Mafia Kiseki No Sedai [KNB] {Cancelada}

Capítulo 18

La de cabellos celestes miraba con los ojos entrecerrados a su compañera la cual comía sin mucho entusiasmo unos dulces y su acompañante solo la veía con una sonrisa en sus labios además de que se veía muy relajado.

En cambio el pelirrojo miraba todo sin entender lo que estaba viendo ¿Una ilusión acaso? Frunció el ceño confundido para luego mirar de reojo a su acompañante la cual no le estaba prestando atención por ver a la pareja a no más de 3 metros de distancia, ellos dos estaban sentados en un mesa de un café mientras tomaban cada uno una bebida diferente.

Si no fuera porque estaban concentrado en descubrir qué hacían los otros dos, se darían cuenta que muchas personas pensarían que estaban en una cita, claro si es que notan a la de más baja estatura primero.

Cuando se alejaron la titan y el chico, ellos dos también los siguieron hasta que llegaron a un cine. Por lo que vieron y escucharon iban a ver una película romántica y claramente al pelirrojo y la peli-celeste no les agradó la idea por lo que decidieron mejor ellos entrar a ver otra película que terminara al mismo tiempo que la de la otra pareja.

—Hay dos funciones, una película de terror y la otra es infantil—Dijo el más alto—

—La de terror será—

Dijo la oji-celeste al instante y sin pensarlo, no había mucha cosas que la asustaran ya a visto demasiadas cosas a su corta edad, en cambio su acompañante todo lo contrario que parecía pálido con solo la idea de una película de terror.
Y esa actitud no pasó desapercibida por la más pequeña que hizo una pequeña sonrisa, era tan alto que hasta intimidaba pero parecía en ese momento un gato asustado.

—¿... No quieres?—

Pregunto para asegurarse si entrarían o mejor se quedaban afuera a hacer cualquier cosa, tal vez era mejor dejar de seguir a la "pareja" y mejor preguntarles a ellos mismos mañana sobre lo que hicieron hoy y la razón de ello.

—N-No es eso—

—¿Acaso... tienes miedo?—

—¿Po-Por que de-debería? N-No es real—

Y así fue como empezó el chico a decir varias excusas de que no tenía miedo por la película, cada una de ellas sonaba ridícula y al final la fantasma terminó por poner una mano en sus labios cubriéndoles empezando a reír de manera suave al ver los nervios del chico enfrente de ella.

Kagami regresó en si al escuchar la risa y se terminó sonrojando por la vergüenza, casi que quería reclamar pero su mente no se le ocurría nada que no sonara como una excusa. Cuando la menor pudo parar de reír lo miro mientras se encogía de hombros de manera despreocupada.

—Entonces ¿Nos vamos o quieres ir algún lugar?—

—¿Juntos?—

—... Como quieras—