Mika daba vueltas por su cama. Todo el mes restante de junio, que fue cuando empezó a hablar con Yuu, había logrado una bonita amistad, aunque en la escuela todavía no se animaba a hablarle. Le apenaba mucho.
En ese momento, Yuu había ido a cenar y el rubio se encontraba esperándolo, releyendo conversaciones, aunque el azabache, cuando le lanzaba una indirecta, parecía ignorarlo.
De repente notó que el azabache se encontraba en línea y entró en pánico, así que salió de su chat para empezar a ver estados en la misma aplicación. Pasados un par de minutos, sin recibir respuesta del de ojos verdes fue que volvió a entrar, Yuu seguía en línea, así que su desesperación empezó a aumentar.
Mika:
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Yuu: Lo siento, peleaba con mi mejor amiga por un reto haha... ¿Mika, qué pasa con eso último? Hahahaha
Mika: Me dio pereza recortarlo, Yuu-chan. Y... ¿Te llevas bien con tu mejor amiga?
Yuu: Sí, supongo. Solo que a veces hace bromas muy pesadas.
Mikaela frunció el ceño. Odiaba saber de otras amistades de Yuu, aunque le gustaba leerlo emocionado, así que solo cambió el tema, sintiéndose un poquito mal de que Yuu zanjase esa indirecta así como si nada.
