Con el tiempo vamos perdiendo cosas; momentos, olores, y hasta ruidos característicos de alguien, como su voz y su risa. No hay piedad alguna para la vida de tomar algo y convertirlo en recuerdos (en solo eso) y te arrebata con el extrañar. Aún recuerdo el olor de tus botas viejas, la risa de algún chiste que tu mismo contabas, y si soy algo sincera, la recuerdo algo desgastada. También tu mirada, tan dulce y tierna que en mi se posaba, justo cada mañana.
Intento darle vueltas a mi mente para tratar recordar la última vez que me abrazaste, que me sentí rodeada de tus brazos, porque en esos momentos me sentía fuerte, sentía que podía con todo. No tienes idea lo que me a costado luchar desde que no te veo diariamente. No tengo a quien quitarle unas viejas botas, tampoco de quien escuchar un buen chiste. El tiempo no entiende, solo pasa y pasa, y te inunda la mente.
Le puse puntos suspensivos a tu cercanía en mi vida, en noches te quiero tener tan cerca, y hoy no me refiero a un viejo amor del que siempre hablo, me refiero a ti, al fuerte, a el del amor sincero; a el que más extraño, a papá.
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¿Qué nos faltaba?
RomanceA ti te faltó mas que un pincel y unas cuantas pinturas, para pintar su lienzo, para que fuese tu musa, y que ibas a entender, si ni tu vida podías comprender. Yo quise pintar obras de arte, en un museo tan pequeño. ¿Y adivine que? Descubrí que nunc...