noveno capitulo

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Solo persiguen su propia cola

Al siguiente día Ryan despertó temprano en la mañana, sus pesadillas no lo dejaban dormir, tomó una ducha y mientras lo hacía, recordaba lo que había pasado la noche anterior: después de que Noa inmovilizara a su propio padre, Heather despertó unos segundos después (aterrada), y Ryan fue a auxiliarla.  Luego, llegó Victoria y Claire dejó su shock atrás. Más tarde Claire los llevó a sus casas y cuando volvió a la fiesta les envió un mensaje de texto diciéndoles que Noa ya no estaba.

Ryan aun no entendía como habían dejado de sospechar de Noa y de Logan, él nunca se enteraba de nada, él siempre era invisible.

Salió de la ducha y secó su muy musculoso cuerpo, luego su padre entró al baño sin tocar.

—tu madre vendrá mañana de Paris, iré a cómprale algo—dijo sosteniendo la puerta

—está bien, voy a salir en unos minutos—dijo secando su cabello y oídos

La familia perfecta Brooks; su padre Justin, escritor, productor y cineasta reconocido; su madre Gabriella, modelo, actriz y presentadora internacional; Ryan, bueno, el deportista perfecto, excepto por el record de Jordan que jamás podrá superar, bueno aun no lo ha hecho.

La familia Brooks tenía una sola regla: solo existe la diversión, si esta te da frutos.

Y por esto Ryan estaba tan enfocado en el Bicicrós, porque esperaba que le diera frutos para su futuro. Solo que a veces no era suficiente entrenar 18 horas a la semana.

Ryan alboroto su cabello rubio, de una manera tan Ryan, se colocó su camisa polo verde pasto y salió de casa sin decirle adiós a su mucama.

Se deslizó en su bici por su conjunto, un lugar en donde todos los niños tenían sus propias tablets costosas.

Pedaleó hasta la calle de Claire y dirigió su mirada hacia la casa de Jordan, no tenía ni idea de que había pasado allí, estaba horrible. Habían latas de refrescos por todos lados, papel higiénico, grafitis, muñecos inflables, las flores del jardín estaban destruidas, la fuente rota y la casa de Milo, el perro de Jordan, tenía una muñeca American girl con la cara desfigurada.

Claire estaba apoyada en sus rodillas, respirando fuertemente, con su cola de caballo cayendo sobre su hombro derecho.

—¡Claire!—llamó Ryan con su voz ronca

Claire subió su rostro sin despegar las manos de las rodillas—hola—dijo mientras respiraba agitada, parecía que acababa de salir a correr un poco.

—¿Qué pasó en la casa…?—empezó a decir Ryan, luego Claire lo interrumpió

—Sus padres se mudaron— se enderezó —  alguien destrozó la casa, gritando lo mucho que lo odiaban, ¿tenías idea de que alguien lo detestara?

—No—dijo abriendo sus ojos

Ryan permaneció en silencio por unos segundos y luego se atrevió a hablar—¿Qué fue lo que te dejo tan asustada anoche?

Claire se quedó paralizada por unos segundos, no podía decirle: “Noa me ama.” Así que se le ocurrió mentir. —Bueno, por el profesor Bennett.

—Oh… por cierto, gracias por contarme, ¿no?— dijo sarcásticamente

—Es complicado, no sabía que podría pasar si lo hacía—dijo ella mirando hacia el piso

Ryan se acercó a Claire dejando la bici en el suelo—ahora que la casa está sola, ¿no crees que debemos ir a ver que quedo?—dijo emocionado

—por supuesto— Claire miró hacia ambos lados y luego cruzó la calle seguida por Ryan.

Caminaron por el césped lleno de papel higiénico, basura y millones de piedras.

secret's keepers (guardianes de secretos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora