𝘕𝘶𝘦𝘷𝘦

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En la mañana, todos desayunaban en silencio, entre miradas cómplices.
—Debo de decir algo —la mujer se notaba nerviosa. Ambos la miraban esperando a que continuara.
—¿Mamá? —preguntó Jimin, al ver que esta no decía nada.
—No, disculpen no es nada —sonrió un poco forzada. —Apurate que llegaras tarde al colegio —sin decir más, se levantó de su lugar y salió de la sala.
El menor copio la acción para tomar su mochila.
—Cuídate, ¿sí? —Jungkook se acercó a él, para tomar su frente y depositar un suave beso.
Sin más salió de su casa camino al colegio.
—Se que estas ahí —hablo fuerte el peli negro.
—Jungkook, yo...—la mujer nuevamente se encontraba en una situación de nervios. —¿Podemos? — pregunto algo avergonzada.
El mayor giro lentamente sobre sus talones para observarla fríamente. Un escalofrío recorrió el pequeño cuerpo de aquella mujer, ante la mirada que su "marido" le daba.
Aún así, este acepto la solicitud indirecta que le había dado.

Horas más tarde, el menor llegó del colegio y lo primero que notó al ingresar al hogar, fue un enorme silencio

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Horas más tarde, el menor llegó del colegio y lo primero que notó al ingresar al hogar, fue un enorme silencio.
Algo extrañado subió lentamente las escaleras, comenzando a escuchar algunos sonidos provenientes de la habitación de sus padres. Al acercarse, visualizo a su madre sentada en la punta de la cama con su bata, mientras que su padre, se encontraba parado a  un costado. Ambos tenían una mirada muy perdida.
Quiso retirarse de allí, pero una voz lo detuvo.
—Jimin, quédate —le dijo su padre.
Un escalofrío recorrió su espalda y dio media vuelta.
—¿Qué sucede? —preguntó, mientras miraba a su madre, quien se levantaba despacio de la cama.
—Debemos charlar de algo importante, me cambiaré y bajaremos —luego de eso, ambos hombres salieron de la habitación en distintas direcciones.
Jimin dejó sus pertenencias en la habitación y bajo. En la mesa, de momento solo se encontraba su padre.
—Jungkook —lo llamó susurrando, obteniendo su atención. —¿Qué suce..?— se vio incapaz de terminar la oración al escuchar los pasos de su madre acercándose.
Una vez que todos se encontraban en sus lugares, la mujer sacó unos papeles y los dejó sobre la mesa.
—Debería de contar toda la historia de por qué —el menor no comprendió del todo aquellas palabras hasta que vio correctamente los papeles.
Había una ecografía, un turno para un médico y papeles de divorcio.
Su respiración se agitó y comenzó a preocuparse. No comprendía nada. ¿Una ecografía?, ¿De quién era?, ¿Divorcio?, ¿Qué estaba sucediendo?.
—¿De qué estas hablando? —dijo por lo bajo el menor, con la cabeza gacha y sus manos echas puño.
Su madre soltó un suspiro.
—Estoy embarazada

{Camino por la arena,mis pies se derriteny se pierden por entre las olas;oscurece y desaparezco en el abismo

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{Camino por la arena,
mis pies se derriten
y se pierden por entre las olas;
oscurece y desaparezco en el abismo.

Las nubes me atan la libertad
de pies y manos,
no puedo escapar,
no puedo huir.

Me arrancaron la raíz del alma,
me arrancaron de ti,
me estropearon y me perdieron entre las arenas infinitas.

Me desarraigaron del mar de tu corazón
apaciguado y turbulento,
me quitaron del muro que nos divide.

El mismo muro que nos dio la espalda,
ese pedazo de infiel de muralla,
que carcomió la esperanza  definitiva de la vida,
que echo a volar las oportunidades traumatizadas. }

18 años atrás...

Una noche Park Sun Hee le pareció divertido pasarse de copas en la fiesta de la compañía donde trabajaba, junto a sus amigos. Desafortunadamente no pensó que desenlace podría tener aquello.
En la mañana siguiente, un dolor agudo estaba instalado en su cabeza, se encontraba mareada y no reconocía donde estaba. Había pasado la noche con otra persona, mientras que su marido se encontraba de viaje.
Lentamente llevo su manos a su pecho, mientras que lágrimas se deslizaban por su pequeño rostro.
A los 3 meses se vio incapaz de seguir ocultando el embarazo a su esposo.  Una nueva mentira surgió. Es tú bebé. Pronuncio aquel día con lágrimas y no eran de felicidad. Eran de dolor por aquella traición. Le dolía haber echo lo que hizo.
Acorde los meses iban pasando, la relación fue decayendo, mientras que el parto se acercaba.
Para cuando el gran mágico día llegó, entre aquellas personas que se habían declarado amor profundo y sincero, no había nada. La madre se negó a ver a su hijo y a los pocos días del parto se fue.
Cuido de su hijo los primeros 3 meses, que se sintieron como si de 1 año se tratase. Fueron los peores meses para aquella pareja, donde amor ya no había.
Pasaron los años, y en el cumpleaños número 6 de Jimin, un hermoso niño y fuerte, se decidió por aparecer con un gran regalo y sonrisa. Al fin y al cabo era su hijo. Pero así como apareció, desapareció durante 6 años más. Había aparecido en su vida unas 3 veces desde que la había visto a sus pequeños 6 años.

 Había aparecido en su vida unas 3 veces desde que la había visto a sus pequeños 6 años

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así es, volví por fin.
¡Nuevo separador!, ¿Qué les parece?👀
Conocieron parte de la historia de Jimin, ¿Qué piensan?👀
Espero que todos se encuentren bien❤

-Better🖤

¡Papá! Quiere me al menos un día |km|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora