Una Familia Unida

2.8K 205 24
                                    

Al despertar no reconocí el lugar donde estaba, lo último que recuerdo fue que deje ir a Kalawarner y que me desmaye en el bosque. La oscuridad en el lugar era bastante y no podía ver bien a pesar de mi vista como demonio.

Trate de levantarme pero sentí un gran dolor en el estómago. Ahora lo recuerdo... Reynare me travesó con una lanza luz en el abdomen. El dolor era insoportable si hacia movimientos bruscos, pero el dolor iba cediendo si me mantenía quieto.

Use todo de mí y por fin logre levantarme, dándome cuenta que estaba en mi habitación. Inmediatamente observé el reloj, que marcaba las 5 de la mañana.

No fue hasta que mire mi escritorio, que me di cuenta de que no estaba sólo... mi madre estaba ahí durmiendo, encima de una toalla, con un cuchillo de cocina en la mano y una caja de primeros auxilios casi vacía a un costado suyo.

A mi espalda y sentado en la puerta con una vieja espada francesa que alguna vez perteneció a mi abuelo materno y que viene de familia, se encontraba mi padre que también se hallaba dormido.

Observaba en sus rostros ojeras grandes, mi padre estaba sin afeitar y mi madre tenía marcas de lágrimas. Su estado era deplorable, están algo delgados y descuidados... cuánto tiempo estuve dormido?

[Una semana...]

-Una semana estuve dormido? Tanto tiempo?-

[Si... durante todo ese tiempo tus padres no durmieron ni un poco, tu madre estaba siempre a tu cuidado y tu padre vigilo la puerta y la ventana del cuarto sin separarse nunca de esa espada... ni siquiera comieron algo en tres días, ya que se negaban a salir de la casa por si te pasaba algo... Son muy buenos padres si me lo preguntas]

-Toda la semana no durmieron y no comieron durante tres días?... y yo que pensaba que no harían tanto por mí... soy un pésimo hijo-

[Tú lo has dicho... si les hubieras contado antes que eras un demonio nos habríamos ahorrado todo esto. Aunque si lo hubieras hecho, no te habrían seguido y ahora estarías muerto]

No respondí a eso pues le daba la razón. Al mirar mi brazo izquierdo pude ver una garra de dragón, era el sacrificio que hice para tratar de salvar a Rias, tendré que vivir con eso para siempre.

Me levante y vestí tratando de no hacer ruido y siendo lo más cuidadoso posible con mi torso, donde todavía estaba la herida que Reynare me hizo.

Con cuidado y usando lo máximo de fuerza que podía usar acosté a mis padres en mi cama, donde dormirían más cómodos; teniendo muchísimo cuidado además de desarmarlos antes.

Ddraig utilizó un hechizo para hacer que mi brazo vuelva a tomar una apariencia humana para pasar más desapercibido por las calles. Salí de casa y me encamine a una tienda que está abierta las 24 horas... queda bastante lejos, así que me tomaría un buen rato en llegar. Todo iba bastante tranquilo hasta que Ddraig me hablo.

[Sabes, el Sacred Gear de esa monja... se activó durante un tiempo y te curó. Cerró lo más que pudo la herida de tu abdomen e hizo desaparecer las demás de tu cuerpo. Obviamente también curo tus hemorragias internas y tus costillas fracturadas]

-El Sacred Gear de Asia... cómo? Como se activó?. Ni siquiera tú pudiste hacerlo...-

[No lo sé, se activó por sorpresa incluso para mi... si no hubiera sido por eso... probablemente su estarías muerto, y si no era asi hubieras despertado en dos semana más y tu padres...]

The Love a Fallen DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora