Bastante temprano nos reunimos por última vez en el aeropuerto. Yo me iba con el esposo mientras ellos irían por el niño.
Había llegado la hora de irme y me dirigí a un pasillo, ese pasillo me iba a llevar a el avión que estaba esperando a los pasajeros.
Entre y me senté al lado de una señora y su hijo.
Me había quedado dormida en el camino, a veces me levantaba por los llantos de el bebé. Miraba con odio a la señora.
Odiaba los niños.
Es por eso que recé porque no me den el papel de estar con ese pedazo diminuto de intestinos.
Dormía algunas veces en el vuelo,pero habían veces que el bebé lloraba, o se hacía encima. Era fastidioso.
Cuando por fin pude llegar fui una de las primeras personas en salir del avión. No aguantaba ese ambiente tan lleno de amor y llena de llantos niños, pañales sucios,cremas y talco.
Vi mi alrededor, Los Angeles era hermoso. Pero tenía que concentrarme, ni tenía tiempo para fijarme en esas cosas.
Tengo un trabajo que hacer.
Así que me dirigí a una tienda en donde habíamos encargado apartar 1 pistola con varios cartuchos con balas, después fui a pasar la tarde en el hotel en donde me habían hospedado.
Cuando ya había llegado la hora de ir al hotel en donde estaba el señor Arian Schmith. Espere que fueran un poco más de las 8pm, cuando ya eran las 8:16pm fui a su hotel. Me acerque a la puerta y la toque.
No salía nadie.
Volví a tocar más fuerte.
Al rato escuche a alguien levantarse y caminar a la puerta.
Y de repente me abrió.
Una chica.
Parecía como de 22 años, semi desnuda.
Mierda, mierda, mierda.
-Buenas noches -dijo la chica tapándose más el busto.
-Buenas noches, esto es servicio al cuarto, déjeme pasar un momento -dije entrando acariciando la pistola que escondía debajo de su chaqueta.
-¡Cariño! ¿Quién es, es la otra chica para el trío? -decia saliendo con su traje y corbata.
Tenía que hacerlo ahora.
-No, no lo soy señor -dije sacando mi pistola rápidamente- ¡Es mejor que en donde está parado!
La chica joven se estresó y a salir por la puerta pero le agarre su melena llena de extensiones y tirarla en el piso.
-Es mejor que se callen la maldita boca -dije apuntando los, para agarrar un cartel en la Manilla de la puerta diciendo que no pasarán.
Para después ponerle seguro a la puerta, pasar llave y guardar las llaves en su chaqueta.
-¿Qué rayos está pasando? ¿Nos va a secuestrar? -dice con miedo Arian.
-¡No! No los vamos a secuestrar. Pero secuestramos a tu hijo y a tu esposa -dije sin dejar de apuntarles el arma.
La chica miro a Arian. Este me miró. ¿Acaso la chica no sabía? Ups, que lastima.
-¿Cómo que esposa y hijo? -dice con los ojos cristalinos.
-¡Michelle! ¡Te puedo explicar! -dice Arian. Uy, tremendo Sugar Daddy.
-¡No me explicarás ni una mierda Arian! ¡No puedo creerlo, me dijiste que murieron en un accidente! -dice empujando a Arian que iba a agarrarla.
-¡Maldita sea, si siguen peleando o moviéndose les voy a volar los intestinos! ¿Arian, acaso no quieres salvar a tu familia? ¿Ah maldito? -dije con rabia, en verdad no podía creer que este tipo le haga eso a su familia.
Sabía cómo se sentía que te abandonaran. Era el peor sentimiento de el universo.
Pero Arian no dijo nada.
-Okay, al parecer no. Igualmente les voy a caer a plomo si no se quedan quietos -dije para lanzar los teléfonos y destruirlos. No tenía que ninguna manera tratar de comunicarse. Solo ella podía.
-¿Qu-ue quieres de mi? -dijo Arian.
Michelle lloraba sentada en una esquina.
-Quiero dinero ¡En efectivo! -dije mirando sería a este.
-¿Cuánto? Te puedo dar millones si me dejas libre -dice entre sollozos.
-¿Y yo? Ah, ahora si no te importo puto -dice Michelle.
-Primero, debo explicarte las reglas ¿Okay? -dije arrastrando una silla para sentarme en ella con la pistola en la mano.
Estos me miraban con atención. Me sentía como una Diosa como me miraban.
-Bueno, secuestramos a su hijo -dije apuntando con mi arma a Arian- su esposa ahora mismo se encuentra en su casa, está con un compañero. Si hijo está en una cabaña ¡No le diré en donde! No es de su incumbencia, cada 30 minutos me deben llamar, si no lo hacen, eso significará que -hace una cara de tristeza- su hijo habrá muerto. Así que es mejor que se queden quietos aquí adentro. Nuestra paga por el niño quisiéramos que fuera de 3 millones en efectivo.
-¿No sé puede transferir? -pregunto Arian.
-No. -dije sin pensarlo.
Este miro una pared.
-¿Por qué no? -me miro de nuevo.
-¡Porque no! A verga -dije enojada
¿Por qué preguntaba tanto?
-¿Cuánto tiempo tendrán al niño? -dijo Michelle.
-¡Buena pregunta querida! Lo tendremos 48 horas es por es-
No pude terminar, había recibido una llamada.
-¿Aló? -conteste.
-¿Qué a pasado? -pregunto Daniel.
-¡Ay Perro! ¿Tu sabías que el señor tiene una amante? Llegué cuando iban a tener sexo -dije riendo.
Hasta que de repente, recibí un golpe en el abdomen, caí al suelo adolorida, alcé la mirada ¡Arian me golpeó!
-¿Que mierda paso? -estaba en altavoz.
-A-Arian me golpeó -dije débil, me había golpeado fuerte.
-¡Pásame al maldito! -dijo Daniel, se oía enojado. Así que le pase el teléfono. Este se lo puso en la oreja.
-¿Aló? -dijo Arian.
-Eres un sinvergüenza, ¿Cómo puedes golpear a una mujer maldito? -de repente escuchamos un golpe y una mujer gritando.
Arian no dijo nada, se veía como sus ojos se cristalizaron.
-¿Sabes quién es? Es, tu maldita esposa ¿Sabes cómo se siente verdad? ¿Ah? Si lo vuelves a hacer agarraré a tu esposa, la follare como tú no la has follado y la mataré ¿¡Oíste maldito!? -de repente colgó la llamada.
Arian se quedó paralizado.
Él se lo buscó.
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Secuestros perfectos
Mistério / SuspenseTodo empezó un 12 de abril de 2016, sentí una falta de dinero, tenía deudas, no tenía ni para comer. Pero me llegó la idea más maliciosa de todas. Un secuestro, podíamos de forma fácil quitarle millones y millones de dólares a alguien desesperado po...