CAPÍTULO 32

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Tres días han pasado desde que me secuestraron. Tres días de arduo trabajo con pacientes cada vez en peores condiciones. Algunos viven pero muchos otros mueren al no tener el instrumental necesario. Estoy agotada y desesperada por salir. Tres días sin noticias por parte del ejército británico, tres días sin noticias de Seth.

—¿Cómo estás? —me preguntó Adler cuando abrí los ojos despierta.

—Agotada —respondí levantándome y agarrando una manzana que supongo habían traído como desayuno. Le dí un mordisco sentada al lado del padre de Seth mientras este trabajaba.

—Así son los días aquí.

—Saldremos —apoyé mi mano en su hombro.

La cerradura de la puerta sonó lentamente y entró Aluuh por ella cerrando tras de sí.

—¿No es la hora de la comida verdad? ¿No llevo tanto tiempo durmiendo? —pregunté extrañada. El niño se acercó a mí y abrió mi mano bruscamente dejando un papel en él y corriendo hacia la puerta de nuevo cerrando cuando había salido.

—¿Qué fue eso? —preguntó Adler confuso.

Abrí la palma de mi mano mostrando un pequeño papel arrugado y sucio. Lo desplegué cuidadosamente con el ceño un poco fruncido. Una letra un poco borrosa apareció en mi campo de visión. Leí el mensaje y lo volví a leer tres veces más mientras una sonrisa abarcaba mi cara.

—¿Qué es? —preguntó de nuevo.

—Seth —sonreí—no explica mucho, solo dice que esté preparada y que no tema, que vendrá a por mí en la noche. También menciona que Aluuh le ha contado donde estoy y los detalles de la seguridad y los hombres. Nos sacará de aquí.

No paraba de releer las últimas cuatro palabras del mensaje que eran las mismas que me había dicho el último día que nos vimos, durante el ataque: “te quiero con locura”.

El día se hizo largo, más que de costumbre con la espera de que llegara ya el día siguiente. Aluuh entró para la cena y antes de que se marchara lo detuve.

—Aluuh —murmuré— mañana te sacaremos de aquí.

Me enseñó una pequeña sonrisa y sin decir nada volvió a salir. Me quedé mirando la puerta sonriendo.

—Espero que todo salga bien —susurré para mí misma antes de acostarme.

—Lynn —me despertó la voz de Adler.

Abrí los ojos asustada por el repentino despertar. Enfoqué mi vista y encontré la cara del padre de Seth iluminada por la escasa luz y observando hacia un lado con el ceño fruncido. Imité su acción y me senté escuchando unos pequeños pasos.

La cerradura sonó y Adler se escondió detrás de la puerta por las dudas. La puerta se abrió y miré levemente hacia abajo esperando encontrar la inocente cara de Aluuh pero mi corazón se sobresaltó al ver la cara del chico del que estoy enamorada. Abrí los ojos como platos e iba a hablar pero me hizo una señal de silencio. Extendió su mano hacia a mí con una pequeña sonrisa y vi la cara asomada de Aluuh detrás del chico.

La iba a coger cuando Adler salió de la oscuridad alertando a su hijo, el cual no sabía aún de su existencia. Le apuntó con un arma pero la bajó poco a poco con cara de incredulidad.

—Hola hijo.

AMOR Y PÓLVORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora