Capítulo III

139 26 8
                                    

-¿Entonces no llevabas faldas a la escuela?

Paul rodó los ojos y carcajeó un poco, los últimos quince minutos George le estuvo preguntando sobre gaitas y faldas de cuadros.

-No, solo las chicas usaban faldas

-¿Entonces qué usaban ustedes?

-Pues pantalones, el uniforme normal

-¿Llevaban uniforme?

-Eh, sí

-Ugh, yo odio el uniforme

-No lo he usado aún

-Bueno, espero que lo hayas lavado porque debemos usarlo el lunes

-¿Por qué no se usa a diario?

-Ni yo lo sé, sólo puedo decirte que es incómodo

-Uh, ya lo creo

-¿Vamos por nuestro desayuno ya?, muero de hambre

-Vamos

Los chicos se levantaron de su mesa y se dirigieron a la cafetería, donde las cocineras servían la comida en las bandejas con un semblante de seriedad adornando sus rostros, se formaron y conforme avanzaba la fila seleccionaban su desayuno.

-¿Que comías allá?

-Comida - rió Paul

-¿En serio no usabas falda y no tocas un poco la gaita?

-Geo, es sólo un estereotipo, la gente de Escocia es igual a la de acá

-Lo sé, lo sé, sólo me daba curiosidad saber como era ponerse una falda

-¿Tú usarías falda?

-¡Para nada!

-¿Por qué?

-Porque es raro, es como si de un día a otro llevaras zapatillas en lugar de tus tenis

-Sería difícil, usar tacones es otro tema

Los muchachos rieron ante sus cuestiones y caminaron de vuelta a su mesa, donde los libros de George habían sido desplazados al suelo por los chicos que se sentaban allí ahora.

-Maldita sea, nos ganaron la mesa

-¡Hey, tiraron tus libros!

-Mhm, déjalos, ¡Son unos idiotas!

Los chicos continuaban burlándose de Paul y George hasta que uno de ellos escuchó como los había llamado, por lo cual no dudó en levantarse y con una pose amenazante acercarse a George.

-¿Cómo nos llamaste, Harrinerd?

-Creo que te ha dicho idiota, Dannie - habló Joey

-No les dije nada - sonrió falsamente George

-Más te vale si no quieres ser el siguiente candidato al contenedor de la basura

-Entendido, Dannie - se giró a su amigo - Vámonos, James

Paul permaneció con el ceño fruncido ante la cobardía de su amigo, su padre le había enseñado a no ser la carnada de nadie.
Las risas de los muchachos no tardaron en hacerse notar, lo cual hizo a Paul querer lanzarse sobre el contrario y golpearlo hasta dejarlo inconsciente, George observó con detenimiento la furia que albergaban los ojos de su amigo, y antes de que pudiese intentar algo, lo tomó por el brazo y se lo llevó de ahí hacia una de las mesas cercanas.

-¿Qué fue eso, George?

-Lo llamo "Salvar mi vida"

-¿Qué?

In another life (Mclennon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora