Cuando ella sonríe entre un melisma, me confiesa un pequeño secreto.
Lo sola... vacía que se siente... alejada y distraída en el mundo que la rodea. Confundida y sensible. Perdida pero hermosa ante lo que sufre, sin saber la razón, sin saber qué hacer.
Una sola tristeza nos hizo llegar a la ventana a llorarle a la luna, sin darnos cuenta que realmente no estábamos solos, nos acompañábamos dentro del dolor.
Por eso mismo, tomo la decisión. Estoy dispuesto y moviéndome con agilidad, en silencio, me alejo de la ventana, dispuesto a ir hasta la cerca para alcanzarla, para hablar, para llegar a ella...
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Susurros de media noche ✔
Conto"Me gusta pensar que la luna está ahí, incluso si no estoy mirando" C. imagen: On The Roof - Peijin