Kylo & The Angel | REYLO

Deux

"La primera vez que te vi suspiré y de ahí no pasó ningún momento en que dejara de hacerlo"

El Reino de la Oscuridad o como bien se le solía llamar "Inframundo", no era el mejor lugar para inspirarse o crear arte, eso Ben lo sabía. Tocar el violín en medio de su lúgubre hogar definitivamente no se tomaba como opción, mucho menos con su padre y los demás demons merodeando por los alrededores del palacio, si bien él tenía muchas responsabilidades en nombre del temible Kylo, líder de los Caballeros Ren; se podía permitir escapar ciertas ocasiones para quitarse ese peso de encima y simplemente ser Ben.

La primera vez que encontró su lugar de inspiración fue en una tarde-noche donde la discusión con su padre había tomado cierto rumbo violento, él salió del palacio importando poco los gritos que le exigían regresara, era la primera ocasión que subía a tierra firme sólo por mero placer y no por destrucción. No sabía cuánto tiempo había volado, ni en donde estaba simplemente se había dejado llevar por sus emociones, al bajar se encontró con una bella laguna cristalina rodeada de árboles y vegetación con el verde predominando, no supo porque pero el flechazo por ese encantador lugar le llegó como si de algo importante y especial se tratase, la noche lo hacía aún más especial con las estrellas iluminando el cielo y la luna reflejándose en el agua, la luz de esta parecía llamarlo dándole un efecto calmante, por pequeños instantes la imagen de su madre se vino a su mente poniendo en duda si ella lo había guiado para encontrar aquel lugar, creyendo fielmente que si, se quedo toda la noche ahí; desde aquel día Ben lo visitaba junto con su violín para tener sus pequeños respiros.

Esa noche fue diferente a las anteriores desde que llegó sintió un cambio en la fuerza, no era que no lo sintiera antes, pero la mayoría de veces se inclinaba a un solo lado ya fuera la luz u oscuridad, pero esta vez parecía tener balance como si ambos lados hubieran estado de acuerdo en mantener el equilibrio, no se imaginaba el porqué había sentido eso pero trato de no tomarle importancia simplemente puso el violín blanco con negro sobre su hombro y comenzó a tocar la melodía que para él representaba su vida junto con lo último que logró tocar para su madre, inició con algo sutil para después mover el arco transmitiendo más emoción como si alguien le estuviese presenciando, la sensación de que no estaba solo y podía compartir todo su sentir y ser entendido, con esto cerró sus ojos dejándose llevar.

Al finalizar la melodía sus parpados comenzaron a abrirse, mostrando el destello dorado que le caracterizaba en su mirada, fue en ese momento cuando comprendió que todo lo que sintió era algo real y tangible, no estaba solo una presencia lo acompañaba, podía sentir su fuerza, más sin embargo no le preocupaba, su corazón le decía que estaba bien que ese ser no representaba peligro, todo lo contrario, era como si de algo magnético se tratase, busco con su mirada al portador de aquella vibra y lo que encontró fue una sombra detrás de un árbol, una delicada mano -a su parecer- recargada en el tronco se asomaba, Ben tomó vuelo haciendo como que se retiraba del lugar logrando que aquel ser saliera de su escondite. Sintiendo haber realizado su cometido, aterrizó abruptamente detrás sacando un pequeño susto a lo que ahora podía ver era una mujer

—No es bueno espiar little.

La chica al escuchar la gruesa voz detrás de ella salió despavorida, tomando vuelo y alejándose lo más rápido que podía, rogando que no le hiciera nada. Ben quedó entre confundido y fascinado por lo que acababa de presenciar que no le dio tiempo de ir tras ella, vio cómo se alejaba y se perdía en la lejanía del cielo, sintiendo como el desbalance surgía otra vez. Comprendió lo que aquella chica era, sus alas la delataban y cuando una pequeña pluma blanca cayó del cielo, parando en la palma de sus manos lo confirmo.

Era un ángel y por lo que sentía su balance en la fuerza.

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