Kylo & The Angel | REYLO

Sept

"Eres mi momento más bello del día"

La vista al cielo parecía ser más hermosa de lo que podían imaginar, para Rey ver su hogar desde otra perspectiva le parecía surreal; los colores claros, el movimiento de las nubes cambiando de forma constantemente, imaginarse que detrás de esas esponjosas cosas blancas Poe, Finn y ella se recostaban a hablar cosas tontas o simplemente disfrutar el silencio, pero ahora no estaba recostada con ellos, en esos momentos se encontraba tirada en un prado verde con colinas alrededor junto con Ben y todo se sentía de una manera diferente.

Ben por su parte observaba todo con tanta admiración, por su parte todo esto significaba algo nuevo; siempre estaba viviendo en la oscuridad, rodeado de tanta maldad y sufrimiento, no encontraba las palabras para expresar lo que sentía en esos momentos, no después del abrazo con Rey, de un día para otro paso de tocando su violín con melancolía absorto en su nube de dolor, a estar recostado con este ser maravilloso de luz, su equilibrio, su ángel, el rayo de luz que lo iluminaba, su tan adorada sunshine. Si era realista estaba seguro que no merecía a Rey, no después de todo el sufrimiento que causó en algún momento como Kylo, pero Kylo ya no estaba y jamás volvería, estaba consciente que en algún punto su padre pediría explicaciones, no tenía ganas de enfrentarlo no después de aquel último encuentro aunque por ahora eso no importaba, estaba con el ángel y con ella se sentía a salvo.

La castaña volteó la cabeza en dirección a Ben, lo observo sonriendo amplio mirando el cielo, no podía imaginar lo que el demon sentía en ese momento al por fin salir de ese agujero negro donde vivía y contemplar nuevos horizontes, se veía tan tranquilo recostado en el pasto sobre sus alas negras, realmente eran tan negras como la noche que se arrepintió de siquiera imaginar antes en cambiarlas ¿Como podía cambiar eso tan hermoso? Tan único, pensar en modificar a Ben con su piel pálida con dejes grisáceos, esos ojos dorados cual rayos de sol, Rey pensaba que el apodo "sunshine" era merecedor de él, porque lo reflejaba en el color de sus iris, ver a través de los ojos del demon era sumergirte en una especie de limbo del cual no quisieras salir por lo perdida que el ángel se sentía con tan solo hacerlo.

Ella era luz y el la obscuridad que la absorbía, entonces lo comprendió, Ben no podía ser "sunshine" pero si su contrario y sin más lo dijo.

—Moonlight.— habló Rey sacando de su trance al chico.

—¿Qué? — pregunto algo consternado, volteando la mirada a su dirección.

—Yo... —comenzó a decir tratando de encontrar las palabras adecuadas. —Tu siempre dices que soy sunshine y creo que no es del todo justo tener yo sola ese apodo porque tus ojos son dorados, entonces... —tomó una bocanada de aire para tomar valor ante la intensa mirada que le daba Ben —Tú deberías ser moonlight. — dijo por fin sonrojándose. Ben se quedó escéptico al escuchar eso, realmente esta vez Rey sí que lo estaba sorprendiendo, primero con el abrazo y luego con el repentino apodo dado por la castaña. —Pero, ahora quiero que cumplas con tu palabra y me cuentes sobre ti— dijo rápidamente para no darle tiempo al demon de avergonzarla por lo dicho anteriormente, este se dio cuenta de la intención y le sonrió tiernamente, por primera vez no tenía ganas de mofarse de Rey.

—Eres audaz pequeña....Pero está bien, realmente no se que quieres que te cuente sobre mi, carezco de emociones absolutas en la vida ya deberías imaginar cómo es ahí, lúgubre y gris, eso es todo ya te conté, ahora háblame de ti y de los cielos.— Rey frunció el ceño y negó ante tal petición.—De acuerdo prometo contarte más si me hablas de ti.

—Eres tramposo, bien te contare— resopló haciendo volar un mechón de cabello —Mi hogar es ese de ahí. —señalo el cielo— No sabría como describirlo, es simplemente hermoso, los colores son tan cálidos, como puedes notar el azul y el blanco predominan, los ángeles son tan amables, todos con una sonrisa dispuestos ayudarte, por supuesto existen increíbles paisajes entre ellos el palacio de Coruscant, pero para mi no llegan a ser tan sorprendentes como los que me he encontrado en tierra e de admitir.