Un chico coreano y tú

PARTE 2. Cap 1: El regreso

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Ya ha pasado un año desde que Baehyun regresó a su país natal. Desde que él se fue aquí las cosas han cambiado. En el regreso a clases Molly ha dejado de juntarse con mis amigas y yo, sin mencionar que cada vez que nos acercábamos a hablarla ella nos intentaba evadir. Incluso se cambió de clase. Además, a mis amigas también las he notado raras desde la vuelta al insti. Nunca vemos juntas a Keila y a Rose. Incluso esta última dejó de quedar con nosotras. La seguimos viendo en clase y nos saludamos y hablamos como si nada, pero cuando se trata de quedadas "no puede ir". Creo que está intentando evitar a Keila, quien es con la que no le habla. ¿Habrán discutido en las vacaciones?
Además, Jessie nos contó que su banda se disolvió y que desde ese entonces no ha vuelto a ver a los miembros de la banda. Seguramente tenga algo que ver con su ruptura.

No me olvido mencionar tampoco que hemos tenido que pensar qué queremos ser de mayor, por lo que hemos tenido que mirar qué nos llama más la atención: ciencias, letras, etc. Partiendo de ahí hemos tenido que mirar los centros donde se estudian dichas ramas y la proximidad. También hay que tener en cuenta el prestigio de cada instituto de preparatoria, de los cuales sus únicos requisitos son las notas, haciendo así un ranking. Obviamente, no todas mis amigas y yo vivimos en la misma zona ni queremos estudiar lo mismo, por lo que este va a ser el primer curso en el que dejemos de vernos por las clases. En fin, no todo es para siempre.

Sin embargo, al lugar donde voy a estudiar coincido con algunas de mis amigas.

Cuando entro a clase veo tanto caras conocidas como desconocidas. Entre esa multitud distingo a mis amigas.

-¡___! -me abraza Nath.
-¡Hola, ___! -hace lo mismo Maya.
-Holas chicas-las sonrío.
-Te hemos estado guardando un sitio para que te sientes cerca de nosotras-señala Nath el pupitre vacío cerca de la ventana.
-¡Gracias!-voy al asiento reservado y colocó mis cosas sobre el pupitre.

El primer día de clases estuvo bien. Mis nuevos compañeros de clase parecen ser simpáticos. Cuando llegó el recreo fuimos mis amigas y yo a la clase de al lado donde estaba Keila y su nueva amiga Estela. Nos reunimos y hablábamos de nuestro primer día de clases.

Al día siguiente, me llevé una gran sorpresa. Como hace dos años, entra un chico surcoreano a nuestra clase, se presenta y todos reaccionan igual de impactados que aquella vez por oír su nombre. La profesora señala un asiento y éste se siente en ese. Me quedo mirándolo con la boca abierta y segundos después el voltea hacia donde estoy yo y hacemos contacto visual. Él me muestra una amplia, brillante y hermosa sonrisa y a mí se me escapa una lágrima de felicidad. Verlo ahí en clase era como un sueño. Me pellisco para ver si es real o no. Sí, es real. No me lo puedo creer.

Cuando termina la clase me levanto y voy hacia él.

-¡Baehyun!
-¡___!-se levanta y extiende sus brazos.
Nos damos un gran abrazo y nos quedamos así por un minuto.

-Qué bonito-comenta Nath mientras aplaude.
-Sí :3 - añade Maya.

Aunque es verdad que chateábamos todos los días, verlo después de un año es como verlo después de décadas.

-Me sorprendiste.
-¿En serio?
-Sí, mucho. Aunque no entiendo qué haces aquí, pudiendo estar en otra preparatoria con mayor prestigio.
-Bueno, mientras esté mi novia en la misma que yo me basta.

Me sonrojo al oír eso. Hace tiempo que no lo escucho pronunciar "mi novia".

En el recreo nos pusimos al día de todo lo que ha pasado el año pasado.

Un mes después quedamos mis amigas y yo con Jessie y Gail. Hablamos de nuestro primer día, de las asignaturas, de los profesores, etc.

De regreso a mi casa me encuentro con Molly, quien hace contacto visual conmigo, y después de quedar sorprendida se cambia de acera.
"¿Qué hago?" me pregunto a mí misma. Puedo hacer como que no la he visto. Por otra parte, quiero saber por qué se aleja.

Finalmente decido saludarla.
-¡Molly!
Ella me ignora y sigue caminando.
-¡Molly, Molly...!-corro hacia ella y voltea a verme con cara de asco mientras acelera el paso. La alcanzo y voy al mismo ritmo que ella quedándome a su lado-Molly, ¿estás sorda?-le agarro el hombro.

-¡No me toques, basura!-inmediatamente me empuja y caigo en la carretera. Alzó la mirada y veo un destello de luz. Luego se escuchan gritos. Ahora no veo nada, no siento el cuerpo y poco a poco siento que esos gritos se ahogan en un pitido que acaba siendo un silencio.

¡¡Holaa!! Como habrán podido observar en el título, esto es la segunda parte de la historia, pero en vez de hacerlo aparte lo escribo junto.