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Narra Pilar

Esta es la primera mañana en mucho tiempo en la que despierto con un hombre en mi cama.
Martin no cuenta.
Él jamas durmió conmigo, solo teníamos sexo y se iba mientras yo despertaba sola en mi cama.
Pero esta vez no..
Y para empezar no es mi cama.
Mis ojos se abren mas y me siento como un resorte.
Purre esta durmiendo a mi lado, no lleva una camiseta y su pecho sube y baja constantemente en cada respiración. Me muevo con cuidado y tratando de no hacer ruido, pero Purre no debe ser de las personas que tiene el sueño pesado porque sus ojos se abren despacio al sentir como intento bajar de la cama.
- Buenos dias.
Dice al abrir completamente los ojos. Me cubro el cuerpo con las sabanas.
- Buenos dias, Purre.
Sienta y mis ojos no dejan sus abdominales marcados mientras se estira, aparto la mirada cuando me ve, pero enseguida la suya se detiene en el vendaje.
- Se ve mejor.
Respondo y sus ojos suben a mis ojos.
Se acerca a mi y un leve grito se me escapa cuando me carga en sus brazos, me sujeto de sus hombros y en segundos me lleva a la sala y me sienta en uno de sus muebles, Purre va por un nuevo vendaje y antes de hacerlo me pide que me mantenga quieta.
Guardo silencio mientras comienza a cambiar las vendas.
- No era necesario cargarme. Sus ojos me silencia cuando suben a los mios, para mi suerte los baja para seguir ocupándose en el vendaje. - Yo puedo caminar.
- Dentro de unos minutos lo sabremos.
Ha sido solo un rasguño.
Él termina de colocar nuevas gasas luego de limpiar la herida con alcohol, mi cuerpo siente el dolor, pero se aguanta y me vuelve a doler cuando cambia el vendaje, sin embargo no es un dolor que no pueda soportar.
He sufrido dolores mas fuertes que este y no han sido fisico.
Anoche es un claro ejemplo.
- Te dije que podia caminar.
Digo poniéndome de pie.
- No hace daño asegurarse.
Él levanta la vista al reloj y lo escucho maldecir.
- Tengo que salir. Me dice. - Podrás quedarte sola?
Parpadeo.
Quedarme?
- Pilar.
- Si...Niego confusa. - Si puedo, aunque me gustaría ir a mi casa. 
EI silencio incomodo no tarda en llenar la sala, finalmente Purre responde.
- Entiendo.
Se levanta y comienza a dirigirse a su habitación.
- Purre..
Sus pies se detienen y se vuelve hacia mi.
- Que sucede?
Trago saliva.
- Muchas gracias.
Solo obtengo una mirada, pero es diferente a las que tenia en el bar la primera vez que lo vi, muy diferente a la noche de los votos de Débora y Martin, muy diferente a anoche.
Por primera vez no me esta viendo de esa forma. 
No me observa lleno de rencor.

Purre inclina la cabeza asintiendo y luego se marcha.

~*.

- Despedida?
Me quedo perpleja al escuchar las palabras de mi jefe.
Tengo a mi amiga a mi lado igual de confundida que yo.
- Si lo lamento, Pilar.
- No lo entiendo.
- Yo tampoco, pero no he podido hacer nada en contra.
Frunze el ceño. 
- Hacer nada en contra?
Isac suspira
- Iban a cerrarme el local, de acuerdo?
Parpadeo confundida.
- Quien? quien iba a cerrarte el local?Pregunto enojada. - Quien ha sido el que te ha pedido que me despidas?
- Pilar!
- Si tienes el valor de despedirme, entonces tenlo para decirme quien.
- Martin Machado.
Me quedo helada.
- Que?
- Martin Machado me exigio que te despidiera, Pilar,  o de lo contrario iba a cerrarme el local.
No siento mis piernas.
- Escucha, no se que clase de relación
tienes con esa clase de personas, Pilar, pero no quiero tener problemas con nadie, mucho menos con la clase de persona que puede comprarme con lo que trae en el bolsillo.
- Eres un cobarde.
Le suelta Carolina.
- No me hagas despedirte a ti también, Carolina.
No me siento bien.
Realmente no me siento bien.
" Nadie termina conmigo, Zorra, vas a arrepentirte"
Este es Martin, este es el verdadero Martin.

Como he podido estar tan ciega todo este tiempo?

~*.
- Por que me estas haciendo esto, Martin?
Martin no responde, su semblante se mantiene serio y sus ojos me miran de pies a cabeza, el solo se acomoda el
traje y apoya su espalda en el respaldar de la silla negra de su oficina.
Su mirada atrevida no tarda en llegar, pero estoy acostumbrada a ella y entiendo en que clase de situación estoy como para no sonrojarme y dejar mi ridiculo enamoramiento hacia en él en un segundo plano.
- Realmente me estas preguntando eso, Pilar?
Mis ojos tiemblan parpadeo tratando de controlarme.
- Necesito el trabajo, Martin, necesito pagar el alquiler y mis clases.
- Si, todos necesitamos algo. Me interrumpe y su mandibula se aprieta. - Eso debiste pensarlo antes de humillarme.
Aprieto los labios.
- Yo te humile? Vaya.. en que momento se invirtieron los papeles? Porque tu no has dejado de humillarme desde que no me diste mi lugar.
- Pilar..
- No puedo creer que me estes haciéndome esto. Y así dices quererme aún?
- Porque te quiero. Porque tu me
importas, Pilar, es por eso que no pienso dejarte ir.
- Esto no es amor.
- Pilar..
- Tener sexo no es amor, Martin, acostarte conmigo y dejarme tirada para regresar con tu esposa, no es amor y mucho menos chantajearme como lo estas haciendo.
Sus ojos no dejan los mios.
- Es mi forma de amarte.
Sonrio y niego con la cabeza.
- Yo ya no quiero tener nada contigo.
Él se levanta de la silla y escucho sus suplicas por volver, pero me niego y me voy cuando no puedo razonar con él, sin embargo solo llego a abrir la puerta unos centimetres porque él se coloca detras de mi y cierra la puerta de golpe sobresaltándome.
- Déjame salir, Martin. 
Intento mover el pomo, pero es inútil.
Me silencia y su tacto contra mi piel siento enseguida, mi cuerpo tiembla ante el primer contacto, Martin presiona sus nudillos sobre la palma de mi mano y la gira para tomarla entre las suya, me acaricia la mano con los pulgares y se aprieta mas contra mi hasta presionar su erección en mi trasero, mis ojos se cierra mientras apoya el rostro en mi mejilla y sus besos dan inicio.
- Se que lo estas deseando, cariño.
Su tacto sube por mi brazo hasta mis
hombros.
- No.. Martin..
Intento moverme incomoda, pero se las arregla para estrujarme mas contra su pecho, siento su cuerpo duro marcado de abdominales y su mano abrirse paso por la piel de mi ombligo sus dedos descienden y ingresan dentro de mis vaqueros, me acaricia bajando los dedos hasta llegar a mi centro, los botones se desprender y el hunde mas sus dedos.
- Esta noche...
Su voz cargada de deseo y su aliento moja mis oídos. Me aparto para mirarlo y él retira los dedos.
- Que?
- En el hotel de siempre.
- No...
- Follas conmigo o te olvidas de la universidad y el departamento.
No respondo y se lleva los dedos a mis labios.
- Te veo esta noche, Pilar.
Mis manos se forman puños.
- No voy a...
La puerta se abre y Débora se sorprende al verme me comodo la blusa disimuladamente bajando hasta el cierre de mis vaqueros.
- Hola!
Martin se acerca a ella y la besa en los
labios.
- Hola, cielo!
- Pilar, estas buscando a Purre?
Aparto los ojos de Martin y asiento.
- Si.. Creí que se encontraba aqui..
- No lo has llamado?
- No. Miento. - Mi celular es nuevo, asi que..
- Ya veo, por que no viene conmigo? Le enviare un mensaje.

Dime cuantas veces? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora