Kylo & The Angel | REYLO

Trois

"Ahora se que me encontré un ángel en persona y ella luce perfecta"

Perfect - Ed Sheeran

Con el corazón puesto en una mano latiendo al mil por hora, Ben suspiraba levitando con la ayuda de sus alas en el único espacio que tenía algo de acogedor ese castillo. El cuarto de música de su madre. Lo único puro e intacto donde podía sentirse el mismo y dejarse llevar por las melodías de su violín, mismo que había pertenecido a ella tiempo atrás. El lugar era bastante sencillo; las paredes beige con destellos dorados lo adornaban junto con instrumentos –que realmente hasta la fecha no se habían usado–resaltaban los dos violines hasta el fondo de la sala; el suyo blanco  y otro color café caoba, colocados cuidadosamente en repisas. Lo suspiros tenían una razón de ser, un motivo llamado "Rey", Ben seguía pensando en la belleza de aquel ángel y en cómo en tan solo dos noches le había logrado cautivar su duro y frío corazón; recordaba el cabello largo castaño recogido con mechones rebeldes sueltos en caireles, su piel blanca adornada de pequeñas pecas y lo que más destacaba era sus grandes alas que hacían resaltar sus ojos verdes.

No supo porque pero en cuanto estuvo frente a ella lo único que pudo decirle fue la palabra "little sunshine" y es que a su parecer eso era Rey; un brillo solar, tanto que llegaba opacar la luz de la luna, su nombre se le hacía merecedor de todo, como si hubiera nacido para que se postraran ante sus pies, en todo ese concepto la tenía Ben y para bien o para mal él tenía en cuenta que no se equivocaba, era hijo de un personaje oscuro por supuesto identificaría a alguien con malas intenciones e incluso imperfecciones andando, pero desde la primera vez que sintió su presencia algo tranquilo lo había invadido, dejándolo con el sentimiento de que ese hermoso ser era su balance, la luz pura andando.
Nunca en lo que él llamaba "miserable y triste vida" se imaginó que iba a encontrar a alguien quien ocupara toda su mente, desde que su madre había muerto él simplemente se había refugiado en los brazos de la Oscuridad, aceptando lo que el destino le tenía impuesto, pero ahora que había conocido a Rey tenía otros planes en mente; su corazón lo traicionaba y le dictaba que siguiera indagando hasta llegar a ella, no era inalcanzable lo presintió cuando aquella conexión sucedió al rozar su mano con la suya para devolverle aquel cuaderno y como la primera vez huyó despavorida con la cara roja de la vergüenza, además por supuesto se percató que él no le era indiferente cuando vio su rostro plasmado con trazos apenas visibles en su cuaderno.

Después de tanto suspiro, bajó a suelo firme para encaminarse hasta el retrato pintado que estaba colgado en la pared donde se encontraban su madre y él, como deseo que ella estuviera viva para poder decirle lo que le pasaba en esos momentos, sacó del bolso de su pantalón holgado la pluma del ala de Rey que había caído la primera noche y por primera vez –después de tantos años– le sonrió a la foto de su madre lleno de esperanza y anhelos.

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Al día siguiente Ben salió más temprano de lo normal del castillo, si bien solía irse pegando el anochecer, esta vez quería estar lo más pronto posible para poder ver a su ángel. Tenía la esperanza que no la hubiera asustado el día anterior y se decidiera por no ir para evitarse la vergüenza de encontrárselo.

En cuanto arribó al lugar un alivio lo inundó, pues ahí estaba ella recostada en el tronco del árbol bastante concentrada en su dibujo, quizo sorprenderla; sacó de un pequeño maletín su violín, por un momento dudo en tocar alguna canción que sabía, Ben quería algo nuevo, pensó en que lo mejor era dejarse llevar por los sentimientos que lo abarcaban en ese instante y la percepción que tenía sobre Rey.