CORAJE REPRIMIDO

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Salí de la comunidad cansada y agotada, decidí regresar a la casa de mi hermana pero las rejas no cedieron, trate con las rejas amarillas pero tampoco abrían, seguí mi camino y note que las rejas rojas estaban abiertas.

Me negué a entrar no quería seguir pasando de aquí por haya, era hora de afrontar al hombre de negro, entre a la plaza lista para esperar a que la noche callera para verlo de frente. Mientras el tiempo pasaba deje que las lágrimas salieran, estaba lista para sacar lo que tenía en mi interior.

La noche cayó y lo vi, la misma silueta bajo la luz de la luna, está vez no correría, está vez lo afrontaría.

-Déjate ver -le ordene, la luz de la luna pasaba por el techo de vidrio de la plaza, el estaba oculto en las sombras, pero en cuanto le ordene el dio un paso hacia el frente dejando que la luz le diera en el rostro rebelando su identidad.

- extrañaste a tu papá mi nena?-su voz resonó en mi cabeza como aquella noche, la primera de muchas.

-tu...tu no puedes estar aquí...esta...estás muerto-dije tartamudeando por la impresión

-los recuerdos nunca mueren nena, de hecho suelen ser tu peor enemigo y una arma muy mortal que puede ser usada por ti misma para contra ti.

Se acercó, me quedé quieta, esperando a que su piel tocara la mía pero cuando lo hizo, aquel recuerdo regreso.

Era de noche papá estaba enojado conmigo por a ver dejado una mancha de sangre en la alfombra.

No era mi culpa, el cuando se enojaba era brusco conmigo y me lastimaba, pero el jamás lo vería y era mejor no discutir con el.

De algún modo sabía que el me lastimaba por qué lo merecía, el siempre me recordaba que era mi castigo por a ver echo que mamá muriera cuando yo nací.

Su favorita siempre fue mi hermana pero después de su recaída mi tía se la llevó, el no quiso dejarme ir y su problema con el alcohol seguía aumentando.

Con lágrimas en los ojos limpie la sangre, subí mis calzoncitos y salí del cuarto a la sala para decirle a mi papá que ya había terminado de limpiar.

La alfombra estaba manchada por la cerveza que se había resbalado de las manos de papy, el estaba en el sillón verde con su cabeza hacia un lado y sus ojos cerrados.

Decidí no despertarlo, era mejor dejarlo descansar, pero después de unas horas el no despertó, pasaron días y yo lloraba, había un olor extraño y el no despertaba.

Mi tía llegó, un vecino olió ese putrefacto olor y la llamo, ahí se enteraron de nuestro secreto. Papá abusaba de mi cada que recordaba que era mi culpa que mi mamá hubiera muerto.

El recuerdo se fue así como vino, el seguía parado junto a me mirándome como cada que no estaba ebrio, le sonreí y el me devolvió la sonrisa- te recuerdo todos los días -susurre y el limpio mis lagrimas.

-y yo a ti mi nena -sonreí nostálgica, mire al cielo estaba apunto de salir el sol y entonces paso de nuevo.

cuando lo mire ya no era el padre dulce y tierno que hace unos momentos, de nuevo era el alcohólico violador de siempre- PORFAVOR NO- grite, estaba harta de querer tener algo que no tendría, se balanceo sobre mi listo para volverme a tocar, forceje contra el para evitar que de nuevo me hiciera daño, quería recordar al padre cariñoso que una vez fue no al alcohólico en el que se convirtió. 

-BASTA POR FAVOR, TU NO ERES ASI -de nuevo su sonrisa maliciosa y sus ojos penetrantes aparecieron, lo golpee con todas mis fuerzas intentando deshacerme de el, después de minutos deje de defenderme y entonces fue ahí donde me di cuenta que desde antes ya me había dado por vencida.

y entonces lo mire por ultima vez, cuando abrí mis ojos era de día y estaba frente a las rejas rojas, salí cerré las rejas y entonces lo sentí, subió como un acido que quemaba mi garganta, mis puños se cerraron y entonces fue como si tuviera una explosión en mi interior, golpe tras golpe cayo la pared a un lado de las rejas, mis puños sangraban pero no era la primera vez, ese dolor era menor al que sentía en mi interior y entonces me quebré, mis lagrimas salieron y rendida me deje caer, tenia tanto rencor por la vida tan miserable que había tenido que jamás me di cuenta el valor que tenia.


OSCURIDAD INTERNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora