In another life (Mclennon)

Capítulo VIII

No hacía falta explicar la situación en la que Paul y George se encontraban, bastaba con decir que unos matones que habían decidido que la forma de defensa que utilizó McCartney para zafarse de la situación, fue una herida profunda al ego del grupo, por lo cual se comenzó una persecución para recuperar aquel preciado tesoro al que no se le atribuía más que el nombre de "orgullo", justo ahora, los discos adquiridos con anterioridad se movían de forma brusca en la bolsa de plástico que sostenían con cuidado mientras sus piernas se movían a toda velocidad hacia adelante.
Cruzaron por más de cinco calles, de eso estaban seguros, de lo único que no lo estaban, era de los muchachos que hace rato corrían detrás de ellos, sin embargo, fue la astucia de una desconocida muchacha la que los salvaría de aquella situación.

—Por aquí

Con brusquedad tomó el brazo de los amigos y de un tirón los adentro a un oscuro bosque poblado de árboles.

—¿Dónde...?

—Shhh — calló colocando un dedo sobre sus labios— No hagas ruido hasta que te diga — dijo entre susurros

—¿Por qué? — indagó George imitando el tono de voz de la contraria

—Solo no lo hagan, ¿Bien?

El azabache asintió y se cubrió aún más entre las ruidosas hojas de los arbustos, a las cuales golpeaba con fuerza el viento, y de igual manera George.

—Se fueron por aquí, yo los vi — habló la voz de Luke

—¿Estás seguro?, no los veo por ningún lado

—¿Buscaban algo?

—¡Lin!, tiempo sin verte — saludó la entusiasmada voz de Sam

—¡Sean!

—En realidad me llamo "Sam"

McCartney hizo un enorme esfuerzo por guardarse la risa, pues no era un secreto que aquel muchacho fuese el más fracasado entre los quarryboys.

—Oh, lo siento, es que llevamos tanto tiempo sin vernos

—¿Qué haces sola acá? — preguntó curioso Luke

—Ah, es que vine a tomar aire fresco, ya sabes, el ambiente en casa de vez en cuando irrita

—Es comprensible, pero ve con cuidado, no sabes con qué idiota vas a toparte

—Descuida, los chicos de Denny están cerca

Luke asintió ahora más convencido, con cerciorarse de que su amiga estuviese a salvo, quedaba satisfecho.

—Oye Lin, ¿Has visto a un par de imbéciles corriendo por aquí? — indagó Joey yendo al grano

—¿Par de imbéciles?

—Sí, dos idiotas corriendo como maricas

—Nop, no he visto a nadie

—¿Segura?

—Bueno, no puedo estar segura si no me dan una descripción exacta

—Uh, cierto — razonó Luke —Bueno, uno de ellos tiene el pelo negro, piel blanca y ojos de color raro, tenía una rompe vientos celeste con blanco y el otro es Harrinerd

—No, no los he visto, pero ahora que me lo dicen, hace un rato vi a un muchacho con un rompe vientos celeste y blanco junto a un chico de camisa amarilla irse por allá — dijo señalando una dirección al azar — Llevaban bolsas de la tienda donde trabaja Caleb

—Sí son esos idiotas — musitó Joey con coraje — Bueno, yo tengo hambre, así que no perdamos tanto tiempo

—Tienes razón, mejor nos vamos ya — aseveró Luke — Fue un gusto verte, Lin