Capítulo 8

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Narra TN __

El partido de los chicos de Karasuno y Datekou habían acabado. Ambos habían ganado y Nishinoya se había recuperado.

¡Él era un líbero increíble!

Literalmente cuando Nishinoya hacía una recepción, empezaba a gritar como loca. Me sorprendía que los chicos de Datekou no se hubieran dado cuenta.

¿Cómo los habrá entretenido Aone hasta el punto en que no oyeran mis gritos?

Todos los equipos tenían un descanso. Así que aproveché para visitar a Nishinoya y devolverle las cosas a Shimizu. También tendría que lavarme el rostro para que los chicos de Datekou no se dieran cuenta que estaba apoyando a Karasuno y no a ellos.

* Vaya... Ahora me siento mal por no apoyar a mi equipo. Soy una decepción *

Me tuve que agazapar mientras caminaba a la salida, ya que había probabilidades de que los chicos de Datekou me pudieran ver con más facilidad si caminaba tranquilamente en la parte de los espectadores.

Al menos no había tanta gente, así que no me importaba que me vieran las pocas personas que estaban ahí.

Así seguí caminando agazapada hasta que al fin llegué hasta la salida. Me paré y me dirigí hacia donde estaban los de Karasuno.

Trataba de colarme con las personas que salían pero era imposible. Yo resaltaba demasiado...

* ¿¡Por qué tuve que tener esta altura!? ¡Culpo a la genética de mi familia! *

Estaba demasiado alerta a mi alrededor. Sería peligroso que me encontrara a los de Datekou frente a frente ya que lo más probable es que se enojen conmigo o que culpen al pobre Aone por mi culpa o peor aún... ¡Qué Mai me pida las notas!

¡Me estaba metiendo en demasiados problemas en un sólo día!

Afortunadamente no me encontré a ningún chico de Datekou ni a Mai. Así que seguí caminando con normalidad hacia los chicos de Karasuno que estaban sentados en el suelo y preparaban sus cosas para su próximo partido.

Iba a felicitarlos por su victoria pero Shimizu se dio cuenta de que me dirigía hacia ellos. Me hizo una seña de espera. Me detuve y Shimizu se acercó hacia mí.

– Te agradezco de que vinieras aquí y que nos ayudaras. No sabes cuánto nos ayudaste – dijo Shimizu con una sonrisa. Ella me entregó su libreta – Yo soy una chica de palabra. Toma. Si quieres me lo puedes devolver cuando nuestros jugadores compitan entre sí.

– No hace falta, Shimizu.

– Pero eso fue lo que acordamos.

– Ya lo sé, pero no puedo dejar que sea tan sencillo. También quiero aprender a hacer mis propios análisis de los jugadores, ja, ja – dije mientras me rascaba la cabeza por la vergüenza – Aparte, me divertí mucho cuando los estaba animando. Así que, debería ser yo la que te lo agradezca. Gracias, Shimizu.

– Eres demasiado humilde – yo le entregué su sudadera y también el cono de porras – Gracias.

– Espero no habértela arrugado o agrandado – empecé a sentirme nerviosa – Si fue así, conozco un lugar que te la puedan arreglar o te compro otra sudadera...

– No te preocupes – me contestó y formó una sonrisa – Me imagino que no sólo viniste a dejarme lo que te entregué ¿verdad?

– ¿Eh? No, yo sólo... Bueno, sí. Yo también quería felicitarlos.

– Pues hazlo. Estoy muy segura que ellos te lo van a agradecer como nunca – Shimizu agarró mi mano y me empezó a jalar hacia ellos – Mucho más Nishinoya.

Bésame a mi altura (Nishinoya x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora