Mensaje

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"Lo siento mucho, aunque intente no puedo evitar que aun siento algo por ti"
Decía el mensaje de Mara... Daniel en silencio, mirando hacia el paisaje, pensando.
Tomó su teléfono y respondió el mensaje: "Necesito verte, ¿puedo ir contigo?".

Mara aceptó casi al instante.
Daniel subió rápido al auto y avanzó de prisa hacía con Mara, par cía un sueño, que, de la nada había surgido, el velocímetro subía por la carretera y llegó hasta donde se encontraba ella.

Mara esperaba ansiosa sentada frente a la puerta y al ver el auto por la ventana, salió a recibir a Daniel.

Éste bajó rápidamente del auto mientras Mara, con lágrimas recorriendo sus mejillas caminaba hacía él.
Ambos se unieron en un abrazo de alivio y consuelo, ambos eran felices, estaban en su lugar seguro.

Se sentaron a hablar por horas sobre el auto, viendo las estrellas y la luna como solían hacerlo antes.
Mara de a poco se recargó en el pecho de Daniel y dejando escapar toda tensión disfrutaba estar con el, Mara estaba satisfecha con su decisión mientras Daniel acariciaba su cabello y le hablaba al oído todo lo que había vivido fuera.
Ambos desnudaron sus almas y disfrutaron su compañía, haciendo que el tiempo de aquella noche volara, para ellos parecía minutos sin embargo estaba por amanecer.
Ya no había tristeza ni arrepentimiento en Mara.
Al escuchar las historias de Daniel y lo maravilloso que era vivir en Suiza Mara preguntó:

—¿Porqué volviste?.
Hubo un momento de silencio
—...Por ti... Te extrañaba demasiado. Respondió.
—Terminamos hace años, ¿Porqué hasta ahora?. Preguntó Mara.
—Al fin lo conseguí... Al fin conseguí todo lo que prometí y no era lo mismo, por qué me faltaba quien me motivó a todo. Dijo Daniel.

Mara solo lo vió a los ojos y lo besó lentamente para después recostarse sobre el pecho de Daniel de nuevo.

—¿Te irás de nuevo?. Preguntó temerosa.
—Si, pero tú vendrás conmigo. Respondió

Mara quedó atónita al escuchar aquello, Daniel estaba proponiendo algo, ella lo quería, pero no quería dejar nada atrás pues ya tenía trabajo, su familia, amigos, la idea de marcharse parecía emocionante y aterradora.

— ¿Como crees?, yo tengo muchas cosas pendientes aquí, aparte no me dejarían. Dijo Mara después de pensar un poco.
— Tienes cuatro meses para dejar hecho lo que tienes pendiente. Dijo Daniel burlonamente.
— Estas loco. Dijo Mara mientras reía.
— Tendré que convencerte entonces.
Respondió Daniel sonriendo.

De pronto el cielo comenzó a teñirse rojizo, estaba amaneciendo y ambos abrazados recostados sobre el auto, veían el amanecer, Mara por momentos apretaba a Daniel hacia ella.

— Debo ir a trabajar. Dijo Mara.
— ¿Te llevo?. Preguntó Daniel.
— Primero debo alistarme y bañarme. Respondió.
— Te espero, por mi no hay problema.
Dijo Daniel.
— ¿Harías eso por mi?. Preguntó Mara.
— Todo esto lo estoy haciendo por ti. Respondió Daniel.

Mara solo suspiró y abrazó más fuerte a Daniel.
Entraron a la casa, este era un reencuentro de Daniel con la familia de Mara, quienes reían y contaban mil cosas que habían sucedido en los años que no se vieron.

Mara al terminar de alistarse, se sentó en la mesa a desayunar, se sentó enseguida de Daniel y se detuvo un momento, viendo a su alrededor, todo era como antes, pareciera como si Daniel nunca se hubiera ido, un par de lágrimas de nostalgia recorrieron sus mejillas y las secó rápidamente, mientras reía de las bromas e incoherencias que decía Daniel.

Al terminar de desayunar, el teléfono de Daniel sonaba, Lynn estaba llamándole, él sin pensarlo dos veces, colgó la llamada y apagó el aparato.

Ambos salieron, subieron al auto, Daniel colocó la playlist que había hecho hace años para Mara, misma que ponía cuando quería recordarla o motivarse en momentos difíciles, algunas canciones no eran ni de cerca sus favoritas, peor el hecho de hacerle recordar a Mara, en ese momento eran las mejores canciones en el mundo.

De camino hablaban y Mara bailaba un poco en su asiento, la felicidad le desbordaba.
Daniel paró en una tienda de camino y bajó a comprar café.
Subió al auto, le entregó un vaso a Mara y continuaron hacía su destino.

Al llegar aquella empresa, Mara bajó del auto después de despedirse con un beso de Daniel, pero este la detuvo un momento.

— ¿A qué hora paso por ti?. Preguntó él.
— Salgo a las 4:00 PM, pero no es necesario, no te molestes, conseguiré con quién irme. Respondió Mara.
— Insisto, será bueno verte otra vez. Dijo Daniel.
— Ahorita nos vemos entonces. Respondió Mara con una sonrisa mientras cerraba la puerta del auto y entraba a la empresa.

They don't know about usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora