Momentos

Capítulo X

El debate

Auditorio Nacional. Rueda de prensa al final del último concierto de Ari en la Ciudad de México.

―Ari, ¿es cierto el rumor de que vas a dejar de cantar? ―Ari volteó a ver a la reportara.

―¿Por qué haría eso?

―Por la candidatura de tu esposo a la presidencia ―Ari sonrió falsamente ante la cámara.

―Como siempre, Temo y yo hemos mantenido nuestras carreras por separado. Él está iniciando un gran proyecto más allá de todo este espectáculo y estoy muy orgulloso de él. En ningún momento hemos hablado de algo remotamente cercano a ese rumor.

―Ari, muchos te consideran un influencer. ¿Vas a usar tus redes para apoyar a tu esposo? ―De nuevo sonrió falsamente.

―Mis redes son para trabajo. Realmente sería muy subjetivo y a la vez ridículo si yo hablará de política. Temo es el mejor esposo, el mejor padre, el mejor compañero de vida. El mejor en todo, así que, no es una sorpresa por quién voy a votar y no necesito hacer un tweet al respecto.

―¿Vas a ver el primer debate? ―Estaba seguro que se le congelarían los músculos del rostro si seguía fingiendo esas sonrisas.

―Por supuesto. Eso es algo que todos los mexicanos deberíamos de hacer. Es la mejor forma de conocer a nuestros candidatos y sus propuestas.

―¿Aunque tú ya tengas un ganador? ―Ari rió pero esta vez de mejor manera.

―A un ganador de mi corazón, claro que sí.

Con eso, Ari dio por terminado el tema de la política y sólo respondió las preguntas que tuvieran que ver con su disco y su música.

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Ciudad de México. Noticiero digital independiente.

―Pues, como diría mi abuelita, este arroz ya se coció. Hace una semana, el Doctor, no en medicina, pero sí en ciencias políticas, Cuauhtémoc López Torres, dijo que sí, que siempre si viene a liberar a México de la clásica moral y, que va por la grande, por la silla, por la que todos quieren, pero pocos tienen acceso a ella. Se ha postulado para la presidencia del país dejándonos con dos candidatos a elegir que tendrán su primer debate en dos semanas. Así es mis, queridos bots, estas elecciones tenemos a dos jinetes de este apocalipsis que llamamos México. Acompáñenos a ver quién gana o, lo que es mejor, voten por el que más nos convenga, por favor, por favor, por favor. Ya no sabemos si México pueda soportar otro: muera el mal gobierno.

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Mateo le cerró la chaqueta del traje y le acomodó la corbata. Del otro lado set vio a Javier Hernández rodeado de su equipo. Temo dejó de lado el nerviosísimo en cuanto las luces del foro se encendieron iluminando a las personas que estaban ahí.

―Va a querer que pierdas el control ―le dijo Mateo ―. No dejes que se salga con la suya.

―No te preocupes. Ya hemos tratado con tipos así ―la familia entera de Hernández Díaz estaba ahí. Temo, en cambio, le había pedido a Ari y los chicos que se quedaran en casa y que lo vieran por la trasmisión si querían. Sabía que estaba de más, Alonso y Arqui ya estaban preparando los bocadillos cuando él salió de casa ―. ¿Crees que debí traerlos? ―Mateo negó.