3. El charco

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POV Samantha

Me levanté de mal humor, lo único que me apetecía era quedarme en la cama durante todo el día sin hacer nada, solo dormir. Como pude, me dirigí a la ducha y me vestí con lo primero que vi en el armario. Hoy iba a ser un día interminable.
A primera hora había quedado con Mai, como todos los martes para tomar un café. Solíamos ponernos al día y hablar sobre cualquier cosa. Viendo que iba a llegar tarde, como siempre, me apresuré al salir para llegar hasta el establecimiento donde Mai ya estaba sentada esperándome

-Pero titi, no ves que horas son, que siempre llegas tarde- Me recriminó medio en broma

-Ay Mai pero si ya sabes como soy, que siempre se me pegan las sábanas- Dije riendo

-Si es que siempre me haces lo mismo...¿Que vas a pedir?- preguntó al ver que se aproximaba el camarero

Estuvimos un rato hablando de todo y de nada. Me comentó que había conocido a un tal Bruno y que había compuesto una canción nueva. Obviamente le convencí para que algún día me la tocara, las composiciones de esta chica eran una maravilla.

-Por cierto Mai... Tengo algo que contarte- Me apetecía decirle lo de los conciertos y también contarle mi preocupación acerca del tema piano. Sabía que ella me iba a tranquilizar

-Ay no me asustes- Contestó ella con algo de preocupación, aunque bueno, estaba acostumbrada a mis dramas

-Es algo bueno creo, verás, me han ofrecido dar un par de conciertos...-

-Bua pero eso es increíble sardiniti- Dijo sonriendo -¿Entonces cual es el problema?-

-Pues que voy a tener que tocar el piano y no sé, no quiero cagarla delante de todo el mundo- inmediatamente tras decir esto Maialen se tranquilizó considerablemente y me miró como diciendo "ala exagerada"

-Pero a ver, mira que eres dramática. Todo va a salir súper bien, si te he oído tocar y lo haces de perlas, solo tienes que confiar en ti- Contestó segura- Ademas, lo máximo que puede pasar es que te equivoques. La gente no va a dejar de seguirte por eso Samantiti-

En ese momento mis preocupaciones se calmaron un poco, es que esta persona tenía algún tipo de magia sobre mi. Continuamos hablando un rato más antes de que me diera cuenta de la hora. No solo había llegado tarde a la cafetería sino que también lo haría a la reunión con Pablo y el pianista, genial Samantha, que buena primera impresión vas a causar. Para colmo estaba diluviando y no tenía paraguas, si es que era todo un cuadro.

-Dios Mai me voy corriendo que llego tarde, de verdad gracias- No le di ni tiempo para contestarme y ya estaba saliendo disparada como una bala de aquel sitio. Corría por las calles en plena lluvia, ni siquiera miraba por donde iba. Ya llegaba más de cinco minutos tarde y me quedaban mínimo otros diez para llegar. Mientras corría como si no hubiera un mañana me choqué violentamente contra una persona, lo que me faltaba.

-Mierda, mierda- Dijo el chico al que había literalmente arrollado. Me di cuenta en que al llevármelo por delante había tirado una gran pila de folios que iba cargando en un charco gigante. Me apresuré a recoger las hojas y me fijé en que eran partituras al piano muy complejas.

-Joder lo siento muchísimo- me dije al ver que había tirado todo su trabajo al suelo. Me sentía súper culpable, algunas de esas partituras estaban escritas a mano ¿Y si había tirado alguna composición suya? Ay dios ojalá que no. Continué recogiendo folios del suelo cuando vi algo que me llamó la atención. Una de las partituras llevaba escrita en la parte de arriba "Sin más"...¿Aquel chico me conocía? ¿Había odio mi música? A lo mejor era un fan, aunque claro, si lo fuera me habría reconocido ¿No? Millones de dudas surcaban por mi mente antes de que la voz extremadamente profunda de aquel chico me sacara de mi trance

-Joder ¿Que voy a hacer yo ahora?- dijo, hablaba para sí mismo. Se le veía preocupado y yo me sentía demasiado culpable, podría haber tirado el trabajo de semanas o incluso meses, tenía que hacer algo aunque no sabía el qué

-Dios de verdad que lo siento muchísimo no sé cómo compensártelo-
El chico se levantó del suelo y pude mirarle a la cara por primera vez. Pude ver como suspiraba nervioso, lo que me hacía sentir aún más responsable

-Tranquila, no pasa nada, no lo has hecho aposta...-

A pesar de que lo dijera tranquilo no pude evitar notar la angustia en sus ojos...

-Bueno, al menos con esta canción te podría ayudar, me se los acordes de memoria...- Dije señalando la partitura de mi canción. Me sentí bastante ridícula nada más ofrecerlo, si es que a quien se le ocurre. Además ya llegaba lo suficientemente tarde

-En serio muchísimas gracias pero ahora voy tarde a una reunión y encima acabo de perder lo que iba a presentar. No creo que llegar aún más tarde vaya a ayudar... Aunque te lo agradezco-
Sus ojos se achinaron al decir esto y se fue corriendo como un abuelito. No pude evitar pensar en lo tierno que me había resultado... Ojalá volvérmelo a cruzar algún día...

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Siento que el capítulo de hoy haya sido un poquito más largo... Espero que les haya gustado :D

Notas en vez de palabras [Flamantha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora