Octubre de 1993, Liverpool, Inglaterra
-¡Eres una vergüenza, Joseph! ¡Debí haber convencido a tu madre de deshacernos de ti!
-¡No pueden juzgarme por una preferencia! ¡He hecho más cosas buenas!
-¡¿Cosas buenas?! ¡¿Llamas cosas buenas a ser homosexual?!
-No le veo lo malo
-¡Tiene todo de malo! ¡Es antinatural!
-Es mejor amar y ser amado a ser infeliz fingiendo ser alguien que no eres, la libertad y el amor, son cosas difíciles de conseguir, pero verdaderas una vez logras obtenerlas, tú me lo dijiste una vez, papá
-¡Ese no es el punto, Joseph Patrick! ¡Ese no es el maldito punto!
-¡¿Y entonces por qué me convenciste de que así era?!
-¡Porque no hablaba de eso! ¡Hablaba del amor por sobre la posición social y la libertad de elegir con quien te casarías! ¡Pero no hablaba de ser un pecador! ¡Irás al infierno!
-¡Igual obligándome a casarme con una mujer iré al infierno! ¡¿Sabes por qué?! ¡Porque he mentido, los he deshonrado, he idolatrado, he tenido deseos impuros! ¡De ser así todos ustedes me acompañarían al infierno!...
-¿Ya casi llegamos, papá? - fue la frase que despertó a un agitado Paul, quien comenzaba a sentirse mareado de nuevo
Los McCartney viajaban en carretera a Liverpool, ciudad de origen de James y Mary, luego de la muerte de la última, James había decidido mudarse a su natal ciudad pasados unos años, donde nació, creció y conoció al amor de su vida.
-Faltan algunas horas, Ru
Los chicos anhelaban conocer Liverpool, especialmente la menor de todos ellos, ya que no había tenido la oportunidad de ir antes como Mike y Paul, quienes habían visitado allí un par de veces cuando eran pequeños, Paul teniendo vagos recuerdos de como era la ciudad.
Mike se encontraba sumido en la entretenida lección de su reciente adquisición literaria "Nómadas nocturnos", hace ya un buen rato que se encontraban viajando y no dudó en que sería buena idea llevar aquella obra como fuente de desatención a la carretera, la cual, odiaba admitir, le daba miedo, no sabía en que momento podría ocurrir alguna tragedia y se distraía pensando otras cosas para que el pánico no cundiera en sí. Ruth por el contrario, veía segura a la ventana que mostraba el panorama de afuera rápidamente debido a la velocidad del auto, con aquella mirada adolescente contorneada ligeramente con delineador negro, que dentro de sus orbes albergaba cierta pasión, esto debido a las distintas películas y novelas de amor que había presenciado, su padre no era fan de los melodramas, pero ella solía verlos a escondidas pensando en quien sería el afortunado chico que le robaría el primer beso que se refugiaba aún en sus delgados labios cubiertos con una fina capa de gloss transparente con olor a fresas, a sus catorce años, era una chica llena de ilusión por conocer lo que era el amor.
James, el segundo de los tres y "el chico soñador" como solían llamarle con regularidad sus padres, usaba su tiempo en carretera para escuchar música en aquel walkman que su abuelo le había regalado recientemente y justo ahora reproducía "Don't Stop Believin'", no veía su mudanza a Liverpool con el mismo entusiasmo con el que lo veían sus hermanos, pues el corazón del muchacho era fiel a su amada Escocia, amaba aquel lugar que cobijaba recuerdos desde su nacimiento hasta el peor día de la vida de un hijo, no veía problema con haberse quedado, sin embargo, notaba en el semblante de su padre que le haría bien irse de allí antes de que terminara mucho más deprimido, la mirada hazel del chico se encontraba perdida en la carretera al igual que la de Ruth, sin embargo, él no prestaba atención al paisaje, ya que sus pensamientos se centraban en los sueños que había estado empezando a tener nuevamente, y es que aquellos solían atormentarlo por las noches cuando era un niño, había logrado calmarlos por bastante tiempo, sin embargo, ahora volvían a aparecer queriendo invadir su memoria noche tras noche, lo extraño es que siempre los tenía presentes, nunca los olvidaba como lo hacía el resto de la gente normalmente.
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In another life (Mclennon)
FanfictionTe amo y juro que lo haré para la eternidad, en ésta vida y en la que nos depara, nadie ni nada podrá separarnos, porque yo pelearé contra Cielo, Mar y Tierra, contra Dios si es su voluntad la que nos impide estar juntos, lucharé incluso con la vida...