Capítulo 5

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Capítulo dedicado a Yaletzy y a Katherine
Las primeras lectoras de mis historias

―Arrodíllate―ordeno Vanessa, sus ojos desprendían un brillo lujurioso

Se lamió los labios mientras me veía arrodillarme ante ella.

―Me gusta tu actitud, obedeces sin que tenga que repetirlo dos veces―dijo mostrando su perfecta y perversa sonrisa

Vanessa comenzó a quitarse su vestido sin dejar de verme Jayson arrodillado frente a ella, soy un chico virgen y guapo, frente a una Ama perversa. Lamí mis labios con nerviosismo, quería estar con Vanessa, debía hacerlo, pero la incomodidad de que ella fuera mi jefa me generaba duda, era mi momento de dejar de ser virgen.

―Súbete a la cama.

Obedecí.

Ella saco del tocador frente a la cama unas esposas y me las coloco en mis muñecas.

Vanessa estaba cubierta solamente por una pieza de encaje negro, mis sonrojadas mejillas no podían ya aumentar del color rojo, comenzaban a arderme, mi mirada viajo al pecho semicubierto de Vanessa, lamio sus labios de una manera provocativa, me maldije internamente por hacerlo, estaba deseoso por probarlos. Los carnosos labios de Vanessa se unieron a los míos en un beso dulce que no duro tanto en volverse uno más subido de tono, mis latidos comenzaron a volverse más intensos simplemente por el beso de Vanessa, quería saber a qué podía llegar, no tardía mucho en averígualo.
Vanessa separo levemente sus labios de los míos para que tomara aire, sonrió malévolamente al llevarse un suspiro extasiado de mi parte, mordí suavemente sus labios.

Me he vuelto adicto a tu boca, pensé.

―Por ser tu primera vez, te perdono esta, pero vuelves a morderme y te castigo―amenazo

―L-lo siento.

Continuo besándome, le seguía el paso a Vanessa, movía mis labios a su ritmo, con timidez me abri paso con la lengua hasta la boca de Vanessa, quien recibió mi lengua saboreando el aliento mentolado que tengo, los labios de Vanessa dejaron los míos y pasaron por mis mejillas hasta mi cuello, donde dejo chupones y mordiscos que me dejarían marcas, un electricidad recorrió por completo a Jason haciendo que mi manos esposadas se empuñaran, gemí, Vanessa sonrió de lado y mordió mi lóbulo, haciendo que otra corriente me recorriera.

―Espera, guárdalos para dentro de un rato―susurro en mi oido

No lograba mover mis manos y con dificultad mis brazos, las esposas me dificultaban el movimiento, los carnosos labios de Vanessa comenzaron a descender desde mi cuello pasando por mi pecho dejando un sensual rastro de chupones, Vanessa se detuvo ante mi pezón, le dio un beso y mordió levemente, haciendo que diera un gemido ahogado, los ojos negro de Vanessa tenían un brillo de maldad, repitió el mismo acto en el otro pezón haciendo que una electricidad recorriera cada parte de mí cuerpo, provocándome un dolor excitante que nunca pense experimentar.

Continúo bajando por mi abdomen y se detuvo a introducir en su boca mi erección, cerre los ojos, y sin controlar mi cuerpo, reaccione a el placer que la boca húmeda y cálida de Vanessa hacía en mi parte sensible, mordía mi labio reprimiendo en vano los suspiros y gemidos que salían sin control.

Vanessa dejo de chupar solo para ver mejor la posición en que me encontraba, con los ojos cerrados y con una sonrisa tímida, deposito dulce beso en sus labios y continúo chupando.

―Te toca a ti.

Se acerco a mi rostro y apoyándose en cada rodilla, acerco su vagina a mi boca, no sabía cómo hacerlo, soy un inexperto, mi lengua entraba y salía, chupando y saboreando la piel interna de Vanessa sintiendo la humedad de la zona de la chica, Vanessa gemía fuerte, lo que me hizo entender que lo estaba haciendo bien, Vanessa acerco más su zona húmeda a mi boca y con ojos cerrados no paraba de lamer la zona, saboreando tal parte de Vanessa, un remolino de mariposas generadas por los nervios se comenzó a hacer presente en mi estómago, la lengua inexperta se movía con seguridad y con perfecta sabiduría dentro de ella, Vanessa con sus dedos abrió mas su zoma, más profundidad que acepte sin dudar, la piel húmeda y cálida de Vanessa me gustaba.

Vanessa dejo la posición en la que se encontraba y me quito las esposas, solo para esposar una de mis manos a la cama.

―Lamelos―me ordeno, poniéndome en la boca mis dedos de la mano libre, obedecí.

Vanessa guió uno de los dedos húmedos hasta su entrada y termine de introducirlo, Vanessa se removió sobre mientras daba un gemido, comencé a meter y sacar mi dedo, cada momento aumentando más la velocidad, luego saque mi dedo y humedecí otro dedo, indeciso introduje otro dedo en la vagina de Vanessa que soltó otro gemido de placer y sufrió un espasmo, continué con el movimiento lento viendo cada reacción de Vanessa mi pecho se movía irregularmente, la excitación, el estado de adrenalina recorriendo mi cuerpo, y verla de esa manera hacia que mi erección comenzara a doler. Sin darme cuenta mis movimientos habían aumentado la velocidad y Vanessa daba más gemidos mientras pellizcaba uno de sus firmes pezones, mis dedos ya se movían con facilidad introduje otro dedo, continue pero no dude ni tarde en aumentar la velocidad, siendo testigo de cómo Vanessa se excitaba con mis dedos dentro de ella, comencé a hacer movimientos circulares y buscaba llegar más profundo de la chica, Vanessa le daba permiso total, los gemidos comenzaban a hacerse más fuertes, toque un punto dentro de Vanessa que la hizo removerse sobre mi y dar un fuerte gemido, continúe con el movimientos y otro toque, un espasmo cargado de un gemido.

Saco mis dedos dentro de Vanessa, volvió a esposarme a la cama, Vanessa se puso de pie y busco un condón, trague grueso, en el fondo deseoso de continuar hasta el límite. Vanessa jadeante recorrió con su oscura mirada el miembro erecto de Jayson, mordió su labio, separo sus piernas y viendo mis ojos, Vanessa llevo mi miembro a su boca, haciendo que soltara un gemido, la boca húmeda y experta de Vanessa chupaba y lamia lo largo de mi pene, di otro suspiro mientras mordía mi labio y arqueaba el espalda, Vanessa sonrió mientras mordía suavemente mi piel sensible, Vanessa tomo mis testículos y se los llevo a la boca, haciendo que gimiera, enviando una corriente por mí cuerpo, Vanessa lamio mi pene y lo rodeo con su mano masturbándome un poco, haciendo que me removiera, estaba por llegar a un orgasmo.

Vanessa tomo la extremidad y coloco el condón de látex traslucido, se sentó mi tomando la erección y guiándola hasta su entrada, cuando la parte mas gruesa entro, gemimos, Vanessa continuo hasta no tener toda la extremidad dentro de ella, sufri un espasmo que me hizo dar una sonrisa de medio lado, Vanessa analizo mi rostro y sonrio, comenzó a moverse hacia arriba y abajo, continuo moviéndose sin parar, solte suspiros mientras Vanessa se quejaba un poco, nuestras pieles ardiendo hacían contacto, se sentía cómodo estar dentro, sentir los roces y movimientos en mi pene, Vanessa comenzó a aumentar la velocidad, voy a correrme, me removía y arqueaba el espalda, mordí mi labio mientras que la sensación subía por sus piernas y comenzaba a acumularse en mi entrepierna, el líquido espeso salió sin control,  siendo reprimido por el condón, Jayson dio un quejido de placer.

―Tu primer orgasmo―jadeo Vanessa
Pellizco mis pezones y sonrió al ver mi mueca de dolor seguido por placer, arquee la espalda, Vanessa continuaba con movimientos lentos, ya había llegado a mi orgasmo, mi miembro comenzaba a doler, pero al mismo tiempo quería continuar, ese dolor me excitaba.

Retorcí mis dedos, iba a tener otro orgasmo, dos orgasmos seguidos y en mi primera vez.

―Vanessa―gemí

No quería que parara, iba a llegar al orgasmo al mismo tiempo que Vanessa, abrí los ojos y los senos de Vanessa llamaron mi atención, ella se acostó sobre mi y comenzó a besarme, haciendo que sus pezones rozaran contra mi torso desnudo, aumentando más la calentura de mi cuerpo.

Gemí varias veces en su boca, haciendo que mi aliento se colara en la boca de Vanessa.

―Eres el primero.

― ¿A… qu-que te… refie-eres? ―balbucee entre gemidos

―Mi…―Vanessa dio un suave y sensual gemido similar a un ronroneo en la boca del chico―, mi primer virgen.

Volví a correrme, le siguieron espasmos de placer haciendo que mi pene se tensara dentro de ella. Vanessa no se detenia, continuaba con las penetraciones, con cada una arqueaba la espalda, el miembro continuaba doliendo de una manera agradable, de esa manera excitante.

―Qui-ero… mas―dije

Vanessa deposito un beso húmedo, salado y dulce en mis labios y se detuvo un momento mientras daba otro gemido en mi boca.

―Hasta aquí llego la clase―dijo victoriosa

Soy tu Sumiso © - Jayson Osborne ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora