𝚘𝚗𝚎

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Antes que nada, quería decir que esta historia tiene la gran colaboración de
Candy__blue_

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Sonic.

El escaso sol golpea mi rostro y hace que cruce la calle para estar al lado de la agradable sombra.

Estoy cansado de caminar, mi mente me carcome con cada recuerdo de la pelea que tuve con mi padre hace unos momentos en su oficina. No me sorprende esto, ya hemos pasado varias veces por el mismo tema y él no entiende solo una simple frase: No quiero seguir con la empresa, no quiero casarme.

¿Por qué simplemente no puede aceptar que su hijo quiere estudiar algo diferente e irse de esta ciudad? Esta totalmente ciego.

Un recuerdo que me hace enojar mucho, es que cuando apenas amaneció el sol del 23 de junio (hace tres años exactamente cuando cumplí los dieciocho) me levantó de la cama y me llevó hacia los mejores abogados de la ciudad para que yo recibiera todo el mando de la empresa cuando él muriera. No pude pasar el día con una fiesta, lo pasé con abogados y estúpidos papeleos.

Volviendo al presente, tuve que aceptar mi puesto como su colega o lo que sea de él en el trabajo. No puedo tampoco simplemente dejarlo en esto.

Veo la hora en mi reloj de mano, a penas son las diez de la mañana y no he desayunado nada. Y para eso, mi querido amigo/a, voy a la misma cafetería que siempre he ido.

Su nombre es "The Coffe Pink" Una cafetería sencilla pero realmente cómoda. Su pintura color pastel, sus cuadros con fotos de las bebidas y comidas más apreciadas en ese lugar, y una vista espectacular, siempre y cuando te hagas en la mesa correcta. Y para eso, siempre llego temprano para tomar la mesa que esta justo al lado de la ventana, apreciando la luz del Sol que cae en la mesa y toca mis manos.

Mis manos abren la puerta haciendo que el típico sonido de la campanita lo sientan mis oídos. Miro hacia todos lados tratando de buscar mi mesa, pero hoy, ¿pero por qué especialmente tuve que llegar tarde hoy? Hay una chica, púas rosas y algo largas, le llegan más o menos a los hombros.

Mis ánimos no están del todo alegres hoy como para ir otra mesa y dejar pasar la oportunidad del sol esta mañana.

Caminé lentamente hacia ella, puse mi mano encima de sus papeles y ella voltea su mirada para que sus ojos Jade chocaran con mi vista.

—Hey, pinky. No es por causar problemas pero esta es mi mesa —dije de la forma más amable posible para que no creyera que la estoy corriendo o algo por el estilo, pero en definitiva estoy haciendo eso.

BATIDO DE FRESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora