Nuestra promesa 🎁

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Narras tu:
Llegamos al aeropuerto y tratamos de mezclarnos entre la gente para evitar que alguien pudiera reconocernos y lo logramos. Llegamos al hotel, era hermoso un poco alejado de la zona turística y con una vista hermosa al mar, nos instalamos y salimos a comprar un poco de ropa para estar más frescas, de ahí fuimos a desayunar a un lugar de comida típica.
No lo pude evitar y tomaba fotos cada dos minutos quería recordarlo para siempre. Ella se veía hermosa y moría por presumirla pero era imposible; Karen había dejado muy en claro que no quería que nadie supiera lo nuestro por el momento y claramente tampoco podían enterarse de este viaje. 

Pasamos el resto del día tomando el sol en la playa y nadando un poco, el mar en ese lugar era cristalino lo que daba una sensación de tranquilidad maravillosa. Antes de que se metiera el sol caminamos de regreso al hotel, nos tomamos las manos y con ese atardecer confirme una vez más que quería todo con ella y que haría cualquier cosa para verla así de feliz siempre. Llegamos al hotel y pedimos algo de cenar para después irnos a dormir; mientras cenamos mantuvimos una larga charla sobre como habíamos llegado hasta ese momento.
Para el siguiente día planeamos rentar un pequeño crucero para tener un poco más de privacidad, así que muy temprano llegamos al muelle para abordarlo. Partimos a altamar y el señor que manejaba el velero se ofreció a llevarnos a uno de los lugares más bonitos para nadar y  poder comer en una playa un poco más privada. Disfrutamos del sol en la parte delantera del velero mientras escuchábamos musica y contemplabamos el paisaje. Me sentía un poco nerviosa porque había planeado una pequeña sorpresa y no tenía ni idea de cómo saldría pero cada que nuestras manos se rosaban desaparecía todo sentimiento de miedo o angustia y ni hablar de cuando de la nada me daba un beso, parecía que el mundo se detenía un instante en aquellos labios que empezaba a reconocer de manera perfecta. Llegamos hasta la playa prometida y sin más nos metimos al mar, después de varios minutos de nadar supe que era el momento indicado

Karen: Vas a dejar de mirarme en algún momento o que?

Tu: No puedo evitarlo estás guapísima como no te voy a mirar. -me sonrojé con su pregunta-

Karen: Cállate y besame

Nos dimos un delicado beso y luego decidí salir por el regalo que le tenía preparado.

Tu: No te muevas de aquí ahorita regreso -corrí hasta mi mochila y tome una pequeña caja para regresar corriendo de vuelta al mar-

Karen: Eres rápida

Tu: Solo un poco -dije tratando de recuperar el aliento-

Karen: Y......a que fuiste -rompió el silencio que se había armado mientras recuperaba el aire-

Tu: A si eso....estem -los nervios me traicionaban y no podía armar ni una oración- yo.....ufff -cerre los ojos y respire para poder juntar las palabras- Después de esa noche en LA supe que en verdad estamos hechas para estar juntas y el día de ayer lo confirmé. Ana Karen me haces sentir segura, cuando estoy contigo siento que no me falta nada en la vida y se que suena como una estupidez pero tengo miedo a perderte por mis tonterías así que te tengo una promesa para ti y para mí -saque la caja- Voy a cambiar para hacerte feliz, iré a rehabilitación y lo que sea necesario para ser buena para ti y -abrí la cajita sacando las dos pulseras *como en la foto*- con esta pulsera quiero cerrar esa promesa -tomé su mano y le puse la pulsera-

Karen: No se ni que decir -soltó un par de lágrimas- Yo también quiero estar contigo pero podemos irnos con calma no hay prisa. Además quiero que está sea una promesa para ti, cambia por ti no por mi. Te amo y si tú estás bien ambas lo estaremos -Se inclinó y nuestros labios se encontraron-

Disfrutamos todo lo que quedó de la tarde en esa playa, jugando con la arena, tomando el sol, nadando e incluso comimos algunas botanas. Antes del atardecer subimos al bote y el encargado nos llevo en medio del océano para poder apreciar el atardecer. Ver el sol meterse se había convertido en otra de nuestras actividades favoritas. Nos sentamos en la parte de enfrente del bote y yo me recargue en su hombro, ella tomo mi mano y me susurro un "Me encantas" lo que provocó una enorme sonrisa en mi rostro y así permanecimos hasta que el último rayo de sol se ocultó.
Pero no todo podía ser tan perfecto siempre. Habíamos decidido dejar nuestros celulares en el hotel para que nada nos molestará pero al regresar mi pantalla se iluminó con una llamada mostrando a su vez las otras más de 100 llamadas y mensajes. Acelere el paso para poder contestar y la voz ensordecedora de mi madre salió por el altavoz en un grito. Antes de preguntarme como estaba o porque no había cogido el teléfono, me soltó un gran sermón seguido de palabras amenazantes en forma de regaño. No sé cómo, pero se había enterado de que ya no me encontraba trabajando en L.A. y que claramente tampoco estaba en la ciudad asistiendo a la escuela. No me dejó mencionar ni una sola palabra y por último solo exclamó que me quería de regreso en ese momento.

La relación con mi mamá en un principio no era ni buena ni mala, era como cualquier otra pero todo cambio cuando le dije que lo que realmente me apasionaba era hacer videos y que no quería seguir con la escuela; y ni hablar de cuando empecé a convertirme en lo que ella llama "la copia de tu padre", a eso se le suma mi confesión de que también me gustaban las chicas. Para su mente conservadora todo eso era una bomba. Comenzó a tratar de controlar cada movimiento de mi vida y fue entonces cuando decidí vivir con mis roomies, situación que solo empeoró aún más nuestra relación. Su rechazo me había vuelto aún más rebelde y debo admitir que casi todo lo hacía por molestarla y llamar su atención. Creo que todos los jóvenes solo necesitamos aceptación sobretodo de nuestra madre.
Terminé la llamada con un nudo en la garganta y al borde del llanto. Karen solo observaba toda la situación sentada en la cama sin decir ni una palabra. Al ver caer la primera lágrima se levantó y me rodeo con sus brazos en fuerte abrazo. Podia escuchar el latir de su corazón y sentía el calor de su cuerpo envolviendome; ese abrazo era todo lo que no sabía que necesitaba. Las lágrimas cesaron y ella me soltó haciéndose unos pasos para atrás y mencionando las palabras que por alguna razón solo en ella me daban paz

Karen: Tranquila, todo va a estar bien

Esa noche no quise hacer más nada, así que solo compré los tickets de regreso y me acosté a dormir. Karen salió a dar una vuelta y por algo para cenar. Estaba entrando en un sueño profundo cuando sentí que se sentó en mi cama.

Karen: Perdón no quería despertarte. Compraste los tickets?

Tu: Si, ya está todo listo -dije con voz algo adormilada-

Karen: Bien, descansa. Gracias por este viaje tan bonito -me dio un beso un beso en la mejilla-

Se levantó de la cama para dirigirse a la suya pero antes de dar un paso volteo a verme, nuestros ojos se encontraron y no hizo falta mencionar una sola palabra para que ella se metiera en las cobijas a un lado mío. Teníamos esa conexión tan grande que solo dos seres conectados de corazón podían tener, aquella en la que sin mencionar una sola para ambos sabían lo que necesitaba el otro. Nuestros cuerpos encajaban a la perfección en una posición de "cucharita", paso su mano sobre mis costillas para encontrarse con la mía a la altura de mi pecho y así caímos en un sueño profundo.

A la mañana siguiente recogimos nuestras cosas y nos fuimos al aeropuerto. Como al principio llegamos discretamente y un poco distanciadas para evitar que alguien nos reconociera y que bueno porque apenas entrando pude ver cómo un polinesio se le acercó para pedirle una foto y ella cedió sin problema. Nuestro vuelo estaba retrasado por las tormentas que se producían en esta época en la ciudad, así que decidimos entrar a desayunar a uno de los restaurantes del aeropuerto. Estábamos platicando cuando otra chica se le acercó a pedirle una foto, yo la tome y la chica se retiró pero fue solo cuestión de minutos cuando un grupo de unos 5 polinesios nos rodeo de nuevo. Karen amablemente les pido que nos dejarán terminar de desayunar y los atendía. Ambas sabíamos lo que iba a pasar, nos habían visto "juntas" en Cancún y las fotos iban a empezar a circular en segundos por internet, eso implicaba decirle la verdad a sus hermanos, a nuestros padres y a todos los que nos suponían en otro lado haciendo otra cosa, también implicaba los famosos shipeos que siendo sincera me encantaban. Para cuando terminamos de desayunar ya era un grupo de 20 personas, tome las fotos con varios de ellos para hacer más rápida la situación, incluso un par también me pidieron foto pues me reconocieron de los vídeos de España. Al terminar aceleramos un poco el paso para llegar al vuelo e inconscientemente nos tomamos la mano y subimos al avión.

Karen: Que fue eso?

Tu: Que fue que? -no tenía idea de que hablaba-

Karen: Me tomaste la mano y nos pudieron ver -dijo molesta-

Tu: Perdón fue un reflejo -me encogí de hombros- además tarde o temprano van a saber que eres mi novia.

Karen: Es mejor que no, suficiente va a ser tener que lidiar con decirle a mis hermanos que no estuve en la ciudad trabajando como ellos creían. Además no somos nada, no me lo pediste formalmente.

Es enserio que después de todo lo que habíamos pasado en LA y luego aquí, la pulsera, la promesa y todo eso no éramos nada?! <<Que complicada es está mujer!! >> pensé para después permanecer en silencio lo que quedó del viaje. Al aterrizar otro grupo pequeño de polinesios nos abordo y de igual forma atendimos a las fotos. Salimos de ahí y cada una tomo un taxi, nos despedimos con un simple "Con cuidado" y así fue como si todos aquellos mágicos momentos que pasamos los últimos días nunca hubieran existido y desaparecieran como por arte de magia.

Ahora eres mi problema ❤👑 (Karen y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora