capítulo 3.

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Camino a casa, Alejandro le indicó al taxista que siguiera de largo una vez que alcanzaron la cuadra de su departamento, así llegaron a The Coven, el club nocturno donde trabajaba. Esta era su noche libre, pero eso no evitó que quisiera visitarlo, por pura diversión. Al ver la larga fila, emitió una risita entre dientes, antes de pasar hasta la puerta seguido por Luke, ambos escucharon los gritos de protesta de los visitantes aun sin entrar, pero los ignoró. Leon, el portero, le dio un saludo con la cabeza y un guiño a Alex que hizo a Luke, arquear una ceja.

—¿Qué? Trabajo aquí, Leon me conoce, no es nada del otro mundo, ni algo por lo que debas molestarte.

—No me molesta, sólo se me hace... raro.

—Cielo, acabas de entrar a un club nocturno liderado por vampiros. Créeme, el hecho de que Leon me guiñara el ojo, es lo menos extraño que encontrarás aquí.

Con ese último comentario, ambos se introdujeron en la escena oscura y sensual del lugar, que a Luke le resultó algo familiar, al haber frecuentado varios con Elena, antes del nacimiento de Ellie, solo que todo allí, parecía multiplicado por mil. A medida que seguía a Alex, pudo ver a muchos jóvenes vestidos de cuero negro y látex, con llamativos peinados, piercings y tatuajes. En definitiva, él ya no estaba en Kansas. Llegaron pronto a la barra, donde un atractivo hombre asiático atendía los pedidos con rapidez. Sus ojos oscuros se fijaron en Alejandro, después sonrió de medio lado, llamando una vez más, la atención de Luke.

—Hey Jang, ¿Cómo estás? —Alex lo saludó, con su coquetería natural.

—Hola Alex, pensé que no vendrías hoy... después de todo, es tu noche libre.

—Pues, ya sabes lo que dicen... puedes llevar el caballo al rio, pero no obligarlo a beber —dijo, encogiéndose de hombros— ¿Qué quieres tomar? —preguntó, mirando a Luke.

—Una cerveza está bien, no quiero emborracharme—Luke contestó, en tono seco.

—¡Oh vamos! Tu propia hija te dijo que te relajaras, y solo tiene seis años... —Alejandro puso los ojos en blanco, volviendo a mirar al cantinero—dos cervezas, bien frías.

—En seguida —dijo Jang, moviéndose con gracia por el lugar.

—¿El jefe está aquí? —Alejandro preguntó, mientras le entregaba la botella a Luke.

—Sí, está arriba, con la familia— respondió, señalando la zona VIP.

—Oh, ¿En serio? —Alex frunció el ceño suavemente— ¿Alguna ocasión especial? —preguntó de nuevo, bebiendo de su cerveza, Luke también escuchaba atentamente, aunque no sabía quién era el tipo.

—Dean está embarazado —Jang sonrió ampliamente, ante la cara de sorpresa de Alejandro.

—¡No. Me. Jodas! —Gritó, golpeando la mano contra el mesón— ¡Eso es... es... wow!

—Ugh... Alejandro, estoy un poco perdido aquí —Luke dijo, a su lado.

—Oh, lo siento. Estamos hablando de mi jefe, el dueño del bar. Su nombre es Khristopher, y está emparejado. Una de sus parejas, Dean, al parecer está embarazado... lo que me lleva a pensar... ¡Que Gabriel debe estar como loco! —Alejandro volvió a gritar, haciendo reír a Jang.

—Digamos que su actitud de pitbull rabioso aumentó un 200%, es algo... interesante de ver.

—Entonces, el pequeño Zach va a tener un hermano o hermana —Alejandro sonrió, y por un instante, Luke tuvo celos de ese hombre, Khristopher, por ser capaz de iluminar de esa forma el rostro de su pareja.

—Mi pareja...—Luke murmuró.

—¿Quieres bailar? —Alejandro preguntó, dejando la botella de cerveza vacía en el mostrador.

Serendipia (Lazos de Almas 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora