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A Mika le puso triste aquel visto. Siempre se aseguraba de no ser él, el último en ver sus mensajes, pero... Le dolió particularmente en ese momento la carencia de respuesta por parte de su crush.

Por otro lado, Yuu se encontraba escondido en la almohada con sus ojos cerrados completamente. Aquel mensaje había logrado que su corazón empezara a latir tan rápido que creyó que se trataba de una taquicardia, y unas inexplicables ganas de brincar por toda la casa fluyeron por cada célula de su ser.

—Mierda, Mikaela. Mierda, mierda... Creo que también te quiero bastante.

Pasada la media noche, Yuu apenas y podía cerrar sus ojos. No se atrevió a responder o a entrar en la aplicación, y sabía que probablemente a Mika le había dolido, sin embargo, para el azabache era difícil decir esas palabras y un "también yo" seguía siendo demasiado para él a pesar de que sus sentimientos crecían por aquel rubio de ojos azules.

Ya después, un cambio de plática debía surgir entre ellos. Por el momento recordó al tierno Mikaela sonrojándose y diciendo las cosas con tanto nerviosismo que las palabras las decía en desorden o de una extraña manera que ni el mismo blondo entendía. También le gustó sentirse tan importante para el rubio que incluso sus fanales azules solo podían captar cada acción de su persona.

Quería agradecerle a Mika de una mejor manera todo lo que le hacía sentir y también las acciones tan bonitas que había estado teniendo con él.

Meme coqueteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora