La fiesta del té

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¡Hey, chicos! Antes de que empiecen a leer, deben de saber que este es el último capítulo.

¿Se lo esperaban? Me imagino que no. ¿Están listos para saber quién es? ¿Ya saben quién es? Déjenlo en los comentarios.

Estaré leyendo sus comentarios para ver quién adivinó. ¡No se vale hacer trampa!

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La mañana era tan linda y radiante como la mayoría de las mañanas en primavera. Se podía escuchar el canto de los pájaros por toda la mansión Claes. Simplemente, una mañana perfecta.

—¡ANNE!— gritó una castaña desde su habitación.— ¿DÓNDE ESTA MI SÚPER VESTIDO?

Anne, quién apenas había entrado a la habitación, respondió calmadamente.— Lo puse ahí.

—¿DÓNDE?

—¿Para qué necesitas saberlo? Dijiste que te ibas a poner el vestido que te compró tu madre.

—Pero ¡LO NECESITO!— Catarina empezó a hurgar su clóset.

Anne empezó a negar.— Ni se te ocurra ponerte ese vestido viejo y feo. Tu madre ha estado planeando la fiesta de té por 1 mes.

—¡Mi público está en riesgo!

—¡La fiesta de té de tu madre está en riesgo!

—¡DIME DÓNDE ESTA MI VESTIDO! Estoy hablando de una gran hazaña.

—¿Gran hazaña? Solo vas a quedar en ridículo frente a los invitados. ¡Tu dignidad es tu más grande hazaña!

De repente, se escucha la puerta abrirse.

—Lo siento, estuve tocando por un rato pero no me abrían.— dijo Keith mientras entraba a la habitación de su hermana.— Catarina, nuestra madre me dijo que te dijera que no usarás tu vestido viejo.

Catarina simplemente se cruzó de brazos y empezó a hacer pucheros.

—No se preocupe, Keith-sama— le susurró Anne— Escondí el vestido para que no lo encontrara.

—Bien hecho, Anne.

Catarina tomó el vestido morado que le había regalado su madre la semana pasada y entró a su baño para bañarse y vestirse.

—Regresare a mi cuarto para prepararme— dijo Keith antes de salir a su habitación para prepararse para la fiesta del té.

Tan solo Keith puso un pie fuera de la habitación, se escuchó un grito.

—¡CATARINA!— Gritaron Keith y Anne, al mismo tiempo que corrían hacia el baño.

—¡Hermana! ¿Estás bien?— Keith abrió la puerta con fuerza haciendo que Catarina se asustara.

—Si, es que me caí del baño.

Tanto Keith y Anne voltearon a mirarse.

—Cuida a mi hermana de que no haga el ridículo.

—Espero poder lograrlo, Keith-sama.

~2 horas después~

—Ya está lista, Catarina-sama.

La hija mayor de los Claes se miró por el espejo. Catarina tenía un vestido de tirantes morado que le llegaba a sus rodillas, además de unos tacones, guantes, aretes y un moño del mismo color.

Estaba hermosa.

—¿Está bien, Catarina-sama?

—Solo estoy un poco nerviosa.

¿Quién es? |Bakarina| Trilogía (1/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora