Son las hormonas
La tarde del miércoles, Ryan se encontraba acostado bocarriba, respirando por su boca lentamente mientras evitaba regresar a las imágenes de la tarde del lunes. Primero cuando Noa y Logan habían discutido, luego cuando Ryan rescató a Logan de las enormes manos de Ray y por ultimo cuando Ryan fue violado por segunda vez.
Lamentablemente, la mente no decide que te marca y que no. Existen momentos que se pueden dejar pasar, pero hay algunos que se quedan, con detalles que se hacen más largos y fuertes. La tarde del lunes no es algo que Ryan pudiera olvidar.
Cada segundo de ese terrible encuentro se había inmortalizado con cada puñetazo y respiración en el oído que Ray, su entrenador, le daba. El frio se hacía más helado con cada grito apasionado, y las razones para soportarlo cobraban menos validez a medida que su corazón le golpeaba el pecho, rogando por la muerte.
El recuerdo del ácido sabor de la orina de Ray quemó la garganta de Ryan de nuevo, él lo había obligado a hacerle sexo oral y Ryan no había tenido otra opción. Se estremeció, su corazón se aceleró, sus sentidos se agudizaron, su piel se erizó, su estómago burbujeó, él se sentó, sus ojos se cerraron y luego su cuerpo quiso botarlo todo. Ryan corrió por su mochila y vomitó como nunca antes lo había hecho, con razones distintas a la enfermedad.
Gabriella, la Madre de Ryan, pasaba por el pasillo cuando escuchó los gemidos, corrió hasta él y colocó una mano en su espalda encorvada mientras él continuaba sacudiéndose.
Ryan no se alarmó por el gestó de su madre, él seguía en lo suyo, vomitando todo sus sentimientos, recuerdos y pensamientos. Cuando terminó, levantó su rostro dejando que la luz del sol, que atravesaba las cortinas pálidas, se posara sobre sus parpados y pestañas doradas. El vómito dejó un agrio sabor en su boca.
—cariño, ¿de verdad no quieres ir al médico? — preguntó su madre dándole unas palmaditas en la espalda para que se enderezara. — es la cuarta vez que vomitas en el día ¿no es así?
Su madre decía la verdad, él había vomitado cuatro veces: al despertarse, en la escuela, después del almuerzo y en ese momento. La primera vez creyó que estaba enfermo, incluso que estaba deprimido, pero ahora estaba seguro de lo que era, él tenía ambas cosas.
Ryan siguió en lo suyo, mantenía los ojos cerrados, para lucir lo más fuerte posible. No podía permitir que Ray cumpliera con la amenaza. No permitiría que su padre fuera a la cárcel, por tratar de ayudarlo a ser mejor(inyectandole esteroides).
Por eso había aceptado complacer a Ray con su apetito sexual, por eso se había esforzado por maquillar cada moretón y marca de beso en el cuello que él le había dejado, por eso seguía allí con la boca cerrada. Esperando a que su cuerpo recuperara su ritmo.
—te estoy hablando Ryan…— su madre lo regañó. —¿Qué es lo que te pasa?
Ryan se sintió frágil, tanto como para soltárselo todo. Pero él seguía allí, esperando a que su padre volviera de california (aunque Ryan no sabía hasta esa mañana que estaba allá) para hablar con él y abrazarlo una vez más. Las cosas entre su padre y él seguían tan distantes, como siempre, y, a pesar de ello, a Ryan no le importaba. Él sostenía en su mente el recuerdo de su primer triunfo en sexto grado. Cuando Ryan, quien apenas había ingresado en el equipo de Bicicrós, había derrotado a varios chicos de séptimo. Cuando su padre lo felicitó y lo llevó a comer a Burger King.
—lo siento mamá— Ryan tomó aire por su nariz y lo dejó salir por su boca. — yo… no te estoy dando la oportunidad de conocerme. — Ryan se sentía emocional, creía que en cualquier momento él podría desmayarse y no volver a despertar.
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secret's keepers (guardianes de secretos)
Mystery / ThrillerÉrase una vez un libro amarillo, el cual contenido toda clase de secretos. Un diario, con mucho poder, un poder que nadie, solo Jordan Parker, conocía. Este fue robado, después de su desaparición y la de otra chica que era invisible. Cuatro chicos...