Capítulo 7.

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—Eh… ¿Chicos? —Dean dijo, al entrar a la habitación de Luke y Alejandro— tenemos una pequeña situación, y quiero hacer énfasis en la palabra “pequeña”.

—¿Qué sucede? —Luke dijo, mientras terminaba de vestirse.

—Es mejor que vengan a ver por si mismos, es algo… —Dean pareció buscar la palabra correcta— ¿Mágico?

Habían pasado tres días desde que Luke, Alejandro y los niños se mudaron a vivir en el clan de los Valiant. Todavía se estaban acostumbrando a un horario casi completamente nocturno de todos, lo que al principio fue difícil para Mateo, que se la pasaba cansado y malhumorado, pero nada que su nuevo mejor amigo, Zachariah, no arreglara con una de sus alegres sonrisas. Parecía que ambos niños estaban desarrollando una conexión rápida y profunda, eso llamó la atención de todos, debido a la juventud de los dos.

Eleanor también estaba ahí con ellos, mirando como su hermanito entretenía al bebé, se sentía un poco celosa, pero no tardó mucho tiempo en caer en los encantos del pequeño Zach.
Dean, Luke y Alex, caminaron lentamente hacia la habitación del bebé y entraron sin hacer ruido, para ver a sus hijos jugando. Las manos de Mateo estaban en el aire, sus dedos moviéndose en círculos, estirándose y encogiéndose, al tiempo que diminutas luces brillaban ante los ojos grises claros de Zach, haciéndolo reír con las pequeñas explosiones.

Alejandro miró a su pareja con la boca abierta, Luke le devolvió el gesto, con sus ojos muy abiertos.

—Supongo que esta es otra habilidad escondida de Mateo —Dean dijo, recargándose en el marco de la puerta.

—Dean… yo… —Alejandro comenzó a decir, pero Dean lo interrumpió.

—Todo está bien —dijo, sonriendo—no estoy molesto por eso, si es lo que estás pensando, es claro que a Zach le gusta lo que Teo hace, y bueno, mientras estén seguros, entonces todo bien.

Alejandro suspiró—De acuerdo.

—Esta noche regresas a trabajar ¿No? —Dean preguntó, entrando normalmente al cuarto.

—Sí, y por raro que pueda sonar, extrañaba el bar.

Dean asintió—Creo que es normal, eso te ayudará a mantener tu mente ocupada en otras cosas, y no solo en la situación por la que están pasando —dijo, para después mirar a Luke— ¿Y tú, qué harás?

—¿A qué te refieres? —Luke preguntó, arqueando una ceja.

—Mientras Alex trabaja, ¿En qué pasarás tu tiempo? Yo casi siempre me abstengo de ir al club, el ambiente no es muy de mi agrado, prefiero quedarme aquí con el bebé, jugar con él, mirar un poco de televisión o tomar una siesta hasta que Khris y Gabe regresen, pero ¿Tú?

—En realidad… no había pensado en eso —Luke lo miró, acariciando su barbilla— la directora del centro de recreación dijo algo sobre trabajar allí con algunos de los niños, pero no sé si aceptar la oferta.

—Eso me recuerda —Alejandro intervino—que debo llamar al abogado que me recomendó.

—Esta… directora, es bastante servicial ¿No? —Dean dijo, con suspicacia.

—Pues si… la conocí hace un par de años, cuando llevé a Teo por primera vez al centro. Ella tiene cierta debilidad por los niños, algunos de los padres que conocí, dicen que es porque no puede concebir, pero no estoy seguro.

—Bueno, ve con cuidado de todas maneras. En estos días, uno debe ver bien en quién confía, y tú —Dean dijo, mirando a Luke—si decides declinar la oferta de la directora, podrías hablar con Khris, para que te de un empleo en el club.

Serendipia (Lazos de Almas 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora