¿Me amas? °|Rubegetta|°

Capítulo 13 "¿W-willy?"

Rubius

La tarde tranquila y serena, tan fresca como la brisa del mar. Estaba en mi habitación, acostado en la cama tranquilo, leyendo un libro demasiado interesante "Romeo y julieta" Se que se oyera cursi y muy bobo, pero me gusta. Siempre me ha gustado las cosas con salseo y hay que decir que este libro tiene mucho salseo.

Se oye a alguien tocar mi puerta. Ya se quien es, la única e inigualable persona que toca el típico sonidito ofensivo, es Mangel.

-¿Quien es? .- Pregunte con gracia, me encantaba hacerme el tonto.

-Soy yo.-Me siguió la corriente. Sin el, seguro que mi vida será más aburrida que una viejita bibliotecaria que tiene 101 gatos en su casa. Estoy agradecido con él, hace muchas cosas por mi, me ha aguantado  mis travesuras. Mi primera persona que confió, y la única que está conmigo en las buenas y en las malas. 

-¡Pasa, Mangeh! .- Grite mientras me estoy sentado en la esquina de mi cama, dejando el libro abierto.

-¡Mi Rubiuh! .- Mi queridisimo Mangeh tiene un acento peculiar, y eso me encanta del chico de lentes, que es valiente, que no tiene el miedo de demostrar lo que siente y lo que le gusta, no importa si lo critican por su acento, o no importa si la gente habla de él. .

-¿Que tal, Mangeh? ¿Como estuvo las vacaciones? .- Me alegra verlo, ya tenia tiempo sin escuchar su voz, sin sentir su reconfortante e inocente sonrisa.

-¡Me encantaron, Rubiuh! Te quería pedir perdón por ir con Lolito y no contigo.-Me dijo apenado. Si, Mangeh prefirió irse con Lolito que conmigo. No estoy enojado, de hecho, estoy feliz, feliz por que se el paso con la persona que más ama.

-Mangeh, tu sabes que no tienes que pedirme perdón. También Lolito es alguien importante en tu vida, y no sabes cómo me alegra de verte feliz junto a la persona que amas.- Se que la Iglesia prohibió las parejas LGBT, y se me hace muy injusto no demostrar lo que sientes por esa persona. Que suerte tuvieron Akira y Nieves por vivir en otro pueblo, y no en este, maldito Karmaland homofóbico. Cuando mi padre aceptó esa horrorosa ley, tenía unas ganas de partir de la cara. Es mi padre, lo se, pero no justifica los pobres condenados que sufrieron la muerte por sólo demostrar una muestra de amor.

-Rubiuh, te tengo tanto que contar. Pero primero, tengo que saber esto ¿qué le pasó al pueblo? Me enteré que hicieron un atentado.-Comentó preocupado sentándose a mi lado, pobre, si le dijera que fui el responsable de ese atentado seguro que se vuelve loco. Pero ... Hola, solo quería sentirme libre, desahogarme todo lo que tengo. Se que no es la forma correcta de hacerlo, pero ya tenia tiempo así, ya tenia tiempo sin decir lo que pienso o siento. 

-¿Que opinas si te cuento todo después? Y así tu también tienes la oportunidad de decirme todo.-Dije mirándolo comprensivo, perdón Mangel pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho.

-Sí, ¿Qué opinas si hoy en la noche te preparo una deliciosa y exquisita pasta boloñesa? Para platicar nuestra felicidad y problemas.-Me pregunto dibujando una sonrisa, una sonrisa inocente, que no demuestra ni siquiera una pizca de maldad. Mi queridisimo amigo, perdóname porque te estaré mintiendo.

-Oh, oh, me encanta la idea.-Dije sonriendo con una sonrisa triste.-A las 8:00, ¿qué te parece?

-Te esperare en la cocina a las 8:00 en punto, no quiero que vengas tarde, ni siquiera a las 7:59 o las 8: 01.-Río, antes que se parara y se fuera.

Perdoname Mangel.

Era temprano aun, las 4:00 en punto exactamente. No podía dejar de pensar, de pensar en Mangel, y de la hermandad oscura. Esa acta no se ha contactado conmigo, antier fue el atentado. ¿Y si no recibieron el mensaje? ¿O si no me aceptan? ¿La explosión si fue para algo? No, Rubius calmate. Obvio que me quieren aceptar, si no lo fuera, no me habían dado la carta, solo darles un poco de tiempo