Reencuentro

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Estaba llegando tarde. Habíamos programado un pequeño torneo con las otras categorías del club este fin de semana, pero me quedé dormida. Me subí al auto e intenté ir lo más rápido posible, aún así iba a llegar tarde y no cambiaría nada.

Cuando llegué tuve que correr por todo el predio hasta llegar al gimnasio. Estaba tan fría que mi rodilla izquierda tuvo una pequeña molestia, la cual obviamente traería problemas luego. Aún así corrí hasta entrar al gimnasio

-Toru! No crees que es tarde? -dijo Julia, nuestra líbero, riendo. Es una de las chicas de las cuales me había hecho amiga, es de mi categoría y me recordaba un poco a Kamise

-Si... Perdón... Me quedé dormida y creí que no llegaría... -dije agitada mientras me apoyaba en mis piernas

-Tienes suerte! Los partidos se atrasaron. Al parecer durarán más de lo previsto... -Giuliana, la armadora se unió a la conversación. Yo la miré un poco más animada

-Vayamos con el resto del equipo! -Julia tomó mi brazo y me llevó.

El día era perfecto, estaba soleado y hacía un poco de calor para lo que es el invierno. Como aún era temprano, no había mucha gente, y si los partidos se atrasarían, Onuga llegaría a verme para el segundo y tercer partido.

La entrada en calor fue prácticamente como la de un partido oficial, pases, remates desde 4, remates desde 2 y saques. Las capitanas hicieron sorteo para ver quién ganaba el saque, lo ganamos nosotras. Nos pusimos en la línea final y saludamos al otro equipo. Nos formamos en la cancha y empezó el partido tras el primer toque del silbato, con mi saque.

Hice la carrera de 3 pasos, mi brazo izquierdo lanzó el balón y tomé impulso para golpearlo con mi mano derecha. El balón cayó entre la líbero y la rematadora lateral del otro equipo. El árbitro indicó punto para nosotras y lo festejamos. Al segundo saque decidí apuntar al opuesto, quien recibió bien y la pasó a la armadora. La armadora hizo un rápido con la central pero fue completamente bloqueado por Giuliana. Festejamos el punto y volví a sacar al ritmo del silbato para volver a marcar un punto directo.

Ya para el cuarto saque se habían acostumbrado y lograron hacer una jugada limpia, marcando su primer punto. Las próximas jugadas no fueron lo que esperábamos, sino que ambos equipos estábamos dando pelea.

Julia recibió un ataque, Giuliana me hizo el pase y yo iba a rematar por 4. Hice la carrera de 3 pasos, salté tan alto como pude y rematé un paralelo. La caída fue dolorosa, sentí un crujido en mi rodilla izquierda, el cual hizo que me acostara en el piso por el dolor.

Llamaron a una ambulancia y me llevaron al hospital, donde me dijeron las peores palabras que oí en toda mi vida

-Lamento darte estas noticias, pero tienes una rotura de ligamento interior... Tus ligamentos prácticamente se rompieron con la caída. Es como si se hubieran roto para no permitir que tu rodilla se dislocara...

-Qué debería hacer? -pregunté sorprendida y desanimada

-Deberías realizarte una cirugía... Pero -sabía qué iba a decirme -no creo que puedas volver a hacer deporte... Lo siento mucho... -el doctor salió de la habitación. Mis ojos lloraban por si solos, era como destruir todos mis sueños y esfuerzos en literalmente un solo paso. Me sentía devastada.

Más tarde vino Onuga

-Toru! -dijo abriendo repentinamente la puerta, haciendo que me asustara -Cómo te encuentras!!?

-Acostada! -dije riendo para hacer un chiste, él se quedó mirándome preocupado desde la puerta -Estoy bien Onuga. Puedes pasar? -él entró y cerró la puerta

• Eclipse • Bokuto Kotaro x OC ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora