🅛🅘🅑🅡🅔UN AMOR MÁS ALLÁ DE UN TABÚ

EPÍLOGO.

El tiempo transcurrio lento para la familia Kuznetsov Haqqani, la cual le dieron la bienvenida a los mellizos, los cuales volvieron locos a todos los presentes, quienes solo vivían para ellos, pues ambos eran demasiado tiernos y preciosos.

• Soy el hombre más feliz de este mundo (hablo Orel a Hessa, abrazandola por la cintura, luego de que esta les diese de comer a los pequeños mellizos) te amo inmensamente mi amor (susurro en su oído, mientras dejaba pequeños y suaves besos en su cuello)

• Orel... los niños (respondió Hessa entre jadeos, ante aquel tacto de su esposo)

Este se separó de ella, con una sonrisa pícara, mientras la tomaba de su mano, dirigiéndose ambos hasta su habitación.

Una vez entraron en esta, Orel se acercó a su esposa por la espalda, mientras soltaba el nudo de la salida de baño que portaba Hessa, dejándola completamente desnuda, para así bajar con su mano, por su cintura, hasta su cavidad vaginal, en la cual Hessa gimió, cuando sintió sus dedos en esta.

• Cada día esta aún más preciosa señora Kuznetsov... (agregó mientras mordía el lóbulo de su oreja, al tiempo que aumentaba las embestidas en la vagina de Hessa con su dedo) y hoy... (la giró, para darle un pequeño beso en sus labios, para así asu abandonarlos y recorrer su piel con su boca, hasta el seno derecho de Hessa) disfrutare aún más de ti (empezó a darle pequeños besos a su alrededor para no lastimarla, ya que estos se encontraban cargados de leche y a ella por ser primeriza, le habían maltratado muchísimo) te amo mi amor.

Se levantó y la cargó, llevándola a horcajadas, hasta la cama matrimonial que compartían, en la cual él la depósito con mucho cuidado, de no lastimarla, mientras continuaba besandola, delicado, quería que ella sintiera ese inmenso amor que sentía por ella, la compañera de vida, su mujer y madre de sus hijos, la mejor etapa de su vida, aparte de ser pareja.

Sin embargo aquellas caricias y demostraciones de amor, fueron interrumpidas por un pequeño llanto, que llegó atraves de sus monitores.

• Perdón... perdón (susurro Hessa apenada, pues sabia que él tenía sus necesidades y llevaban aproximadamente tres meses sin tener sexo)

• Tranquila (beso nuevamente sus labios) yo los traigo, mientras tu te vistes amor (volvió a besarla)

• De verdad prometo compensarlo (respondió avergonzada, mientras él se levantaba y acomodaba su miembro que estaba bastante levantado, a lo cual ella, también se levantó)

• Oye... no pasa nada mi amor (volvió a abrazar su cuerpo desnudo, que se había transformado en uno más apetecible ante los ojos de Orel) iré por ese señor (señaló hacia la puerta, volviendo a robarle otro beso a ella, para así separarse) antes de que se me llene de gases (lo escucho decir Hessa, mientras salía)

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En la mañana siguiente, Orel muy temprano salió de su casa, dejando a Hessa aún dormida juntamente con sus hijos en la cama, mientras que en la mesita de noche le había dejado su desayuno ya preparado y una caja de regalo al lado.

La cual Hessa vio una vez se levanto, mirándola con una sonrisa, al igual que el desayuno, pues Orel cada mañana preparaba su desayuno y se lo llevaba a la cama en donde la mayoría de veces él se lo daba a ella en la boca.

Hessa tomó una tostada con mantequilla, mientras se dirigía hasta la caja, mirando la tarjeta que esta tenía, con la impecable caligrafía de su esposo.

Quiero que lo uses, tendremos una cita señora Kuznetsov... en dos horas mamá y Ailím, llegarán a casa por los bebés, colócate preciosa como siempre, Te amo mi amor.
Orel.