Arrepentimiento

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29 de Abril 2025
Era de madrugada y Mara se encontraba con un poco de insomnio pues no podía saber de lado aquella imagen que había visto días atrás, algo de ella pensaba en que estaba bien, era normal que Daniel continuara sus planes con alguien más, planes que le contó a ella entre sábanas aquella noche de reencuentro.
Mara deseaba ser ella quien estuviera en lugar de Lynn, anhelaba volver a los brazos de Daniel, quién había revivido sentimientos dentro de ella, durante una noche pudo volver a sentirse deseada, amada por quién estuvo gran parte de su adolescencia junto a ella.
Mara deseaba dormir junto a Daniel, soñaba con hacer un vida junto a el, pero los sentimientos de culpa hacía su pareja crecían conforme llegaban los recuerdos del reencuentro con Daniel.

La mañana llegó y Mara salio de su habitación, estaba ya su madre preparando el desayuno para sus hijos quienes entraban a trabajar temprano, se sentó a la mesa con sus hermanos y disfruto la mañana con su compañía.

Se alistó para ir a la empresa donde trabajaba, está vez se arregló más de lo normal pues saldría con su pareja después del trabajo.

Tomó un taxi a su trabajo dónde había ascendido hasta conseguir un alto puesto pero el salario era regular.

Al salir de ahí, Marc la esperaba a las puertas de la empresa, Mara se acercó y lo saludó con un beso.

Ambos entraron a la camioneta y se dirigieron a un parque, donde comerían algún aperitivo antes de ir a cenar.

Estando en el parque, mientras Mara comía un helado, algún recuerdo comenzó a recorrer su cabeza, y de esto surgió el mismo cuestionamiento que no la había dejado descansar por las noches.

—¿Estás bien?. Preguntó Marc.
—No. Respondió Mara de tajo.
—¿Quieres hablar?. Preguntó Marc de nuevo.
—Necesito pensar las cosas. Respondió.

La "cita" continuo aunque con cierta aura de misterio y silencios incómodos fueron presentes durante toda la tarde.

Al caer la noche, ambos decidieron que era tiempo de llevar a Mara a casa.
Al llegar a casa de Mara, ambos compartieron mesa y cena con la familia de Mara.
Quién al ver todo esto, solo podía pensar en lo que sería que Daniel fuera quien se sentara en el lugar de Marc.

Terminó la cena, Marc se despidió de todos y se retiró.
Mara entró a su habitación, apagó la luz y comenzó a llorar, se sentía atrapada y ahogada entre las emociones encontradas que sentía.

En el fondo quería seguir ciegamente sus sentimientos sin importar lo que diga la gente pero su sentido de lo correcto la hacía volver al mismo punto, sentía remordimiento, pensaba si alguna vez se arrepentiría de no ir con Daniel o si este arrepentimiento fuera por ir tras el sin tener nada seguro.

Por otro lado, Mara sabía que había fallado a Marc y se sentía pésima, el mundo se le venía abajo por un par de situaciones que debía tomar, decisiones que cambiarían demasiado su vida

Mara tomó su teléfono, mandó un mensaje a Marc:
"Quiero hablar contigo mañana, es importante, espero puedas"
Mara había tomado una decisión al fin y de algún modo pudo descansar esa noche.

Al día siguiente fue la misma rutina de casa al trabajo y después del trabajo la esperaría Marc fuera.
Pero está vez solo se acercó a el, y casi sin querer mirarlo le saludo.
Ambos entraron a la camioneta, Mara pidió la llevará a su casa.

El camino estuvo plagado de un silencio incómodo y una tensión inminente, Mara no evitaba cruzar miradas con Marc mientras trataba de ser distante con lo que hablaba.

Al estar frente a la casa de Mara, se armó de valor y dijo:
—Hay algo que tengo que decir.
—¿Es algo malo?. Preguntó Marc.
—Creo que debemos tomarnos un tiempo. Dijo Mara mirando hacia el frente.
—¿Qué?. Preguntó atónito Marc.
—No me siento bien, necesito un poco de espacio. Dijo Mara, pues había practicado un par de respuestas de madrugada.

Marc desconcertado se molestó pues era una persona de un carácter muy explosivo.
—¿Tengo algo malo?. Preguntó con molestia evidente.
—No, soy yo. Respondió Mara.
—¿Que sucede?. Preguntaba una y otra vez mientras perdía el control de si mismo y elevaba la voz.

Mara solo respondía lo mismo e intentó calamar a Marc, pero este estaba furioso, no entendía lo que sucedía y exigía respuestas a base de gritos.

Mara solo se despidió de él y bajó de la camioneta cuando su familia escuchó lo que sucedía.
Marc arrancó la camioneta rápidamente chillando las ruedas contra el pavimento.

Mara pasó de largo a su familia y se recostó en su cama, donde pasó el resto del día pensando mil y una veces la decisión que acababa de tomar.

They don't know about usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora