Capítulo 34
Me volví egoísta, a muy a mi manera, y no te hablo de pensar solo en mí. Me volví egoísta de la forma más simple, de que me quieran como sí fuese el mejor desastre, a que alguien me dedique atención constante para no entrar en ese círculo vicioso de "inseguridades y miedos" así le titulé.
Alguien que me pueda dar lo que nunca nadie mas pudo ni podrá, que se adentre en mí, en lo más profundo, y yo en todo su ser, sin medida de tiempo, sin peros, sin pros, ni contra.
Que genere en mí la feniletilamina que tenga la capacidad de aumentar mí energía física y lucidez mental, y mí cerebro responda a tal compuesto con la secreción de dopamina, norepinefrina y oxitocina; creando algo llamado, y poco valorado "amor".
Quiero a alguien que me quiera sin miedos, sin limites, pero sobretodo quiero a alguien, que de verdad pueda quererme. Que me cuide, que me sostenga cuando pienso que ya no puedo, no estoy pidiendo ser su primer amor. Quizás el último — no.. — negue rotundamente. Mejor vamos a cambiar la frase "el diferente entre muchos". No quiero que me baje la luna, las estrella o el universo, yo quiero que a través de mis ojos pueda ver una vía láctea.
Lo lamento, si estoy exigiendo demasiado, pero cuando me volví a construir me costo. Valgo mucho, y merezco mucho, más de lo que pueda ofrecer mí ser.
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¿Qué nos faltaba?
RomanceA ti te faltó mas que un pincel y unas cuantas pinturas, para pintar su lienzo, para que fuese tu musa, y que ibas a entender, si ni tu vida podías comprender. Yo quise pintar obras de arte, en un museo tan pequeño. ¿Y adivine que? Descubrí que nunc...