Revelaciones

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Cielo – Trono de Dios

Un hombre de cabello rubio y ojos celestes abrió los ojos con sorpresa para luego mostrar una expresión molesta. Tenía una complexión física bien desarrollada, se encontraba vestido con una armadura un tanto peculiar y que estaba sentado en un trono de oro.

Este hombre era Michael, líder de los Ángeles. Había observado gracias al poder de la omnipresencia el brutal asesinato del Sekiryuuttei. Había sentido magia de luz sagrada y sabía perfectamente de quien era.

Había escuchado las palabras de Kokabiel y no permitiría que el tratado se vea afectado. Rápidamente llamó a la persona más confiable que conocía, Gabriel, una de las 5 Arcángeles Celestiales y su hermana.

-Que sucede Michael?- dijo una mujer hermosa, con una no tan voluptuosa figura, estaba vestida con una túnica de color blanco algo holgada además de tener algunas partes de una armadura de color dorado en su cuerpo. Posee un hermoso rostro con facciones finas, una larga cabellera dorada y unos ojos hermosos de color jade, y su pupila tenia forma de cruz además de estar siempre en un brillante color dorado.

-Te he llamado Gabriel... porque asesinaron al Sekiryuuttei- Michael se levantó de su trono mostrando sus doce alas, que mostraban un brillante tono dorado. La arcángel supo inmediatamente que su hermano estaba enojado.

-Quien lo asesino?- pregunto Gabriel quien también mostraba molestia ante la noticia.

-Kokabiel... usando a Gram en contra de su portador y también fue ayudado por un arcángel, que evito la llegada de los aliados del Sekiryuuttei- los ojos de Gabriel se afilaron al escuchar la declaración.

Como era posible que uno de sus hermanos buscara asesinar a un Dragón Celestial? Este no había hecho nada que afectara duramente a la iglesia y dudaba que planeara algo contra ella.

-He notado desde hace mucho tiempo comportamientos extraños en uno de nuestros hermanos... y lamento no haber actuado antes- Michael sabía que era culpable en cierto modo por no prestar atención a lo que sucedía en su facción.

-Yo me encargare de él ahora... quiero que tu vayas a ayudar- ordeno Michael usando un círculo mágico para cambiar sus ropas y mostrar otras más aptas para el combate.

-Pero todavía no he encontrado a Ascalon... y si él la tiene?- Gabriel sabia a quien se estaba refiriendo su hermano, pues también comenzó a sospechar de él hace mucho tiempo.

-Ascalon eligió al Sekiryuuttei como su portador, ahora no sé dónde está. Pero sé que ese bastardo no la tiene... ve a ayudar a los demonios. Yo me encargare que no salga de aquí- Gabriel se sorprendió ante la revelación, pero no le dio más importancia y asintió.

-Cuídate hermano... y haz lo que creas necesario?- Gabriel dijo esto con pesar antes de desaparecer mediante un círculo mágico.

Por su parte, el líder del cielo se acercó hacia una mesa que tenía cerca para activar dos círculos mágicos. En ellos aparecieron dos siluetas. La primera pertenecía a una mujer hermosa con el cabello castaño, ojos de color ámbar y que se encontraba vestida de forma similar a Gabriel. Y la otra silueta era de un hombre con el cabello de color rojo, ojos de color marrón, vestido de manera similar a Michael.

Eran Uriel y Rafael respectivamente, que mostraban en sus rostros una gran sorpresa al haber sido llamados por Michael y verlo usar su antiguo traje de batalla. Después de todo no lo había usado desde la guerra hace siglos.

-Michael? Que es lo que ocurre? Y a donde va Gabriel-nee-sama?- la primera en hablar fue Uriel que parecía algo sorprendida pues acaba de ver a su hermana volar hacia las puertas del cielo.

The Love a Fallen DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora