¿hate?

7.3K 282 33
                                    

Mackenzie Maths era una Kook, una Kook extremadamente rebelde y con alma de Pogue. Sus padres aborrecían sus amistades, y ella debía encontrar siempre una forma de escaparse  de sus garras o las de su hermano mayor. Aún así, su alma liberal y en búsqueda de travesuras la hacían tomarse todo como una gran diversión.

Para JJ Maybank, ella era una jodida tormenta.  Según JJ, si había una palabra que definía perfectamente a Mackenzie Maths esa era "huracán" Donde Mack estaba se hacía notar por su increíble capacidad para revolucionar todo a su alrededor. Era algo torpe, rebelde sin causa, divertida y soñadora; lo cual hacía imposible no girarse a mirarla. Todo el mundo podía notar la energía que la muchacha irradiaba con sus grandes y bellísimas sonrisas, con su risa contagiosa que se hacía notar y cualquiera que estuviera cerca se reía de tan solo escucharla. 

Todos admitían que era una chica extraña.

JJ jamás se había llevado bien con ella, y es que detestaba el poder que tenía sobre él.
El rubio no podía dejar de mirarla, de observar su cuerpo cada vez que se retiraba su ropa para quedar en bikini. No podía dejar de observarla en sus más despistados momentos, y lo detestaba. Ella era extrovertida y rebelde, tan ruidosa como nadie jamás que había conocido.
JJ Maybank la detestaba por el simple hecho de no poder aceptar que estaba sintiendo mucho por esa revoltosa muchacha Kook.

— ¿Ya podemos irnos de una jodida vez?— Pregunto JJ por tercera vez a los demás Pogues. Estaban en el barco hacía un buen rato, esperando a la llegada de  Mackenzie.

— No nos iremos sin Mack.— contestó John B rodando los ojos. Todos los Pogues conocían esa rivalidad entre los dos muchachos y a veces lograban exasperarlos. 

— ¿Cuándo admitirás la clara tensión sexual que hay entre ustedes?— Pregunto Kie divertida, sabiendo cuanto le incomodaba ese tema al rubio.

— Lo último que quiero en el mundo es acostarme con Mackenzie Maths.— Dijo JJ rodando a los ojos aunque cada palabra fue exactamente lo contrario y él lo sabía. Lo sabía por las respuestas inconscientes de su cuerpo cada vez que ella estaba cerca.

Antes de que pudiera contestar, un estruendo se escuchó detrás y todos sabían que Mack se avecinaba. Al girarse se encontraron con la muchacha, que en la corrida se había chocado un inmenso carro que llevaba unas cuantas frutas que cayeron sin disimulo por toda calle.

— ¡Lo siento señora William!— Exclamó la chica mientras se apresuraba a juntar la mayor cantidad de frutas. Sus amigos rieron y rodaron sus ojos divertidos. La chica era increíblemente torpe, incapaz de controlar su cuerpo y siempre andaba tirando alguna que otra cosa.

— Ya ya, Mackenzie sal de aquí.— Dijo la mujer conociendo exactamente a la chica, y ella algo apenada asintió corriendo hacia el barco de sus amigos.

— ¿Qué hay chicos?— Pregunto sonriendo dando un salto con la ayuda de John B que luego beso su frente. Luego hizo un saludo extraño con Pope y un beso con Kiara. Finalmente, se giró al rubio que la miraba expectante.— Maybank.

— Maths. ¿Siempre debes hacerte esperar?

Mackenzie decidió pasar por alto el comentario sarcástico del rubio y comenzó a hablar con los demás intentando que el día no siguiera empeorando luego de la pelea con sus padres.

— ¿Problemas en el paraíso?— Pregunto Kiara mientras le pasaba una cerveza.

— Si eso es el paraíso, no quiero imaginar que será el infierno — Rodo los ojos la muchacha mientras se llevaba la botella a su boca.

JJ observo esa acción, mirando como sus labios se fruncían sobre el pico de la botella, sintiendo como todos en su interior dio un vuelco.— Mierda.— Susurró para si girándose, negandose a observarla por más tiempo. — ¿Tu que sabrás de infierno, princesa?

JJ Maybank // Imaginas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora