DANIEL♡ (CONTINUACIÓN)

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De pequeño me gustaba casi todo, me lo pasaba bien haciendo cualquier cosa. He sido un niño tan feliz, tan divertido y loco que todo lo malo que pudiera pasarnos, o aquello que no nos gustaba, lo transformaba en bueno. Por ejemplo, yo odio madrugar, en serio no lo aguanto, pero a veces no tienes más remedio porque debes ir al cole. Pues pongo buena cara cuando me levanto aunque me cueste mucho e intento estar de buen humor. Jesús es peor, odia a muerte madrugar.

Con mi hermano siempre hemos estado juntos, compartimos hasta habitación. Antes teníamos dos camas, pero Jesús siempre se metía en la mía por la noche, y por la mañana nos despertábamos juntos. Yo le decía que tenía que dormir en su cama pero no sé por qué él siempre amanecía a mi lado. Se sentía más a gusto durmiendo en mi cama. Un día decidí que como había una habitación que había dejado libre mi hermano mayor Juam Carlos, me instalaría allí, pero la aventura duró cuatro semanas, porque al poco ya estaba de nuevo Jesús durmiendo a mi lado. Desde ese día tenemos una cama individual que se abre y se hace grande para estar los dos, y así hemos zanjado el asunto del dormir.

Lo cierto es que con Jesús tengo una relación muy especial que va más allá de que seamos gemelos. De mi hermano me gusta todo, no somos muy diferentes, quizás en algunos detalles... Y lo que más le agradezco es el cariño que me da, porque el cariño de un hermano no se puede explicar. También me gusta lo bien que me lo paso con él, lo que hemos jugado juntos y seguimos jugando juntos. Por ejemplo, algunas batallita en la habitación: de repente él me da un empujón y nos peleamos, siempre estamos jugando a estas peleítas.

Jesús es muy dominante, y lo que diga va a misa. Es un cabezota:no insiste mucho pero cuando dice una cosa, tiene que ser de aquella manera, y a veces yo me rebelo, pero no nos llegamos a pelear nunca en serio. Con él lo comparto absolutamente todo, no hay nada que no compartamos. ¡Hasta la misma cama! También la ropa, los zapatos y los amigos. Todo, menos las niñas, claro, sólo de vez en cuando para hacer broma, porque alguna que otra niña ha habido, pero nada serio. Además, cuando mamá compra algo, ya sabes que también es para tu hermano. Si compra dos sudaderas, por ejemplo, nos la cambiamos, y creo que en general llevamos el uno la ropa del otro sin hacer demasiadas distinciones.

Además de Jesús, las personas más importantes de mi infancia han sido, evidentemente, mis padres y mi hermano Juan Carlos, que nos lleva nueve años. Estos últimos años ha estado viviendo en Londres, y le hemos echado muchísimo de menos, pero ya ha regresado a Sevilla. Recuerdo que nos hacía reír mucho cuando éramos pequeños. Pasábamos de tener un sofá en el comedor a convertirll en un castillo; y, con los cojines, nos perseguía por toda la casa y le hacíamos rabiar en broma. Era increíble. Juan Carlos es el hermano más loco que hay en el mundo, en serio. Está loco en el sentido de que es tan divertido, y vive tan alegre y feliz, que es imposible no reírse y pasarlo bien a su lado.

En las vacaciones de verano nos íbamos con la familia a Islantilla, en Huelva, en una casa que tiene mi abuela. Todas las vacaciones allí han sido especiales, porque tenemos muchísimos amigos y estamos todo el día en la calle o en la playa, tanbién de noche. Lo que más me gusta de allí es el helado de piñones: hay una heladería a la que voy todas las noches a comprar uno de esos helados. Para mí es como el ritual del verano y no puedo irme a la cama si no me como uno.

Es Islantilla, vivimos en una especie de urbanización en forma de《U》y pasamos el verano con verdaderos amigos y amigas, con los primos también, y en general, hay mucho ambiente. Por ejemplo, allí tengo entre cincuenta o sesenta amigos y este año he hecho otros diez. Te lo pasas de escándalo en Islantilla, de un lado para otro, siempre pensando en cosas nuevas para pasar el rato, conociendo a gente en la playa y demás. Pero hace dos años para mí las vacaciones fueron aún más especiales porque tuve, por as8 decirlo, mi primer amor de verano, y eso a un chico le cambia un poco la vida. Además, hice una nueva pandilla que era increíble y con gente con la que sigo teniendo contacto.

Aquel amor de verano, pasó, claro. Ahora de ligues vamos bien, no me puedo quejar, pero no tengo novia porque considero que soy demasiado joven para ello, y además estoy todo el día fuera. ¿Para qué voy a tener novia con quince años? A lo mejor dentro de dos o tres sí me lo planteo, pero con mi edad lo que me apetece hacer ahora es disfrutar.

Es cierto que tenemos muchos amigos porque intentamos mantener el contacto con todos ellos. A veces tienes una desilusión cuando te das cuenta de que alguno va contigo por interés, porque no todos los amigos lo son de verdad, pero en general ya sabemos cómo manejarlos. Lo que sí tengo son muchos《mejores》amigos, y eso es una grandísima suerte, porque aunque sea más o menos famoso les puedo pedir que vengan a casa a echarnos una partidita a la videoconsola. Esos sí son los buenos amigos que te ayudan y están allí, y con el tiempo uno se va dando cuenta de lo importante que son y ek cariño y el apoyo que te dan.

La verdad es que no me puedo quejar de la suerte que tengo con ellos. Porque son personas que no van conmigo y con mi hermano por la fama, si no que me ayudan en todo, me llaman para darme ánimos o me invitan a una barbacoa porque sí. Y eso es lo que me hace feliz. A los amigos de verdad no les importa cómo seas, lo que hagas o si eres famoso. Cuando tengo un poco de tiempo, lo que más me gusta es estar con ellos, como cualquier niño de quince años, y de hecho mi casa siempre está llena de gente.

Gracias a nuestros padres, que nos obligan a bajar de la nube en la que estamos, siempre tocamos de pies en el suelo y nunca nos permitimos creernos que somos mejores que nadie porque salimos en la televisión y hacemos conciertos o tenemos muchas fans. Estamos en la televisión desde los cuatro años y creo que sin las enseñanzas y los consejos de nuestros padres quizás hoy no estaríamos donde estamos ni seríamos como somos. Tengo mucha suerte de tenerlos cerca porque nos han ayudado mucho y en parte, gracias a ellos, siemore hemos valorado la amistad verdera y los amigos de siempre, que mantenemos desde que somos pequeños.

JUNTOS POR UNA ILUSIÓN <GEMELIERS>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora