十三

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Uzui había anunciado su retiro después de vencer a la Luna Superior Seis. Los jóvenes que lo habían acompañado resultaron gravemente heridos, sobre todo Tanjiro e Inosuke, pues no tenían apariencia de que despertarían pronto. Los Pilares habían sido llamados por el Patrón para una reunión “especial”.

Hinaki se sentó junto a Nichika al lado de Amane, quien había venido en representación de Kagaya. Kyomi se sentó algo alejada de sus compañeros, pues no quería interferir mucho.

—Muchas gracias por su asistencia. He venido representando al Patrón debido a su delicada situación de salud. Simplemente daré un anuncio— mencionó la mujer —Como ya saben, Tengen Uzui se ha retirado del Cuerpo de Exterminio de Demonios. Él ha dejado una carta petición que ha sido aceptada por el señor Ubuyashiki.

Amane miró a Hinaki, quien sostenía la hoja escrita por el ex Pilar del Sonido.

—Cito. “No estoy en posición de pedir algo, pero debo hacerlo. En mi vacante me gustaría que promovieran por fin a Kyomi Tsukino, ella es tan extravagante en batalla que me conmociona. No considero digno a otro cazador que no sea ella. Por favor, permita su ascenso”— leyó la albina con una sonrisa.

Kyomi se impactó un poco por las palabras de Uzui, él no solía alagar a las personas de esa forma. Buscó la mirada de Amane, quien la observaba orgullosa.

—Ese es el anuncio que debía darles. Desde hoy, Kyomi Tsukino se convierte en el Pilar de la Luna.

Sus compañeros, a excepción de Sanemi e Iguro, la miraron algo contentos. Mitsuri se levantó corriendo para ser la primera en felicitarla.

—Estoy algo confundida, pero asumiré el cargo. Muchas gracias, señora Amane— dijo refiriéndose a su amiga lo más “formal” posible mientras era rodeada por la Pilar del Amor.

Después de asumir el puesto oficialmente, las cosas no cambiaron mucho para la Tsukino, ya que ejecutaba las mismas tareas de siempre. Todos los días revisaba si el chico cabeza de jabalí y el de cabello rojizo habían despertado, pero después de un mes comenzó la preocupación.

—Kyojuro, debes instruir mejor a tus alumnos— regañó la chica.

—Oh, te tengo una pregunta— dijo de forma habitual el Rengoku —¿Quién fue tu maestro? Nunca se me había ocurrido, quisiera conocerlo y pedirle consejos para enseñar.

La azabache quedó congelada unos momentos, los únicos que sabían de Kokushibo eran los Ubuyashiki y Kanae. Decidió no hablar e inventar una excusa, conocía a Kyojuro y quizá no le agradaría mucho la realidad.

—Él murió— respondió fijando su vista Tanjiro, que estaba inconsciente.

—Creo que es la primera vez que te escucho decir una mentira— habló él borrando su sonrisa.

—Hay cosas que es mejor no saberlas. Te veo después, Kyo— finalizó la chica levantándose y saliendo de la habitación.

El Pilar de la Llama no esperaba esa reacción por parte de su amiga, palpó en su bolsillo y comprobó que ahí seguía el broche de Luna que había comprado meses atrás. Su plan era obsequiárselo después de conocer a su instructor, pero al parecer no sería en ese momento.

Kyomi caminó por la Mansión hasta toparse con la habitación donde mantenían a Nezuko de forma segura, su curiosidad la hizo querer entrar. Empujó la puerta de madera y se adentró con cuidado en la sala. Su mirada chocó con los grandes ojos brillantes de la demonio, no pudo evitar sentir ternura de su apariencia, nunca se había relacionado con la Kamado.

—Hola, Nezuko. Soy Kyomi— dijo acercándose, no esperando una respuesta —Puede que ni siquiera me entiendas, pero necesito hablar con alguien— se sentó frente a la cama.

Aliento de la Luna | Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora