6.

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Narra Pilar

"No toques lo que es mio"
Aún continuo mirando a Purre después de que tengo sus palabras repitiéndose en mi cabeza.
- Lo tuyo?
Martin lo enfrenta con los dientes apretados. La mirada molesta de Purre cambia para mostrarle una sonrisa a su hermano.
- No creo que quieras contradecirme, Martin.
Pone los ojos en frente y lo sigo para ver a Débora acercarse a mi preocupada. Martin no dice nada mientras Purre me ayuda a ponerme de pie.
- Por dios, estas bien? Me pregunta Débora sujetando del brazo igual que Purre ayudándome a ponerme de pie, observa el champagne derramado en mi vestido. - Vamos, te acompañare a cambiarte.
- No, yo lo hare. Pongo los ojos en Purre al escucharlo hablar, el traga despacio y solo me mira a mi. - Ya ha sido suficiente por una noche.
Sujeto el saco de vestir de Purre cuando siento que va a caerse de mis hombros y él desliza su mano por mi brazo desnudo hasta llegar a mi mano entrelaza nuestros dedos y me lleva con él.
Y puedo sentirte.
Lo tenso que esta ante toda esta situación.
Subo a su coche porque no conozco este lugar y no se como regresar a mi casa, me siento en el asiento de copiloto y él maneja en silencio, ni siquiera pone la radio, solo maneja, con las manos apretando con fuerza el volante, cuando hay un cambio de semáforo, abre el cajon delante de mi asiento y saca un pañuelo, lo coloca
sobre mis manos y yo me giro hacia él.
- Hazlo.
- Que?
Él no responde y el cambio de semáforo se da, arranca el coche y entonces vuelve a hablar.
- Solo hazlo, Pilar. Trago saliva observándolo. - Si quieres llorar solo, hazlo.
- No quiero llorar.
Él sonríe con burla. Mi ceño se frunce.
- No necesito esto.
- No te lo di para que limpies tus lagrimas con el.
Entonces para que?
Bajo la mirada al vestido.
- Oh..
Cuando alzo la mirada, la confusión no tarda en llenarme.
- Este no es mi camino.
Y se supone que ya salimos de la ruta
desconocida para mi.
- No te estoy llevando a su casa, Pilar.
- En..
- Mi departamento. Me mira por un segundo y regresa su atención a la carretera. - Es tarde y mañana tengo que trabajar, llevarte a su casa y volver a mi departamento me tomara mucho mas tiempo. Vuelve a mirarme, este vez el vestido manchado. - Ademas, cuanto mas tiempo leves puesto eso habrá mas posibilidades de que contraigas gripe. El champagne esta helado, así que..
- Ahora te preocupas por mi?
Espero un comentario frio, pero en lugar de eso.
- Si, me preocupo por ti. Mis ojos se abren al escucharlo, pero él agrega. - Esta noche lo hago.
No pregunto nada mas, dejo que conduzca en silencio.

Cuando llegamos, le abren la cochera y salgo una vez que se estaciona dentro, Purre presiona el llavero de seguridad y me pide seguirlo, lo hago sosteniendo su saco de vestir sobre mis hombros.
Tomamos el ascensor que nos lleva desde la cochera hasta el piso donde se encuentra su departamento, me toma la mano otra vez cuando se detiene y me lleva con el a la puerta, Purre presiona un par de botones de autorización y desde ya me indica lo protegido y elegante que es este lugar.
Entramos, a decir verdad, él lo hace primero mientras yo me quedo sorprendida con lo grande que es este
lugar, incluso hay una escalera que al seguir con la mirada lleva hasta segundo piso dentro de un solo departamento.
- Que estas esperando? La voz de Purre me saca de mi impresión, llevo mis ojos hacia él y lo encuentro desajustándose la corbata. - Mierda!
Arruga la camisa y me da una imagen de la presión que ejerce en sus músculo y su pecho.
- Quieres que te ayude?
Pregunto y mi voz ha salido tímida.
Sus ojos me observan.
- No. Deja de desajustar la corbata y señala la puerta. - Cierra despues de entrar.
Se pierde por el enorme departamento y me giro a cerrar la puerta, cuando regreso me quedo en la totalidad del silencio dentro del gran cuarto, me quito el saco y lo coloco sobre los muebles.
- Pilar..
Purre aparece detras de uno de los
pasillos que seguramente lleva a los
cuartos y lleva consigo ropa doblada en sus manos, me pide seguirlo y llego a una de las habitaciones, es un baño con una tina en la ducha, Purre deja la ropa sobre la tapa y junto a la palanca del inodoro, se vuelve hacia mi despues de abrir ambas laves de la tina, seguramente una caliente y otra fria, deja que se llene y yo soy su
atención mientras sucede.
- Quítate la ropa.
Mis ojos se abren.
- Que?
Estoy sin palabras y sin esperármelo se acerca a mi y me rodea hasta colocarse detras de mi, sus dedos calientes se colocan en el cierre de atrás.
- Puedo hacerlo sola. Hablo. - No necesito que tu..
- Quiero hacerlo.
Con esa respuesta me baja el cierre y las tiras en mis hombros se aflojan. Las manos calientes de Purre me deslizan el vestido y cuando creo que esta jugando, no es así..
- Puedo hacerlo sola.
Reafirmo.
- Se que puedes hacerlo.
Su voz ronca envia espasmos por todo mi cuerpo.
Mi estomago se contra y mi corazón se acelera cuando el vestido cae por completo de mi cuerpo, no cierro los ojos y enseguida él me toma de la mano hasta sentarme sobre la tapa de la taza del inodoro.
Entonces su atención no es precisamente en mi cuerpo y al seguir su mirada entiendo el porque de su resistencia.
Purre se dirige al botiquin y saca algodones, alcohol y unas vendas antes de volver y agacharse delante de mi, se apoya en un pie y acerca su mano a mi muslo.
- Déjame ver.
Mi piel reacciona a su tacto y siento un ligero dolor.
- Te cortaste con los vidrios de las copas. Acaso no te diste cuenta?
No respondo, Purre coge un algodón lo llena con alcohol.
- Espera...
Mierda, va a arder..
- Esto hara que pare, Pilar.
Trago saliva.
- Solo ve despacio.
Una sonrisa se desliza por sus labios hace lo que le pido, limpia la herida con el alcohol en silencio mientras yo no puedo apartar mis ojos de él, porque sencillamente no lo entiendo.
Busco entender a Purre, pero no puedo hacerlo.
Cuando acaba sube su mirada a mi cuerpo despacio, me sonrojo y él lleva sus manos a la piel de mi estomago, me
acaricia mientras mi estomago se encoje.
- Qu...?
Sus dedos me sueltan y los lleva a sus labios, probando el champange que se derramo sobre mi se lame los labios y el calor en mis mejillas va en aumento.
Sus ojos suben a los mios.
- Tranquila. Pronuncia con una sonrisa en el rostro. - El olor a durazno no ha cambiado.
- Puedes olerlo desde ahi?
- No estamos tan lejos, ademas.. tu perfume es fuerte.
No lo era para Martin.
Él nunca me dijo que le gustaba el olor.
- Ya esta caliente el agua.
Se pone de pie y se acerca a cerrar ambos cano, yo también me pongo de pie tratando de olvidar que me encuentro solo en ropa interior.
- Te deje ropa ahí. Señala la tapa del inodoro. - Dejare que te bañes, a menos que quieras..
- Gracias. Le interrumpo y sus ojos se abren. - Desde aqui puedo hacerlo
sola.

Su sorpresa pasa a una sonrisa, Purre sale del cuarto de baño y me quedo ahí procesando los ultimos minutos tratando que sucede con mi extraño corazón.

~*.

Narra Purre

Después de salir de mi propio baño y
cambiarme, bajo las escaleras para ir
por Pilar y la encuentro durmiendo sobre los muebles mientras el televisor de la sala esta encendido.
Vaya, ella se ha tomado la libertad de tocar en mis cosas.
No tengo tiempo para esto, ha sido un
dia lleno de emociones y no hablo solo por mi, suspiro cansado y pongo los ojos en el reloj principal en la pared, es bastante tarde y pronto amanecerá, no puedo perder ni un minuto mas despierto.
La levanto cargandola en mis brazos, Pilar mueve los labios haciendo gestos y haciéndome reír ella apoya en mi pecho y mi ceño se frunce, es demasiado contacto del que debo permitir.
Subo las escaleras directo a mi habitación y recuesto su cuerpo con cuidado en la cama, mientras las luces se mantienen apagadas a pesar de eso puedo verla cuando mis ojos se adaptan a ella, pongo la mirada en su muslo cuando voy a cubrirla con las sabanas.
- Ese es un mal vendaje.
Murmuro, mirando el vendaje en su pierna, no ha esperado a que yo lo haga.
La dejo sobre la cama y voy por mis propios vendajes en mi cuarto de baño, regreso para sentarme a su lado y cambio el mal vendaje por uno aceptable.
Pilar hace ruido con los labios, pero no la despierto, se me hace mas fácil de este modo, sin embargo mi intensión de solo dejarla dormir y irme se acaba cuando ella se mueve y me da una perfecta imagen de su piel la camiseta que le di se le a subido y su delgada cintura ha quedado ante mi vista.
Me pierdo en su figura en un momento y me imagino lo que se sentirá pasar mi lengua por ese lugar, frotar su ombligo con ella y dibujar una linea hasta llegar a sus pechos, con ese ultimo pensamiento mis ojos suben a sus pechos, sus pequeños pezones se muestran perfectamente a traves de la tela y tengo la necesidad de ponerle fin a esto.
Entonces cuando estoy a punto de caer y cuando acerco mi cuerpo apoyándome con ambas manos a cada lado de su cuerpo, me recuerdo que puedo echar a perder todo.
Es solo una chica mas, Purre.
No hagas una idiotez, no hagas una idiotez por una chica.
Ya has llegado lejos.

No te eches para atras estando tan cerca.

~*.

Uffff se pone caliente 🔥🔥🔥

Dime cuantas veces? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora