16.

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Narra Pilar

- Y bien? Me pregunta Purre. - Vas a invitarme a pasar o debo..?
Oh..
- Si, pasa.
Le interrumpo y el sonríe.
Llevo las rosas a la cocina y busco un florero, de los que guardo debajo del
fregadero, lo lleno de agua hasta la mitad y comienzo a colocar rosa por rosa mientras tengo una sonrisa en el rostro.
Y ahora qué?
Que sucede ahora?
Suspiro y pongo los ojos en el arco de la cocina, mi cuerpo se sobresalta cuando noto que Purre ha sido testigo de mi conflicto interior.
Él me da una sonrisa sexy desde su lugar.
- En que piensas?
En las miles de maneras de llevarte a la cama.
Sin que resulte incomodo y ahora que lo pienso aunque busque la manera, será siempre incomodo.
- Quieres cenar?
Pregunto rascándome el cuello, muy nerviosa, bajo mi mano y observo lo que traigo puesto.
Santísima madre..
Sigo llevando bata
- Creo que ire a cambiarme primero.
Doy un paso y me detengo frente a él, mis pies ya no se mueven y él me observa confusa.
- Pilar?
Mi corazón se celera y la confusión crece mas en él, entonces solo no necesito pensarlo y me veo extendiendo mi mano hacia él y con una debil sobre mis labios.
Purre baja la mirada a mi mano.
Me muerdo el lábio
- Me acompañas?
Es lo mejor que se me puedo ocurrir?
El me toma la mano sin dudarlo y entrelaza nuestros dedos su sonrisa me da fuerza y con él nerviosismo por todo mi cuerpo lo guio por el pasillo hasta llegar a mi habitación, mi corazón se detiene cuando veo la puerta de mi cuarto, pero eso no me para y no lo para tampoco a él, deja que lo lleve hasta ingresar y ambos nos quedamos frente a frente y en una corta distancia en la oscuridad de mi habitación.
Esta oscuro, pero noto sus ojos viéndome con lujuria.
Bien empieza, Pilar..
Hago caso a mis pensamientos y con el calor que emanamos junto al deseo, soy yo quien acorto nuestra distancia llevando mis labios sobre los suyos pero justo antes de hacerlo veo en esa fracción de segundo que Purre pensaba hacer lo mismo y haberme dado cuenta me hace sentir más que segura con mi manera de llevar todo esto esta noche.
Nuestros labios chocan y no es como lo esperaba porque es lento, nuestras bocas se comienzan a fundir despacio, las manos de Purre se ubican en mi cintura y me aprieta contra él, gimo en su boca cuando nuestro beso se vuelve mas apasionado y me alegra que empezara lento, de esa forma pude disfrutar como incrementaba poco a poco y no me agote rapido, sin embargo hubo momento en el que necesitábamos aire y nos separamos jadeante, mis brazos colgando alrededor de su cuello y los suyos aún cavados en la cintura, procedi a bajar mi manos y retrocede un paso, las manos de Purre se deslizaron por todo el contorno hasta ubicarse en cada lado así que solo lo hice.
Baje las manos al cinturon de la bata y lo abri dejando un pequeño espacio que mostraba mi cintura, subi mi mirada a su rostro y con mis ojos en él y los suyos sobre los mios, deslice la bata por mis hombros hasta que dejaron expuestos mis pechos.
Los ojos de Purre rapidamente se ubicaron en ellos y aunque por una extraña razón me senti avergonzada.
Eso no me iba a detener.
Quiero esto.
- Tócame.
Su mirada dejo mis pechos y subieron a mi rostro, él se me acerco sin dudarlo y deslizo sus asperas manos por mi ventre causando espasmos por todo mi cuerpo, mi interior vibro y mi entrepierna se humedeció, era esquisito y no veía la hora de sentirlo frotando su polla contra mi clitoris.
Aguante la respiración cuando su tacto comenzo a subir y gemi cuando su dedo gordo roso mi pezon, hizo círculos y me cogió el seno desde abajo hasta apretar suavemente junto al pezon.
- Eres preciosa.
Me dijo con los labios sobre mi piel.
Giro el rostro y dejo caer el resto de la bata que aún tenia sujeta, nos besamos de nuevo y mi cuerpo cae sobre la cama, con el suyo cubriéndome.
- Me encanta tu olor a durazno. Pronuncia sobre mis labios. - Me vuelve completamente loco, Pilar.
Entonces todo se desato, besos por todas partes y manos igual, Purre se froto contra mi núcleo y no pude evitar gemir, enrosque las piernas a cada lado y nos apretamos mas, mi tacto bajo por su cuerpo y le acaricie por encima de los pantalones.
Estaba duro, justo como me gusta.
Necesitaba sentir su dureza contra mi
centro, moviéndose descontrolado y
caliente para volver a entrar con fuerza, podría correrme con esos pensamientos y sin necesidad de masturbarme, pero queria sentirlo en mi.
- Purre...
Jadee.
- Pilar, joder..Creo que... Mis ojos se mantenian cerrados mientras disfrutaba de nuestras caderas rosándose. - Creo que debíamos parar.
Qué?
- Pilar.. Tenemos que parar
Ah?
- Purre..
Aparta sus labios y me mira agitato, sus ojos mantienen esa mirada y sus labios estan rojos.
- Estamos yendo muy deprisa.
Muy deprisa?
- Qué?
- Paremos por ahora, Pilar.

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