Nos encantó, y como éramos dos pequeñajos allí plantados con el micrófono, que era más grande que nosotros, hacíamos mucha gracia y en cada programa nos pedían canciones. Luego, cuando tuvimos once años, participamos en el programa《Quiero cantar》en Antena 3, aunque antes ya habíamos grabado nuestro primer disco,《Dos mejor que uno》, e hicimos algunos conciertillos por Andalucía con un grupo de baile de niñas. A la gente le gustaba mucho vernos, y a nosotros estar ahí cantando para todos ellos. No nos daba vergüenza ni sentíamos miedo ni nervios - tampoco ahora - ; para nosotros era un juego más, y nos divertíamos mucho. Recuerdo que en los primeros escenarios que pisamos, en seguida notamos una conexión especial con el público, que se lo pasaba genial con nosotros: imagino que veían a dos renacuajos allí, encima de un escenario, cantando y con un grupo de niñas bailando y haciendo los coros, y les hacíamos mucha gracia. Además, ya nos conocían de la televisión. Son momentos que te hacen llorar cuando vuelves al pasado porque son muy emotivos. Yo es que soy muy llorón, la verdad.
Cuando éramos pequeños, en la familias de mi padre y de mi madre no había niños, porque los otros primos ya eran mayores. Después de nosotros ya vinieron otros, pero al principio éramos como la atracción del momento. Nuestra casa era el punto de reunión de todos, el lugar de encuentro para charlar, jugar y reírnos todos juntos. De hecho, tengo el recuerdo de que mi madre siempre hacía muchísima comida porque sabía que uno u otro se iba a presentar. Porque todos los días, absolutamente todos sin excepción, teníamos invitados a comer.
Como para la mayoría de niños, las personas más importantes de mi infancia han sido mis padres, Eva y Juan Carlos. Mi madre era ama de casa y siempre estaba allí, con nosotros de un lado para otro; y mi padre, aunque trabajaba y no estaba tanto en casa, también ha jugado siempre un papel muy importante para mí. Luego esta Mamá Anchi, la hermana de mi madre, que se llama Esperanza, y que llamábamos así de pequeños porque no sabíamos pronunciar su nombre. Ella y sus hijas mayores siempre estaban con nosotros en Utrera de vacaciones, y las queremos mucho.
En general, somos una familia a la que le gusta estar siempre juntos, con los tíos, los primos, los abuelos y muchos amigos. Normalmente las reuniones familiares las hacemos en la finca que tiene mi tío en Utrera. Lo que más me gusta de esos momentos es que siempre está presente toda la familia, y casi nunca nadie ha tenido que llamar a los otros para invitarlos. Tú vas allí los fines de semana y sabes que siempre te encontrarás a alguien y que mis tios habrán montado algo para todos. En esa casa hay música y risas en todo momento.
Recuerdo especialmente los veranos en la finca, montando a caballo con todos los primos - a los dos nos encanta montar a caballo - o haciendo carreras con los quads. Y recuerdo también que siempre había mucha comida, porque debo confesar que a todos nos gusta mucho comer. Allí todo el mundo cantaba y bailaba. Son recuerdos que no se olbidan y es muy difícil explicar lo que siento cuando pienso en ello. No es añoranza, porque seguimos yendo a la finca cada vez que podemos, pero sí un sentimiento de felicidad muy especial. De hecho, mi comunión fue en casa de los tíos, y mi hermano y yo no tuvimos regalos porque pedimos que lo mejor que podían regalarnos era que toda la familia estuviera allí reunida. Y ese es un regalo que no todo el mundo puede tener, porque es muy difícil que las familias de tus padres estén unidas y se quieran. La nuestra es así y siempre lo hemos agradecido.
Tanto es así que los veranos también los pasabamos en familia, en casa de mi abuela, en Islantilla (Huelva) , donde hay una playa espectacular en la que nos lo pasamos genial, con muchos amigos, y ahora con mucho ligoteo. Nuestros veranos siempre han sido fantásticos, navegando con las barcas y pescando con nuestro padre. Nos encanta. Este verano, con la gira de conciertos de《Lo mejor está por venir》no tuvimos mucho tiempo para estar con los compañeros de siempre en la playa o en el pueblo, pero siempre que podíamos nos escapábamos con la familia para disfrutar del buen ambiente que hay allí, aunque fuera unos pocos días.
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JUNTOS POR UNA ILUSIÓN <GEMELIERS>
Randomesta no es una historia, es para la gente que no a leido el libro de los gemeliers por alguna razon, lo voy a copiar aqui para que lo leaiss. un besooo ♡♡♡