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Yuu: haha, ¿Cuánto te debo entonces? Mi yo imaginario te lo pagará, prometido.
Mika:
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Yuu: Mika...
Yuu: ¿En serio... Soy tu crush?
Mika: ¿Por qué lo dudas, Yuu-chan?
Yuu: No sé. Es solo que no me hablas en persona.
Mika: Todos dicen que soy muy serio.
Mika: Pero, en realidad, temo ser yo mismo.
Yuu: Puedes ser tú mismo conmigo, ¿Sabes?
Yuu: Solo... No te jugaría nunca.
Yuu: Creo que a veces podemos llegar a reírnos, o a decir comentarios que nos ofenden.
Yuu: Pero no te lo tomes personal, nunca.
Yuu: Eres genial, Mika.
Yuu: Te confieso que me agrada hablar contigo.
Yuu: Me gustaría poder conocerte mejor.
Yuu: Pero eres muy reservado.
Yuu: Y eso está bien. Ese eres tú.
Yuu: Solo ten en cuenta que aquí tienes un amigo que te puede escuchar si lo ocupas y que pase lo que pase no te juzgaría.
Mika apretó los labios, las ganas de llorar eran reales. Fue lo más lindo que había leído en meses, aunque le dolía que Yuu le hubiese dicho amigo. Porque él se encontraba enamorado totalmente.
Esa era otra de las razones por las que no le hablaba en persona. Temía que sus sentimientos siguieran creciendo y su enamoramiento fuese más allá de lo impensable. Mientras más conocía a Yuu, más lo quería, y no deseaba del todo llegar a amarlo cuando Yuu seguía siendo aún algo lejano a su persona.
Además jamás le dio puerta abierta para dar un paso más. A pesar de que admitió que le dejaría besarle si hablaban en persona.
Mika: Creo que te estás volviendo indispensable para mí.
