vestida de blanco.

Zel interrumpió mis pensamientos al llegar al cuarto donde terminaba de colocarme mis aretes.

-te vez bellísima -mi hermano me abrazo.

-y tú te vez encantadora -le toque la pansa, tenía tres meses de embarazo

-veras que después tu podrás tener un bebé y serán una familia perfecta.

-estoy segura de ello

Javier tocó la puerta- todo el mundo espera a la novia.

Salimos del cuarto,Zel tomo su lugar y Javier me tomo de la mano,el piano empezó a sonar,todo el mundo se paró y mi querido esposo me esperaba arriba en el altar.

Javier entrego mi mano dimos nuestros votos y me besó,más tarde la fiesta continuo, todo el mundo se preguntaba por qué mi mejor amigo me entrego y no alguien más cercano.

Jamás había tocado el tema después de lo que paso aquel día,no quería volver a recordar nada que me hiciera daño.

Cuando dió la hora de dirigirnos al aeropuerto para irnos de luna de miel por alguna razón tocó el tema.

-tu vestido debio ser negro- me dijo amargamente.

-pasa algo?-le pregunté a Mat

-no, es solo que no me gusta la idea de...ya sabes- me miró y después me beso, eso me tranquilizó.

El vuelo duro dos horas y por fin llegamos a Winters la cuidad de los enamorados,teníamos muchos planes listos para compartir.

Al llegar al hotel, lo primero que quizo hacer fue tener como tal nuestra luna de miel,nos encontramos denudos viéndonos uno al otro y entonces paso,lo noté en su cara, se detuvo pero prosiguió siendo más brusco.

...Desperté en el frío suelo,el sol apenas comenzaba a salir,mire confundida mi alrededor,ya no estaba en aquella casa.

Estaba al final del callejon de otra comunidad,las casas aquí eran diferentes,mire hacia las rejas está vez no había señales de el,pero me di cuenta de algo.

Las rejas ya no eran las azules eran las amarillas y no comprendía cómo era que había llegado hasta aquí si lo último que recuerdo fue que lo ví.

El sol empezó a salir e iluminó las rejas,estás al ser tocadas por el sol se abrieron como si quisieran que saliera de ella.

Toque mi cabeza pues me dolía,sin darme cuenta mis brazos estaban rasguñados,siempre que tenía un ataque de ansiedad rasguñaba mis brazos para tranquilizarme.

Quizás lo hice inconscientemente mientras soñaba con el único recuerdo que me hacía feliz,el día de mi boda fue el único recuerdo que tenía feliz,pero nada dura y al siguiente día ese día dejo de ser feliz.

OSCURIDAD INTERNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora