BATIDO DE FRESA

𝚝𝚑𝚛𝚎𝚎

Sonic.

—Así que... —dejó la soda a un lado y volteó a mirarme— ¿cómo te fue ayer?

—Nada interesante, la verdad —revolvi el café de nuevo—. Jamás, en la vida, me dejes volver a decirte que no voy a morir porque mi amigo no me atiende. ¿Vale?

—Wow, wow, ¿así de mal te fue sin mi? —se inclinó— ¿qué pasó?

—Nada. Lo único que pasó fue que no me entregaron el café en leche con azúcar que quería, ¡me lo entregaron sin azúcar! Casi me voy a golpes con un mesero, y... ¡Oh, verdad! Gaste más dinero de lo normal por dos chillidogs con sodas.

—¿Tanta hambre tenías? —tomó una pastilla y la tragó.

—No, por supuesto que no. Era para la chica... —miré hacia varios lados— esa chica. La de púas rosas.

Tails giró levemente su cabeza y la observó un momento. Rio levemente y me observó con sus notables ojeras.

—¿Ya tienes una nueva amiga? Que lindo.

—Que te jo–

—¡Epa, tranquilo! Era broma. No olvides que hay niños presentes —me guiño el ojo— pero cambiando de tema, sé quién es ella, pues... he tenido la oportunidad de conocerla cuando la atiendo. Su nombre es Amy Rose, estudiante, está en su último año de universidad.

—¿Y... de casualidad sabes quién exactamente es ese mesero? El perro faldero —tomé mi café mientras seguía observando a la rosada.

—Nash.

—Da igual.

—Se supone que sólo iba a ser mi remplazo ayer. Pero le dieron el empleo al ver que la cafetería necesitaba más ayuda.

—¿Y por qué peleó con la Amelia?

—¿Qué?

—Tiene más cara de mi mamá que el nombre de Amy. Casi no le pega el nombre. Hasta podría ser mi tía.

—¡Sonic! —bufo y se cruzó de brazos— en primer lugar si se llama Amy, debes nombrarla así, no lo cambies para joder. En segunda, tuvo ese pequeño problema porque no pidió nada y vino sólo a tomar una mesa.

—Espera, no capte. ¿Como que sólo a tomar una mesa? ¿No come o que?

—Tiene nuestro permiso para quedarse aquí y no tomar una orden si no la quiere. Creo que sólo viene a estudiar.

—Claro, ahora tiene sentido —la chica habla con una mujer que está en frente suyo. Parece tener sentido del humor.

—Así que... Sonic.

—¿Si?

—¿Me puedes explicar el por qué enviaste un batido de fresa a esa chica? ¿Quieres ligar con eso? Porque Knuckles te puede ayudar porque tu, mi querido amigo, no sabes para nada. Creo que los años si te están volviendo más viejo y tonto de lo normal.