Desesperación

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14 Mayo 2025
Por la madrugada, Mara daba vueltas en su cama, preocupada, angustiada e incluso enojada, miles de pensamientos cruzaban por su mente pero realmente no sabía nada, no había mucho rastro del paradero de Daniel.
4:00 A.M.
Mara se levantó de su cama y comenzó a vestirse, alguna otra idea se le habría ocurrido, Daniel tendría que estar a esa hora en su apartamento durmiendo, tomó las llaves de su auto, y haciendo el menor ruido posible salió de su casa.
Condujo caminó hacia el apartamento de Daniel, el sueño y otras tantas distracciones hicieron que Mara se desviara un poco de su camino, se pasó de largo la calle por la que solía girar y tomó la siguiente.
Al cursar por enfrente de una tienda frenó de golpe, sin mirar dio vuelta en sentido contrario y aparcó el auto enseguida de el que pareciera ser el auto de Daniel.
Echó un vistazo dentro del auto a través de la ventana y logró ver sus zapatillas que había olvidado ahí, no tenía ya dudas que fuera el auto de Daniel.
Corrió hacia dentro de la tienda, lo buscó varias veces por los pasillos, ella se movía rápido y se notaba frustrada.
El empleado notó esto y se acercó.

-¿Puedo ayudarle a encontrar algo? Preguntó el empleado.
-¿Vió entrar al dueño de ese auto aquí? Preguntó mientras miraba por todos lados.
- El estuvo aquí hace algunos días, hubo una pelea y llamé a emergencias, el auto está ahí desde entonces.
Mara agradeció al empleado y salió, subió a su auto y condujo por cada hospital o clínica de la ciudad, lo buscó en todos lados... Incluso en la morgue.

6:30 A.M.
Mara estaba exhausta, no había conseguido rastro de Daniel por ningún lado.
Mara había dejado un mensaje en la madrugada para sus amigas, necesitaba ayuda para mover el auto de Daniel pues el empleado dijo que al día siguiente llamarían una grúa si no regresaban por el.

El teléfono de Mara sonaba, al revisarlo, había un mensaje de Freya la cuál contestó que si podría ayudarla.
Mara llamo a Freya y se puso de acuerdo en recogerla a su casa y darle las llaves de su auto para llevarlo a su casa.
Y así fue, Mara condujo primero hacía casa de Daniel para tomar el repuesto de llaves del auto, luego se dirigió a casa de Freya.
Al llegar a la tienda donde se encontraba el auto, Cómo habían acordado, Mara le entregó las llaves de su auto a Freya quién se adelantó para dejar el auto de Mara en su casa.

Mara llamó a su jefe, pidió permiso para faltar, pues aún si fuera, no rendiría bien, no había logrado dormir nada, el jefe accedió a cambio de horas extras y Mara aceptó el trato.
Mara subió al auto de Daniel y se derrumbó en un llanto de desesperación frente al volante.

El teléfono de Mara timbraba, "número desconocido" se leía, Mara dejaba pasar la llamada sin contestar, pues estaba en un mal momento, justo en el último timbre, Mara tomó el teléfono y contestó:
Mara no dijo nada, solo escuchaba.
-Hospital central, buenos días ¿Podría contactarme con Mara?.
-Soy yo, ¿Que sucede?. La voz de Mara se quebraba, pero la procedencia de la llamada la hizo responder.
-Hay un hombre de aproximadamente 27 años en el hospital, dice llamarse Daniel y solo nos proporcionó este número, sufrió varios golpes y hasta hace poco no sabíamos nada de él.
-Voy para allá, dígame el piso y el número de cama por favor. Respondió Mara.
-Piso 2, cama 233.
-Muchas gracias. Respondió Mara de último y cortó la llamada.
Arrancó el auto de Daniel y condujo hacía el hospital, buscó el primer espacio para estacionar el auto y subió rápidamente al segundo piso.
Entró sala por sala buscando la cama donde estaba Daniel.
Terminó el piso y solo quedaba una sala, y ahí estaba al final, en la última cama, al lado de la ventana, muchas vendas hacían presión en varias partes de su cuerpo, un brazo roto, múltiples golpes en el rostro.
Mara solo se acercó y conmovida, pero con un poco de alivio lo besó suavemente mientras dejaba caer un par de lágrimas.

They don't know about usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora