3 - Primera cita.

516 59 4
                                    

Kaname estaba completamente bloqueado, pero luego pensó que era una de las típicas bromas de ese par de viejos. Pero cuando volvió a mirar hacia la pista Zero y Akatsuki no estaban.

En ese momento comenzó a sonar una canción de Lady Gaga, cantante que volvía loca a Ruka y de un solo jalón se llevó al castaño a la pista de baile, donde no tuvo más alternativa que bailar, siendo que era algo que él detestaba, pero en fin. Además, así podía buscar a esos dos con la mirada. Busco y busco y como dicen por allí, el que busca encuentra. Allí estaban Zero y Akatsuki, ese rubio mal teñido estaba devorando la boca de Zero muestras sus malditas manos de pulpo lo manoseaba enteró, sintió ganas de ir a darle de unos buenos cornetes a Akatsuki, por aprovechado. ¡Qué! Se acababan de conocer y ya le había había hecho un examen a la próstata al peliplateado. Pero que podía hacer, si Zero eso buscaba. Zero quería que se lo llevarán a la cama y le dejarán la semilla puesta ahí.

- ¿Qué te pasa? Kaname - tuvo que gritar Ruka por lo fuerte del sonido de la música

- Nada - gritó en respuesta.

- Quieres volver a la mesa -

- No, bailemos un poco más -

Kaname había centrado su mirada en la hermosa mujer, pero cuando volvió hacia el lugar donde estaban los otros, estos ya no estaban. Después de tres canciones más Kaname y Ruka volvieron a la mesa y se encontraron con que Yagari estaba sobre Cross.

- Lamentamos interrumpir - dice Kaname - Pero no creen que ya están mayorcitos para ese espectáculo de adolescentes.

- Kaname, no seas malo con ellos - sonríe Ruka

- En realidad, solo nos quedamos para cuidar el bolso de Ruka, ya sabes tenemos ciertas urgencias que atender - dice Yagari con su típica desfachatez - Kana, me prestas tu depa -

- Mi departamento ¿Para qué? -

- Para cogerme a Cross - dice Yagari Al oído del castaño

- ¿Que no tienes casa? -

- Sí, pero esta al otro lado de la ciudad. Y estoy que reviento. Estoy como piedra -

- Pues cojan en el auto o llévatelo a un motel -

- Estás loco, Cross grita como si lo estuviera matando, la última vez que me lo llevé a un motel, llegaron los pacos, pensaron que lo estaba asesinando -

- Está bien, pero en mi cama no -

- Relájate, últimamente se pone más que caliente cuando lo hacemos en el sillón -

Kaname se quedó como estatua de pensar que cochinadas esos dos harían en su sala, la misma donde su hermanito dormía la siesta. Quiso retractarse, pero ya era tarde, Yagari ya había tomado las llaves.

- Por cierto, Akatsuki ya se llevó a tu amiguito - y riendo - Que noche van a tener esos dos - y desde lejos Yagari se reía e imitaba que le daba de latigazos al aire.

- Kana, ¿estás bien? -

- No, creo que me va a dar un infarto - responde el castaño

Kaname se excusó diciendo que iba a baño, y comenzó a llamar a Zero una y otra vez, pero nada, el teléfono sonaba y sonaba. Finalmente la noche para el castaño fue horrorosa, pasó a dejar a Ruka a su casa a eso de las tres y media y cuando iba llegando a su departamento, recordó que Yagari estaba con Cross. Por Lo que dio la vuelta y se dirigió a la casa de Zero, gracias al cielo el peliplateado no estaba en casa, por lo que no tuvo que verlo amarrado de pies y manos mientras un salvaje Kain le daba de latigazos, pero no verlo en casa también lo tenía preocupado.

Intento dormir un poco, se acomodó en el sofá de Zero y se tapó con la manta que el peliplateado siempre tenía en un rincón, no era la primera vez que dormía allí, de hecho todos los jueves lo hacía, cuando se reunían en casa de Zero, pero esta vez el lugar le era incómodo.

Zero estaba atado de manos y pies, amordazado y siendo castigado por Kain, que le daba fuerte con un látigo de cuero.

- A ver Zero, ¿Quién es tu dueño? -

- Cuuuu - decía entre la mordaza

- ¿Tú qué? -

- Cuuu, ni ago - Zero intentaba decir tú, mi amo

- Muy bien - Sonríe feliz Kain - Ahora te daré un premio - dice acariciando su cabellera como si fuera un perro - Eso te pone feliz -

Zero respondía que sí moviendo su cabeza y meneando el rabo ¿Qué Zero tenía rabo de perro? Akatsuki le desató la mordaza y besó los labios de Zero, literalmente le devoró la boca, luego de ese beso ultra húmedo, Akatsuki se soltó el cinturón y bajo el marrueco de su pantalón dejando ver una impresionante erección.

- Ven aquí tienes tu regalito, por ser un buen chico -

Zero abrió grande su boca para albergar completamente el falo de Kain en él cuando Kaname calló del sillón. Todo había sido un maldito sueño.

Estaba intentando ponerse de pie cuando Zero llegó a casa, ya era de día, eran las siete y media de la mañana.

- Kaname ¿Qué haces aquí? - y mirándolo extrañado ¿Y por qué estás tirado en la alfombra? -

- Hasta que te dignaste volver ¿Sabes la hora que es? ¿Estas son horas para que un hombre de bien llegue a su casa? -

- Lo siento mamá, se me pasó la hora volando -

La situación era ridícula, Kaname más que un amigo parecía una madre histérica.

- ¿Estás bien? No estás lastimado -

- ¿Lastimado? ¿Por qué? - pregunta Zero sin entender nada

- Ya sabes, por lo del se.... -

- ¿Del se? - en ese momento Zero lo entendió todo - ¡Quien diablos crees que soy! Lo acabo de conocer. No me iría a la cama en la primera cita -

- Pero él casi te comía en el bar. ¡No te hagas el inocente que te vi! -

Zero se puso como tomate de rojo. Era verdad que se había dejado manosear y ese hombre lo había besado como nunca nadie lo había hecho, pero de allí a pensar que ya se habían acostado era mucho

- Fuera de mi casa, eres un cochino -

- No soy cochino, pero tú no te portaste bien. ¿Ahora dime dónde estuviste toda la noche? -

- Kain tiene un departamento en la playa, fuimos para allá -

- ¿Kain? Que no lo llamaba por su apellido -

- Bueno, no le puedo decir Akatsuki después de todo lo que hicimos -

- Después de lo... que hicieron... -

- Kaname ¿Estas bien? - pregunta Zero preocupado al ver que su amigo perdía el color

- Sí, estoy bien - dice para luego volver a al sillón a dormir.

SEREMOS PADRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora