Epílogo

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Llego a mi casa, y K está tomando un té, sonrió cuando me vio y yo le hice un gesto a modo de saludo.

―La Ama está por llegar, será mejor que te cambies―dijo

Aunque no me apetecía tener sexo―estaba muy cansado―no ocultaba mi emoción de ser atado por Vanessa.

Sonreí para mí mismo.

―Llegue―K y yo nos giramos para ver a Vanessa―, hola mi amor.

Ella se acerco a mi y le di un beso feroz, como ella le gustan, a propósito, mordí su labio, quería que me diera un latigazo esta noche, sus besos hicieron que mi cansancio desapareciera y me llenaran de excitación, gemí en sus labios.

Recordé que K estaba detrás y con toda la fuerza que tenia me aleje de Vanessa, mire a K quien estaba concentraba en su te.

―Que no te importe Jayson, es más que común en esta casa―dijo antes de subir las escaleras a su habitación

―Creo que deberíamos regalarle una casa propia, me siento incomoda cuando gimes y ella te escucha―habla Vanessa luego de darme un dulce beso

―No déjala―digo―, creo que así entramos en mas confianza, y ella tanto como yo estamos unidos para darte protección.

Alguien toca a la puerta.

―¿Esperas a alguien?―niego―, ¡Karen ¿esperas a alguien?!

Vuelven a tocar y Karen baja confundida.

―No, no tengo amigos ¿recuerdas?

Vanessa se acerca a la puerta.

―Voy a cambiarme―digo y subo las escaleras hasta la habitación.

La habitación de color blanco, la luz siempre oscura y sabanas rojas, con ciertas manchas que he dejado en los momentos en que Vanessa y yo hemos follado.

Busco una camiseta y unos monos, algo cómodo para dormir.

Mi teléfono suena y me acerque a tomarlo, un numero desconocido, cuelgo, la experiencia con todo lo Desconocido me ha dejado más que alerta.

Voy a salir cuando vuelve a sonar.

Desconocido.

Cuelgo de nuevo, pero volvieron a llamar.

―¿Quién es?―dije rápidamente

―Jayson, Soy Edna―solté una respiración que no sabia que tenia contenida―, Joseph y yo vamos a Paris, ¿Qué tal cariño?

―Increíble tía, felicidades―dije emocionado de como le estaba yendo en su vida

―Cariño, estoy feliz porque ya tienes tu primer libro.

Me rasque la parte trasera de mi cabeza, aun no creo que mi diario se haya vuelto un éxito, lo usaba para practicar mi estilo en la escritura basado en todo lo que me ocurría, y lo deje en blanco hasta que conocí a Vanessa, ahora muchos seguidores piden una secuela.

―Igual yo tía.

―Te amo hijo, nos vemos el próximo mes―mi tía le dijo algo al tío Joseph y rio con el

―Adiós tía, te amo―dije y colgó

Mientras camino, mi teléfono suena y contesto.

―¿Qué sucede tía?―hablo

―¿Tía?, no soy tu tía Jayson Osborne―hablo una voz alterada por computadora―, ¿Cómo es tu final feliz con Vanessa?, obtuviste todo lo que nosotros queríamos.

Alejo el teléfono de mi oreja y ve el número.

Israel. Murmure su nombre al ver la imagen de contacto.

―Déjame en paz―grite

―Estaremos en contacto―dijo y colgué

Baje las escaleras en dos en dos, se lo mostraría a Vanessa y a Karen, debíamos estar mas alerta que nunca, tenia otro acosador, y algo me decía que esta vez iba a ser peor.

―Vane…

Me detuve al ver a Vanessa detrás de Karen llorando, Karen sostenía su arma apuntando a alguien, continué bajando y fui hasta Vanessa para consolarla.

Karen le apuntaba a un hombre mayor, quizás unos treinta y cinco.

―Dije que te fueras maldito―hablo lentamente K

―Debería azotarte Karen―hablo el hombre, Karen le dio un disparo que le rozo la oreja, el se llevo la mano y sonrió al ver su sangre

―La próxima será para tu cabeza―advirtió Karen con un tono tan helado que me dio escalofríos

―¿Quién es usted?―pregunte serio

El hombre me sonrió.

―Jayson Osborne, tu nuevo sumiso ¿no, Vanessa?

Mire a Vanessa que evitaba verlo a la cara.

―¿Cómo lo sabe?―le susurre

―No lo sé―dijo con la voz quebrada

―Vete de aquí―dije

―Me preguntaste quien era, responderé a tu pregunta sumiso―dijo en burla la ultima palabra―, yo soy Benjamín Trump…

―El enfermo padrino de Vanessa―añadió Karen

―Dispárale, diremos que fue en defensa propia―le dije a K

―No es tan sencillo, el maldito es inteligente e intocable.

―Estoy aquí, y me excita que sepas mucho de mi Karen, ya no eres un patito feo―eso hizo detonar a Karen, le dio un disparo en el pie y el hombre grito del dolor y cayo al suelo―, maldita zorra―dijo entre los dientes

―Te lo advertí―le dijo con un tono frio

―No será la ultima vez que me verán―dijo y se fue

Vanessa fue directo al sofá y mientras iba tras ella, un mensaje de “Israel” me llego.

Israel: Tampoco será la ultima vez que sepas de nosotros, Jayson Osborne

Soy tu Sumiso © - Jayson Osborne ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora