Enero 17, 2013

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Querido diario:

Mi día no podía empezar peor:

Me levanto a las seis de la mañana para ir a la organización a repartir los suministros semanales, mi mañana no puede pasar más ocupada.

El idioma natal de aquí es el español; me alegra poder hablarlo con fluidez, ya que aunque naci en Estados Unidos, mis padres son de Perú, y manejo a la perfección los dos idiomas.

La mañana pasa volando, demasiado ocupada, solo paso y entrego paquetes.

Una pequeña niña se acerca a mí en busca de las provisiones para su familia y yo se las entrego con una sonrisa y a cambio ella me abraza y me regala un aplastado caramelo con mucha alegría; tengo tanta hambre que sin pensarlo mucho voy a comerlo. Estoy a punto de comerlo cuando escucho a papá gritarme:

- Vale, eso está sucio, ni se te ocurra- hace mala cara

- papá, tengo hambre. Ya es la una y treinta de la tarde, además no puedo despreciar lo que una pobre niñita que no tiene nada me ha regalado con cariño- mostrandole el caramelo

- si tienes hambre ve a descansar adentro y cómprate algo decente, yo llegare a acompañarte otro momento. -lo fulmino con la mirada pero hago lo que dice.

Entro a la cafetería pero por ser la hora pico, el lugar está a reventar, así que decido que no sería mala idea salir un poco y ver que puedo comprar.

Camino a penas unos metros y encuentro un pequeño puesto de comida. Lo pienso dos veces, el lugar no se ve tan bien pero tengo demasiada hambre, así que me acerco al mostrador donde se encuentra una anciana atendiendo y me pregunta que voy a ordenar. Veo la comida que está adentro regada por toda la cocinita con cara de disgusto, cuando escucho una voz detrás de mí que dice:

- si no vas a pedir algo, podrías apartarte de la fila.

Volteo a ver con mala cara y es cuando lo veo por primera vez...

*flashback*

El chico me está mirando con una media sonrisa y una ceja levantada. Es tan guapo, solo basta con verlo. Tiene el cabello despeinado color chocolate y le llega a la frente, tez blanca, ojos café, una barba finita de algunos días sin afeitar, alto, unas pestañas que cualquier chica envidiaría (yo por ejemplo) y lleva puesto unos vaqueros desgastados y una simple polera color azul.

Al ver que no digo nada, levanta la otra ceja y me dice

- ¿estás bien, te ves un poco desorientada?

- ¡Que pena! pienso en mis adentros y me sonrojo un poco-

- si, es solo que tengo mucha hambre y no se que pedir - contesto

- ¿te gusta la carne de cerdo? -pregunta.

Yo solo hago cara de asco, ese tipo de carne me parece repulsiva

- al juzgar por tu cara veo que la respuesta es no, así que te sugiero que vayas a la tienda de el otro lado del parque, aquí solo venden ese tipo de carne.

- ok, gracias - le sonrío con gesto nervioso

Salgo del lugar y me dirijo al parque, no veo nada. Rayos, ya había pasado por este árbol en forma de "s" dos veces, maldición.

- Estoy seguro que jamás voy a pedirte que me des una dirección - escucho el sarcasmo y una risa detrás de mi.

Veo al chico de la tienda que me mira divertido.

- si, soy un asco con las direcciones - mis mejillas se sonrojan.

- Ven, sígueme, te llevaré a comprar un poco de comida decente.

Por cierto, me llamo Oliver Eserski. - Le doy la mano

- un gusto, soy Valentina y puedes decirme Vale si quieres - por alguna razón no quiero que sepa mi apellido, todos conocen a papá y no quiero ahuyentar a nadie aún

- ¿Vale sin apellido?

- Umm, así lo prefiero, no me gustan las formalidades.

- ok, Vale sin apellido, detrás de esa cancha de baloncesto está un puesto con los mejores tacos que alguna vez hayas comido - sonríe

*fin del flashback*

Diario, no te imaginas lo emocionada que estaba, era la primera vez que salia a comer fuera de la organización, sola, a un lugar que no conocía y sobretodo con un chico que acababa de conocer y me encantaba. Sentía mi adrenalina al límite, claro para alguien como yo que nunca hace nada ni sale a ninguna parte.

Sabes, senti algo muy extraño en el pecho, fue como si mi respiración se cortara. En fin, platicamos de el lugar, la comida que por cierto estaba buenísima, nunca había probado algo así.

Nos despedimos y afortunadamente llego a la organización justo cuando papá termina su turno con Patrick Sergei, es jefe de papá y director de la organización.

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¡Holaaaa a todos! :)

Me encantaría que dejaran en los comentarios que les está pareciendo la historia y si les gusta voten voten voteeen por ella poorfavor!

Gracias gracias por leer la historia, me regalan una inmensa alegría.

Les deseo un feliz año nuevo, disfruten mucho y Les mando un gran abrazooote:*

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Summer LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora